Las Crónicas de Azeroth: La Batalla de Darrowshire
Los Villanos de Darrowshire
"Imagina que no tienes esperanza, imagina que no conoces la felicidad, imagina que sólo existe el frío, el odio y un hambre infinita de carne viva. ¿Hecho? Ahora imagina que es mucho peor."
~ Extracto del diario de Kumme Pezuña de Plata.
I
- ¿Y eso te permitirá respirar en el agua? - preguntó Kael, sorprendido, a su amigo.
- Claro, observa - contestó Kumme, encantado, mostrándole el casco de buzo a su amigo. Si había algo que a Kumme le gustara más que usar sus cachivaches de ingeniería era explicárselos a alguien.
- La cabeza entra y el casco se sella alrededor de tu cuello usando este pedazo de cuero flexible, luego estos pequeños tanques liberan aire poco a poco usando esta válvula de mithril.
El Tauren, usando sólo sus pantalones, se puso el casco amarillo brillante. Parecía esfera amarilla metálica, con una pequeña ventana en la parte central.
- ¿Cómo me veo? - preguntó el cazador, con una voz como si hablara dentro de una cubeta.
- Ridículo - contestó el Elfo con una sonrisa, mirando a Sin'Dal - ¿tú que opinas Sin?
El tigre se llevó ambas patas delanteras al rostro, tapándose los ojos.
- ¿Ves?
Kumme miró a su tigre, dolido.
- Lástima, te había hecho uno para tí también...
Los aventureros estaban de pie en la orilla del verdoso lago MaderaNegra en la región central de las Tierras Plagadas del Este. Caía una ligera llovizna. Fue en este lago dónde se supone que se arrojó el cráneo de Horgus el Destructor, el Lord Necrófago que hirió de muerte a Davil Forja de Luz.
El Tauren se preparó para arrojarse dentro.
- Espera Kumme - dijo su amigo, hurgando en su mochila.
El Elfo le entregó una bolsa café de tamaño mediano, echa el cráneo dentro de la bolsa, trata de no tocarlo. Se trata de los restos de un Lord Necrófago, quien sabe qué poderes tenga.
El Tauren tomó la bolsa y se empezó a adentrar en la helada agua. Poco a poco se adentró y fue disminuyendo de tamaño hasta que desapareció.
- Y que la Luz esté contigo... - susurró el paladín.
II
Kumme descendió poco a poco, ajustándose a la luz entre la fétida agua verdosa a su alrededor. A lo lejos, escuchaba el choque de espadas.
Trató de aislar el sonido después de unos momentos.
- ¿Una pelea? - dijo en voz baja.
Descendió más hasta llegar al fondo lleno de piedras blancas, irregulares. Una inspección más cercana le hizo darse cuenta que eran huesos. Levantó la vista y a lo lejos vió varias siluetas, parecía que estaban bailando unas con otras; sacó su cuchillo de su funda y nadó hacia las sombras.
A su alrededor, una veintena de espectros, algunos humanos, otros horribles muertos vivientes, luchaban a su alrededor; al parecer el agua no les afectaba, pues se movían tan rápido como si estuvieran sobre tierra firme.
Kumme nadó poco a poco entre ellos, observando cómo peleaban, nadie le hacía caso. Bajó las pezuñas al suelo el suelo y caminó lentamente entre ellas.
Los espectros luchaban entre sí, intercambiaban golpes y algunos caían, pero inmediatamente después volvían a aparecer para continuar luchando en un ciclo eterno.
El Tauren escuchaba gritos, disminuidos por las paredes del casco, pero con algo de atención podías escuchar súplicas de amigos a sus amigos que no los mataran, de mujeres a sus esposos que no les hicieran nada y gritos de acuse de traición.
Kumme nadó hacia atrás hasta que tocó una piedra con la pata derecha que lo hizo estremecerse por el frío absoluto que recorrió su ser.
Los pensamientos de Kumme se nublaron, perdió fuerzas y se dejó flotar, su mente en shock por lo que veía.
El cazador abrió los ojos y sus manos eran otras, huesudas, filosas; tenía hambre, se vió a sí mismo a lo largo de muchas batallas, lidereando hordas de muertos vivientes; se vió a sí mismo destripando gente y luego devorándolos; se vió a sí mismo persiguiendo mujeres, niños, hombres, sembrando la muerte a donde iba; cerró los ojos nuevamente.
Se despertó con un fuerte sabor a sangre en la boca. Estaba flotando lentamente, ya no había espectros a su alrededor y tenía un horrible cráneo en las manos; no sabía cuánto tiempo había transcurrido.
