Las Crónicas de Azeroth: La Batalla de Darrowshire
El tío Carlin y la tía Marlene
"Odio llevar noticias. Siempre termino entregando malas noticias a un hombre bueno, o buenas noticias a un hombre malvado."
~ Conversaciones con Kael Seguidor de Luz, en Silvermoon.
I
Kael sintió que sus pulmones se vaciaron de aire cuando fue estrellado violentamente contra la pared de la Capilla. Carlin Redpath era un hombre calvo, sonriente y amable, o por lo menos eso parecía hasta hace unos momentos; el hombre portaba una armadura plateada y los colores de el Amanecer Plateado, el alto hombre calvo que lo sostenía, a pesar de ambos estar usando una armadura completa.
- Escúchame bien maldito Elfo corrupto - le gruñó furioso - si estás diciendo ésto sólo para molestarme juro que te atravesaré como a un jabalí.
Se escuchó un "clic" hecho por el cargador de un enorme arcabús a su espalda. Carlin giró su rostro a la derecha para ver el cañón de Kumme.
- Menos mal que decidí venir a echarte un vistazo ¿Te está molestando este humano, Kael? - preguntó con una sonrisa - baje al elfo y no habrá problemas.
Carlin dudó por un momento y después obedeció con un gruñido.
- Señor Carlin - comenzó Kael, acomodándose el tabardo - vimos a Pamela, tal es cierto, tiene mi palabra. Ella está condenada, vaga como un espíritu en Darrowshire.
- ¿Cómo puedo saber que lo que dicen es cierto? - preguntó el hombre, con un amenaza en la voz.
Kael pensó por un momento.
- Nos mencionó un cuento que usted le contaba, uno sobre conejos y la jalea de moras que tanto le hacía reir.
Pareciara que a Carlin le hubiera caído un rayo. El hombre se tambaleó hacia atrás, le flaquearon las piernas y cayó de rodillas.
- Oh Luz... Oh Luz... !Oh Pamela! - dijo el hombre, dando un furioso puñetazo en el suelo.
Después de unos momentos continuó.
- No es justo ¿Por qué debe tu espíritu sufrir en este mundo? ¿Por qué pereciste, mientras que la fortuna me mantiene vivo?
Kael extendió una mano al hombre.
- En un instante - dijo Carlin entre sollozos - cambiaría nuestros destinos de ser posible.
Tomó la mano de Kael y se incorporó. Kumme se echó el arcabus al hombro.
- No sé si agradecerles o maldecirles, extraños - continuó Carlin - pero saber es mejor que dudar.
- Señor Carlin - habló Kael, mirando a su compañero - tenemos noticias que llevar a su sobrina Jessica en Winterspring, ¿hay manera de conseguir pasaje en la caravana de regreso?
El hombre se enjugó las lágrimas con sus grandes manos enguantadas. Después de un rato habló.
- Sí, hablaré con el capataz. Ella debe saber. Pero yo no tengo valor para verla a los ojos después de lo que sucedió.
- ¿Qué sucedió en Darrowshire, señor Carlin? - preguntó Kumme.
- !Fue una masacre, eso es lo que sucedió! - aulló el hombre - Yo... yo no quiero recordarlo.
- Gracias por su tiempo señor Carlin - dijo Kael, y se dio la vuelta para alejarse con su amigo.
- !Esperen! - gritó el hombre. Ambos aventureros se detuvieron y lo miraron.
- Gracias... por decirme - dijo, bajando la cabeza - mi tarea de venganza aquí se refuerza con sus noticias.
El hombre caminó y colocó en sus manos una pequeña moneda en la forma de un destello.
- Que el Amanecer esté con ustedes.
II
- ¿Seguro que ésta era la casa, Kael? - preguntó Kumme, mientras preparaba el Arcabus.
- Creo que sí - habló el Elfo, mirando a su alrededor - Vamos.
Los aventureros penetraron la casa en Colina de la Tristeza, ya habían pasado tres días desde que se encontraron con Pamela en Darrowshire.
- ¿Tienes más de ese pan dulce que te dio tu hermano? - preguntó Kael.
- No, pero apuesto a que esos mendigos en Everlook sí - contestó el Tauren con una sonrisa.
El paladín suspiró.
- Mata un kodo y ya te llaman "el mata kodos".
- Adelante pues, mata kodos, muestra el camino.
Elfo y Tauren entraron a la casa. Casi anochecía, a pesar de las groserías e insistencias del capataz se separaron de la caravana mientras que se dirigía de regreso al Punto de VientoGélido, argumentando haber dejado algo olvidado en la derrumbada ciudad.
Kael entró a la casa, seguido por su amigo. El tigre Sin'Dal se quedó detrás con las monturas.
