"No hay hombre que necesite más vacaciones que el que acaba de tener una"
~ Elbert Hubbard (1856 – 1915)
Por fin regreso después de dos semanas de "vacaciones", la palabra va entrecomillada porque cuando uno de los dos está trabajando realmente no hay tiempo libre; les juro que si alguna vez voy a la India será para romperle las piernas al imbécil que no le dio los días libres por nupcias a la Brochetita. Si alguna vez comienzan a escuchar una serie de misteriosos y horribles asesinatos en ese desdichado país sabrán que por fin conseguí un pasaje para allá.
Ah sí, y por demanda popular, el conteo de correos de estas dos semanas:
Good Game.
En fin, temo admitir que con mi matrimonio mi nivel de amargura ha bajado considerablemente. Según mis conocidos ya he dejado ser un mamoncete insufrible para convertirme en un pendejazo con corazón de oro que se enternece cuando el gato de la casa le hace ojitos y ronronea... Maldita sea.
De cualquier forma, no hay tanta amargura, pero mi carácter sigue igual de explosivo. Ahorita no puedo escribir mucho más porque, como han de imaginarse, tengo chamba para aventar para arriba; pero pronto subiré las experiencias y las enseñanzas que el matrimonio me ha dejado; aunque es todo un reto, ciertamente es lo mejor que me ha pasado.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Odio regresar de vacaciones.
~ Elbert Hubbard (1856 – 1915)
Por fin regreso después de dos semanas de "vacaciones", la palabra va entrecomillada porque cuando uno de los dos está trabajando realmente no hay tiempo libre; les juro que si alguna vez voy a la India será para romperle las piernas al imbécil que no le dio los días libres por nupcias a la Brochetita. Si alguna vez comienzan a escuchar una serie de misteriosos y horribles asesinatos en ese desdichado país sabrán que por fin conseguí un pasaje para allá.
Ah sí, y por demanda popular, el conteo de correos de estas dos semanas:
Good Game.
En fin, temo admitir que con mi matrimonio mi nivel de amargura ha bajado considerablemente. Según mis conocidos ya he dejado ser un mamoncete insufrible para convertirme en un pendejazo con corazón de oro que se enternece cuando el gato de la casa le hace ojitos y ronronea... Maldita sea.
De cualquier forma, no hay tanta amargura, pero mi carácter sigue igual de explosivo. Ahorita no puedo escribir mucho más porque, como han de imaginarse, tengo chamba para aventar para arriba; pero pronto subiré las experiencias y las enseñanzas que el matrimonio me ha dejado; aunque es todo un reto, ciertamente es lo mejor que me ha pasado.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Odio regresar de vacaciones.
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