Se despabiló y echó el cráneo en el saco, luego nadó hacia la superficie.
Emergió a medio lago para ver a lo lejos a su amigo que le hacía señas. Le contestó el saludo y nadó hacia la orilla. Cuando llegó arrojó la bolsa y se salió del agua apestosa, se sentía todo exhausto, aporreado, drenado. Se quitó el casco y respiró el aire nauseabundo de las Tierras Plagadas.
- ¿La encontraste Gran Toro? - preguntó Kael mientras que estiraba la mano hacia el saco en el suelo.
- !No! - gritó Kumme, y le lanzó su mano para tomarlo del antebrazo.
- ¿Qué sucede viejo amigo? - preguntó el Elfo, sorprendido.
- No, Kael - jadeó el Tauren recordando las experiencias vividas por el aura del Lord Necrófago - no la toques, ahora entiendo lo que vivieron en Silvermoon tú y los tuyos - se dejó caer, sentado, con las manos en el rostro - no la toques... Tu... tu ya viste demasiado.
III
- ¿Estás bien Kumme? - preguntó Kael, preocupado - no has dicho nada en todo el camino hasta el Cruce de Corrin.
Los aventureros habían avanzado por el camino, lejos de la mayoría de la fauna plagada y salvaje de las Tierras Plagadas; avanzaban caminando lentamente hacia la Cicatriz Infectis.
Kumme no contestó. No le podía decir que se había visto abriéndole el tórax a hachazos mientras que se burlaba, no tenía el estómago para describirle lo que había hecho en sus visiones como el Lord Necrófago.
Los dos aventureros arribaron a la Cicatriz Infectis, una zanja de como un kilómetro de largo y varios metros de profundidad hecha en la tierra. Desmontaron, alistaron sus armas y descendieron en la brecha.
Descendieron y se perdieron en las sombras, sombras que poco a poco comenzaron a tomar forma, sombras que poco a poco comenzaron a luchar entre sí.
- Es como te lo decía, Kael - habló Kumme, sombrío - es lo que Chromie mencionaba. Las almas de los defensores de Darrowshire están encerrados en ese momento...
- ...En un ciclo interminable... - terminó el Elfo, viendo como una sombra era decapitada e inmediatamente se volvía a formar para continuar peleando.
- La espada debe estar cerca - habló Kumme, esculcando en su bolsa para obtener una cruda linterna. Presionó un botón y un haz se proyectó en el suelo.
Ambos aventureros buscaron en el suelo por unos momentos, hasta que un brillo metálico llamó su atención.
- ¿Será eso? - preguntó Kael.
- Hay una forma de averiguarlo - respondió Kumme, mientras acercaba una mano.
Se detuvo. El ruido a su alrededor había terminado. Todos los espectros los miraban, expectantes.
El Tauren se agachó y tomó el filo roto del arma.
Kumme estaba esperando el golpe mental esta vez, y ello lo ayudó a resistir un poco; cuando tomabas uno de estos horribles artefactos sentías que tu mente se abría como quien usara una barra de acero para romper una cerradura; tu alma, tu fe, tu felicidad, eran violadas sin misericordia; sólo sentías frío, muerte y odio. Kumme había escuchado la expresión "morir un poco por dentro", esto era exactamente lo que se sentía.
Los espectros desaparecieron. El ténue brillo que emitían desapareció y los compañeros se quedaron en tinieblas. y lo envolvió con varios pedazos de tela, para echarlo en la misma bolsa que el horrible cráneo, también recubierto por varias telas.
- ¿Estás bien, compañero? - preguntó Kael, colocando una mano enguantada en la espalda de su compañero quien había caído de rodillas.
- No - contestó éste, sombrío - En el nombre de la Madre Tierra, te juro que no estoy bien.
Se incorporó dolorosamente.
- Pero sé que lo que estoy pasando en estos momentos no es ni una mínima parte de lo que éstas pobres almas están sufriendo.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ ¿Alguien tiene una mejor traducción para "ghoul" que necrófago? XD
Índice:
Los Villanos de Darrowshire
"Imagina que no tienes esperanza, imagina que no conoces la felicidad, imagina que sólo existe el frío, el odio y un hambre infinita de carne viva. ¿Hecho? Ahora imagina que es mucho peor."
~ Extracto del diario de Kumme Pezuña de Plata.
I
- ¿Y eso te permitirá respirar en el agua? - preguntó Kael, sorprendido, a su amigo.