Subieron al segundo piso, donde el Elfo se había encontrado con el espectro de Marlene Redpath. El paladín avanzó hasta el centro de la habitación y esperó.
Pasados unos momentos, Kumme se atrevió a hablar.
- ¿La sientes? - preguntó con un susurro.
- Sí - contestó el otro, también con un susurro.
- ¿Dónde está?
- Detrás de tí.
Kumme se giró para encontrarse frente a frente con el espectro de la mujer. Se lanzó hacia atrás pero tropezó con una mesita de noche y azotó de espaldas sobre un roído sofá, destruyéndolo en el proceso. El espectro flotaba y emitía una ligera luz, casi imperceptible en el día que agonizaba.
- Tiene la mala costumbre de hacer eso - dijo Kael mientras se acercaba a la forma de Marlene- traemos noticias de Pamela.
El espectro, de estar muy difuminado, se solidificó, casi pareciera que estuvieras viendo a una mujer transparente.
- ¿Pamela? - habló la mujer, con una voz cargada de dolor, pero mucho más clara que la primera vez - ¿cómo está? ¿Está viva?
Kael sacudió la cabeza lentamente. Le explicó todo lo que habían vivido los pasados días.
- !Oh no! - exclamó el espectro, llevándose las manos a la boca - !Pobre Pamela! Era tan joven, y era una niña tan risueña...
- ¿Por qué puedes hablar mejor? - preguntó Kael. Detrás de el Elfo, Kumme se incorporaba cautelosamente.
- Los fantasmas que destruyeron... ayudó a levantar la neblina - dijo, dubitativa - sigue ahí, gana fuerza otra vez, pero por lo pronto podemos pensar.
El espectro se difuminó un poco.
- Ella no sabe lo que le sucedió a su padre, ¿verdad? ¿A mi hermano, Joseph? - el espectro dudó por otro momento, mordiendo su labio inferior - no, claro que no. No podría entender lo que le sucedió a Joseph, e incluso si lo entendiera yo no tengo el corazón para decírselo.
- ¿Qué sucedió con su hermano? - preguntó Kumme, ya repuesto de la sorpresa.
- Desearía que Joseph pudiera estar con su hija de nuevo, pero no puede ser. Su alma fue torcida por el Azote de los Muertos Vivientes, y se transformó en un monstruo. !Oh Luz, está perdido!
- Se puede redimir, si él lo desea - habló Kael.
- No, pero quizás podemos cambiar su destino - completó Marlene - quizás podamos.
- ¿Cómo? - preguntó Kumme.
- Busquen afuera en las tumbas - dijo la mujer extendiendo un brazo y apuntando a la ventana - busquen la lápida de Joseph Redpath. Su cuerpo no está ahí, pues fue aplastado y destruido hace años, pero debajo de la lápida está su anillo de bodas. Lleven el anillo a Chromie... ella es un gnomo extraño con poderes extraños.
- Chromie - repitió el Cazador.
- ¿Y dónde podemos encontrar a esta Chromie, Marlene? - preguntó Kael.
- En las ruinas de Andorhal, en la posada en ruinas en la esquina nor-oeste de la ciudad - contestó el espectro.
Los aventureros se miraron entre sí, luego miraron a Marlene.
- ¿En la maldita ciudad infestada de muertos vivientes? - preguntó Kumme
- ¿Cómo diantres vive un gnomo ahí? - preguntó Kael, al mismo tiempo que su amigo.
El espectro se difuminó poco a poco.
- Búsquenla... - habló con una voz cada vez más distante - en la posada... ella puede ser la única que puede ayudarnos...
Y desapareció.
Kumme y Kael se quedaron en la obscuridad, sorprendidos, parpadeando para acostumbrarse a la falta de luz.
- Hablar con espíritus, pelear con otros, profanar tumbas y penetrar ciudades infestadas de malditos muertos vivientes para hablar con gnomos chiflados - dijo Kumme - todo esto por tres miserables piezas de oro que regalaste a indigentes.
- Espero que tus chistes de mal gusto sea lo único que tengamos que sobrellevar para salvar el alma de esa niña - habló Kael, encendiendo una luz tenue con su mazo.
- Sí... - contestó el cazador - yo también.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Sí, en el quest original yo tampoco entendí cómo carajos sabía la mujer de la existencia de Chromie, y espérense a que sepan qué es :o
PD. Lo sobreactuado de los diálogos de Carlin es porque en por mi insistencia en meter los diálogos escritos en los textos de los quests de wow. En verdad habla así.
Índice:
El tío Carlin y la tía Marlene
"Odio llevar noticias. Siempre termino entregando malas noticias a un hombre bueno, o buenas noticias a un hombre malvado."
~ Conversaciones con Kael Seguidor de Luz, en Silvermoon.
I
Kael sintió que sus pulmones se vaciaron de aire cuando fue estrellado violentamente contra la pared de la Capilla. Carlin Redpath era un hombre calvo, sonriente y amable, o por lo menos eso parecía hasta hace unos momentos; el hombre portaba una armadura plateada y los colores de el Amanecer Plateado, el alto hombre calvo que lo sostenía, a pesar de ambos estar usando una armadura completa.
- Escúchame bien maldito Elfo corrupto - le gruñó furioso - si estás diciendo ésto sólo para molestarme juro que te atravesaré como a un jabalí.
Se escuchó un "clic" hecho por el cargador de un enorme arcabús a su espalda. Carlin giró su rostro a la derecha para ver el cañón de Kumme.
- Menos mal que decidí venir a echarte un vistazo ¿Te está molestando este humano, Kael? - preguntó con una sonrisa - baje al elfo y no habrá problemas.
Carlin dudó por un momento y después obedeció con un gruñido.
- Señor Carlin - comenzó Kael, acomodándose el tabardo - vimos a Pamela, tal es cierto, tiene mi palabra. Ella está condenada, vaga como un espíritu en Darrowshire.
- ¿Cómo puedo saber que lo que dicen es cierto? - preguntó el hombre, con un amenaza en la voz.
Kael pensó por un momento.
- Nos mencionó un cuento que usted le contaba, uno sobre conejos y la jalea de moras que tanto le hacía reir.
Pareciara que a Carlin le hubiera caído un rayo. El hombre se tambaleó hacia atrás, le flaquearon las piernas y cayó de rodillas.
- Oh Luz... Oh Luz... !Oh Pamela! - dijo el hombre, dando un furioso puñetazo en el suelo.
Después de unos momentos continuó.
- No es justo ¿Por qué debe tu espíritu sufrir en este mundo? ¿Por qué pereciste, mientras que la fortuna me mantiene vivo?
Kael extendió una mano al hombre.
- En un instante - dijo Carlin entre sollozos - cambiaría nuestros destinos de ser posible.
Tomó la mano de Kael y se incorporó. Kumme se echó el arcabus al hombro.
- No sé si agradecerles o maldecirles, extraños - continuó Carlin - pero saber es mejor que dudar.
- Señor Carlin - habló Kael, mirando a su compañero - tenemos noticias que llevar a su sobrina Jessica en Winterspring, ¿hay manera de conseguir pasaje en la caravana de regreso?
El hombre se enjugó las lágrimas con sus grandes manos enguantadas. Después de un rato habló.
- Sí, hablaré con el capataz. Ella debe saber. Pero yo no tengo valor para verla a los ojos después de lo que sucedió.
- ¿Qué sucedió en Darrowshire, señor Carlin? - preguntó Kumme.
- !Fue una masacre, eso es lo que sucedió! - aulló el hombre - Yo... yo no quiero recordarlo.
- Gracias por su tiempo señor Carlin - dijo Kael, y se dio la vuelta para alejarse con su amigo.
- !Esperen! - gritó el hombre. Ambos aventureros se detuvieron y lo miraron.
- Gracias... por decirme - dijo, bajando la cabeza - mi tarea de venganza aquí se refuerza con sus noticias.
El hombre caminó y colocó en sus manos una pequeña moneda en la forma de un destello.
- Que el Amanecer esté con ustedes.
II
- ¿Seguro que ésta era la casa, Kael? - preguntó Kumme, mientras preparaba el Arcabus.
- Creo que sí - habló el Elfo, mirando a su alrededor - Vamos.
Los aventureros penetraron la casa en Colina de la Tristeza, ya habían pasado tres días desde que se encontraron con Pamela en Darrowshire.
- ¿Tienes más de ese pan dulce que te dio tu hermano? - preguntó Kael.
- No, pero apuesto a que esos mendigos en Everlook sí - contestó el Tauren con una sonrisa.
El paladín suspiró.
- Mata un kodo y ya te llaman "el mata kodos".
- Adelante pues, mata kodos, muestra el camino.
Elfo y Tauren entraron a la casa. Casi anochecía, a pesar de las groserías e insistencias del capataz se separaron de la caravana mientras que se dirigía de regreso al Punto de VientoGélido, argumentando haber dejado algo olvidado en la derrumbada ciudad.
Kael entró a la casa, seguido por su amigo. El tigre Sin'Dal se quedó detrás con las monturas.
Subieron al segundo piso, donde el Elfo se había encontrado con el espectro de Marlene Redpath. El paladín avanzó hasta el centro de la habitación y esperó.
Pasados unos momentos, Kumme se atrevió a hablar.
- ¿La sientes? - preguntó con un susurro.
- Sí - contestó el otro, también con un susurro.
- ¿Dónde está?
- Detrás de tí.