- Claro, observa - contestó Kumme, encantado, mostrándole el casco de buzo a su amigo. Si había algo que a Kumme le gustara más que usar sus cachivaches de ingeniería era explicárselos a alguien.
- La cabeza entra y el casco se sella alrededor de tu cuello usando este pedazo de cuero flexible, luego estos pequeños tanques liberan aire poco a poco usando esta válvula de mithril.
El Tauren, usando sólo sus pantalones, se puso el casco amarillo brillante. Parecía esfera amarilla metálica, con una pequeña ventana en la parte central.
- ¿Cómo me veo? - preguntó el cazador, con una voz como si hablara dentro de una cubeta.
- Ridículo - contestó el Elfo con una sonrisa, mirando a Sin'Dal - ¿tú que opinas Sin?
El tigre se llevó ambas patas delanteras al rostro, tapándose los ojos.
- ¿Ves?
Kumme miró a su tigre, dolido.
- Lástima, te había hecho uno para tí también...
Los aventureros estaban de pie en la orilla del verdoso lago MaderaNegra en la región central de las Tierras Plagadas del Este. Caía una ligera llovizna. Fue en este lago dónde se supone que se arrojó el cráneo de Horgus el Destructor, el Lord Necrófago que hirió de muerte a Davil Forja de Luz.
El Tauren se preparó para arrojarse dentro.
- Espera Kumme - dijo su amigo, hurgando en su mochila.
El Elfo le entregó una bolsa café de tamaño mediano, echa el cráneo dentro de la bolsa, trata de no tocarlo. Se trata de los restos de un Lord Necrófago, quien sabe qué poderes tenga.
El Tauren tomó la bolsa y se empezó a adentrar en la helada agua. Poco a poco se adentró y fue disminuyendo de tamaño hasta que desapareció.
- Y que la Luz esté contigo... - susurró el paladín.
II
Kumme descendió poco a poco, ajustándose a la luz entre la fétida agua verdosa a su alrededor. A lo lejos, escuchaba el choque de espadas.
Trató de aislar el sonido después de unos momentos.
- ¿Una pelea? - dijo en voz baja.
Descendió más hasta llegar al fondo lleno de piedras blancas, irregulares. Una inspección más cercana le hizo darse cuenta que eran huesos. Levantó la vista y a lo lejos vió varias siluetas, parecía que estaban bailando unas con otras; sacó su cuchillo de su funda y nadó hacia las sombras.
A su alrededor, una veintena de espectros, algunos humanos, otros horribles muertos vivientes, luchaban a su alrededor; al parecer el agua no les afectaba, pues se movían tan rápido como si estuvieran sobre tierra firme.
Kumme nadó poco a poco entre ellos, observando cómo peleaban, nadie le hacía caso. Bajó las pezuñas al suelo el suelo y caminó lentamente entre ellas.
Los espectros luchaban entre sí, intercambiaban golpes y algunos caían, pero inmediatamente después volvían a aparecer para continuar luchando en un ciclo eterno.
El Tauren escuchaba gritos, disminuidos por las paredes del casco, pero con algo de atención podías escuchar súplicas de amigos a sus amigos que no los mataran, de mujeres a sus esposos que no les hicieran nada y gritos de acuse de traición.
Kumme nadó hacia atrás hasta que tocó una piedra con la pata derecha que lo hizo estremecerse por el frío absoluto que recorrió su ser.
Los pensamientos de Kumme se nublaron, perdió fuerzas y se dejó flotar, su mente en shock por lo que veía.
El cazador abrió los ojos y sus manos eran otras, huesudas, filosas; tenía hambre, se vió a sí mismo a lo largo de muchas batallas, lidereando hordas de muertos vivientes; se vió a sí mismo destripando gente y luego devorándolos; se vió a sí mismo persiguiendo mujeres, niños, hombres, sembrando la muerte a donde iba; cerró los ojos nuevamente.
Se despertó con un fuerte sabor a sangre en la boca. Estaba flotando lentamente, ya no había espectros a su alrededor y tenía un horrible cráneo en las manos; no sabía cuánto tiempo había transcurrido.
Se despabiló y echó el cráneo en el saco, luego nadó hacia la superficie.
Emergió a medio lago para ver a lo lejos a su amigo que le hacía señas. Le contestó el saludo y nadó hacia la orilla. Cuando llegó arrojó la bolsa y se salió del agua apestosa, se sentía todo exhausto, aporreado, drenado. Se quitó el casco y respiró el aire nauseabundo de las Tierras Plagadas.
- ¿La encontraste Gran Toro? - preguntó Kael mientras que estiraba la mano hacia el saco en el suelo.