Kumme se giró para encontrarse frente a frente con el espectro de la mujer. Se lanzó hacia atrás pero tropezó con una mesita de noche y azotó de espaldas sobre un roído sofá, destruyéndolo en el proceso. El espectro flotaba y emitía una ligera luz, casi imperceptible en el día que agonizaba.
- Tiene la mala costumbre de hacer eso - dijo Kael mientras se acercaba a la forma de Marlene- traemos noticias de Pamela.
El espectro, de estar muy difuminado, se solidificó, casi pareciera que estuvieras viendo a una mujer transparente.
- ¿Pamela? - habló la mujer, con una voz cargada de dolor, pero mucho más clara que la primera vez - ¿cómo está? ¿Está viva?
Kael sacudió la cabeza lentamente. Le explicó todo lo que habían vivido los pasados días.
- !Oh no! - exclamó el espectro, llevándose las manos a la boca - !Pobre Pamela! Era tan joven, y era una niña tan risueña...
- ¿Por qué puedes hablar mejor? - preguntó Kael. Detrás de el Elfo, Kumme se incorporaba cautelosamente.
- Los fantasmas que destruyeron... ayudó a levantar la neblina - dijo, dubitativa - sigue ahí, gana fuerza otra vez, pero por lo pronto podemos pensar.
El espectro se difuminó un poco.
- Ella no sabe lo que le sucedió a su padre, ¿verdad? ¿A mi hermano, Joseph? - el espectro dudó por otro momento, mordiendo su labio inferior - no, claro que no. No podría entender lo que le sucedió a Joseph, e incluso si lo entendiera yo no tengo el corazón para decírselo.
- ¿Qué sucedió con su hermano? - preguntó Kumme, ya repuesto de la sorpresa.
- Desearía que Joseph pudiera estar con su hija de nuevo, pero no puede ser. Su alma fue torcida por el Azote de los Muertos Vivientes, y se transformó en un monstruo. !Oh Luz, está perdido!
- Se puede redimir, si él lo desea - habló Kael.
- No, pero quizás podemos cambiar su destino - completó Marlene - quizás podamos.
- ¿Cómo? - preguntó Kumme.
- Busquen afuera en las tumbas - dijo la mujer extendiendo un brazo y apuntando a la ventana - busquen la lápida de Joseph Redpath. Su cuerpo no está ahí, pues fue aplastado y destruido hace años, pero debajo de la lápida está su anillo de bodas. Lleven el anillo a Chromie... ella es un gnomo extraño con poderes extraños.
- Chromie - repitió el Cazador.
- ¿Y dónde podemos encontrar a esta Chromie, Marlene? - preguntó Kael.
- En las ruinas de Andorhal, en la posada en ruinas en la esquina nor-oeste de la ciudad - contestó el espectro.
Los aventureros se miraron entre sí, luego miraron a Marlene.
- ¿En la maldita ciudad infestada de muertos vivientes? - preguntó Kumme
- ¿Cómo diantres vive un gnomo ahí? - preguntó Kael, al mismo tiempo que su amigo.
El espectro se difuminó poco a poco.
- Búsquenla... - habló con una voz cada vez más distante - en la posada... ella puede ser la única que puede ayudarnos...
Y desapareció.
Kumme y Kael se quedaron en la obscuridad, sorprendidos, parpadeando para acostumbrarse a la falta de luz.
- Hablar con espíritus, pelear con otros, profanar tumbas y penetrar ciudades infestadas de malditos muertos vivientes para hablar con gnomos chiflados - dijo Kumme - todo esto por tres miserables piezas de oro que regalaste a indigentes.
- Espero que tus chistes de mal gusto sea lo único que tengamos que sobrellevar para salvar el alma de esa niña - habló Kael, encendiendo una luz tenue con su mazo.
- Sí... - contestó el cazador - yo también.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Sí, en el quest original yo tampoco entendí cómo carajos sabía la mujer de la existencia de Chromie, y espérense a que sepan qué es :o
PD. Lo sobreactuado de los diálogos de Carlin es porque en por mi insistencia en meter los diálogos escritos en los textos de los quests de wow. En verdad habla así.
Índice:
- Parte 1: Pamela, la Hermanita
- Parte 2: La Pequeña Pamela
- Parte 3: Descubriendo el Pasado
- Parte 4: El Tío Carlin y la Tía Marlene
- Parte 5: Un Historiador Extraño
- Parte 6: Los Anuarios de Darrowshire
- Parte 7: El Hermano Carlin y los Anuarios Extendidos de Darrowshire
- Parte 8: Los Villanos de Darrowshire
- Parte 9: Los Héroes de Darrowshire
- Parte 10: Reescribiendo la Historia de Darrowshire
- Parte 11: Para Salvar a un Héroe
- Parte 12: Redpath, El Corrupto
- Parte 13: Epílogo
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