- !No! - gritó Kumme, y le lanzó su mano para tomarlo del antebrazo.
- ¿Qué sucede viejo amigo? - preguntó el Elfo, sorprendido.
- No, Kael - jadeó el Tauren recordando las experiencias vividas por el aura del Lord Necrófago - no la toques, ahora entiendo lo que vivieron en Silvermoon tú y los tuyos - se dejó caer, sentado, con las manos en el rostro - no la toques... Tu... tu ya viste demasiado.
III
- ¿Estás bien Kumme? - preguntó Kael, preocupado - no has dicho nada en todo el camino hasta el Cruce de Corrin.
Los aventureros habían avanzado por el camino, lejos de la mayoría de la fauna plagada y salvaje de las Tierras Plagadas; avanzaban caminando lentamente hacia la Cicatriz Infectis.
Kumme no contestó. No le podía decir que se había visto abriéndole el tórax a hachazos mientras que se burlaba, no tenía el estómago para describirle lo que había hecho en sus visiones como el Lord Necrófago.
Los dos aventureros arribaron a la Cicatriz Infectis, una zanja de como un kilómetro de largo y varios metros de profundidad hecha en la tierra. Desmontaron, alistaron sus armas y descendieron en la brecha.
Descendieron y se perdieron en las sombras, sombras que poco a poco comenzaron a tomar forma, sombras que poco a poco comenzaron a luchar entre sí.
- Es como te lo decía, Kael - habló Kumme, sombrío - es lo que Chromie mencionaba. Las almas de los defensores de Darrowshire están encerrados en ese momento...
- ...En un ciclo interminable... - terminó el Elfo, viendo como una sombra era decapitada e inmediatamente se volvía a formar para continuar peleando.
- La espada debe estar cerca - habló Kumme, esculcando en su bolsa para obtener una cruda linterna. Presionó un botón y un haz se proyectó en el suelo.
Ambos aventureros buscaron en el suelo por unos momentos, hasta que un brillo metálico llamó su atención.
- ¿Será eso? - preguntó Kael.
- Hay una forma de averiguarlo - respondió Kumme, mientras acercaba una mano.
Se detuvo. El ruido a su alrededor había terminado. Todos los espectros los miraban, expectantes.
El Tauren se agachó y tomó el filo roto del arma.
Kumme estaba esperando el golpe mental esta vez, y ello lo ayudó a resistir un poco; cuando tomabas uno de estos horribles artefactos sentías que tu mente se abría como quien usara una barra de acero para romper una cerradura; tu alma, tu fe, tu felicidad, eran violadas sin misericordia; sólo sentías frío, muerte y odio. Kumme había escuchado la expresión "morir un poco por dentro", esto era exactamente lo que se sentía.
Los espectros desaparecieron. El ténue brillo que emitían desapareció y los compañeros se quedaron en tinieblas. y lo envolvió con varios pedazos de tela, para echarlo en la misma bolsa que el horrible cráneo, también recubierto por varias telas.
- ¿Estás bien, compañero? - preguntó Kael, colocando una mano enguantada en la espalda de su compañero quien había caído de rodillas.
- No - contestó éste, sombrío - En el nombre de la Madre Tierra, te juro que no estoy bien.
Se incorporó dolorosamente.
- Pero sé que lo que estoy pasando en estos momentos no es ni una mínima parte de lo que éstas pobres almas están sufriendo.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ ¿Alguien tiene una mejor traducción para "ghoul" que necrófago? XD
Índice:
- Parte 1: Pamela, la Hermanita
- Parte 2: La Pequeña Pamela
- Parte 3: Descubriendo el Pasado
- Parte 4: El Tío Carlin y la Tía Marlene
- Parte 5: Un Historiador Extraño
- Parte 6: Los Anuarios de Darrowshire
- Parte 7: El Hermano Carlin y los Anuarios Extendidos de Darrowshire
- Parte 8: Los Villanos de Darrowshire
- Parte 9: Los Héroes de Darrowshire
- Parte 10: Reescribiendo la Historia de Darrowshire
- Parte 11: Para Salvar a un Héroe
- Parte 12: Redpath, El Corrupto
- Parte 13: Epílogo
Ghoul, en el libro de Vampiros lo usan como "sirviente sin alma" o "esclavo eterno" pero Lord Ghoul puede ser traducido como "El Lord Sirviente oscuro"
ResponderEliminarhehehhe si estoy de acuerdo lo que más le gustá a Kumme es explicar como se usan los Cachibaches