Las Crónicas de Azeroth: La Batalla de Darrowshire
Redpath, El Corrupto
"Ni en los inviernos más crudos de Silvermoon había sentido un frío como el que emana un Caballero de la Muerte; es uno que te hace preguntarte si alguna vez volverás a sentir calor"
~ Conversaciones con Kael Seguidor de Luz, en Silvermoon
I
- !Mátalos! - Rugió Marduk con una sonrisa macabra - !corrómpelos y traiciónalos en el nombre de tu Rey Lich!
Joseph Redpath se había incorporado, tenía un aura obscura a su alrededor; su armadura estaba ennegrecida, una sombra de lo que antes era. Sus ojos eran azules ahora, su pelo blanquecino.
- !Ahora morirán a manos de su propio capitán! - se burló el Caballero de la Muerte. Empuñó su espada y se dio la media vuelta hacia la batalla.
Kumme y Kael quedaron frente a Joseph el Corrupto, él tomó su vieja espada y la de un paladín caído cerca de él; hizo girar ambas armas a sus costados y tomó posición de defensa. Estaban a unos diez metros de distancia.
Kumme preparó su rifle y lo apuntó en medio de los ojos del corrupto Joseph.
- Esto me va a doler más a mí que a t... - Empezó a decir el Cazador, pero sintió que una fuerte mano lo tomaba de la armadura y lo jalaba inexorable hacia el Caballero de la Muerte, que lo esperaba con una mano extendida y con la otra espada esperando para rebanarlo en dos. A lo largo del campo de batalla resonó un sonido de metal contra metal, y Kumme cayó a sus pies, aturdido, rodeado por una burbuja de luz.
Kael cargó con el escudo enfrente hacia Redpath, pero él sólo estiró una mano hacia el paladín y de ella emergió una garra hecha de hielo que se impactó contra el Elfo.
Kael perdió fuerzas y se fue de bruces, nunca en su vida se había sentido así. Sentía un frío extremo pero ardía en fiebre; se sentía a punto de vomitar.
Para eso Kumme ya había girado e incorporado y ya llovía hachazos sobre Redpath. Ambos se conectaron algunos golpes que fueron rechazados por sus armaduras sin recibir mucho daño; mientras tanto Kael, en el suelo, invocó a la Luz para curar su enfermedad. El paladín se incorporó para ver a Joseph lanzar un golpe hacia arriba que dejó una estela roja, su arma parecía manchada de sangre; el poderoso golpe fue detenido por el hacha izquierda de Kumme pero ésta se trozó en pedazos, el Tauren cayó hacia atrás por el impacto.
Kael se paró de un salto y cargó hacia el Caballero de la Muerte, su escudo brillando dorado, cargado de energía divina.
Chocó contra Joseph y detuvo algunos golpes con su escudo encantado, sólo recibiendo un par de cortes en la pierna derecha y en el antebrazo derecho, donde blandía su mazo. A cambio logró doblar la armadura de Redpath en su brazo izquierdo con un poderoso impacto; Kumme ya se había puesto de pie nuevamente y ya cargaba hacia ellos.
Kael logró conectar un golpe con su escudo en el pecho a Joseph, haciendo que llovieran chispas sobre el suelo lodoso.
El Caballero de la Muerte trastabilló hacia atrás y levantó un brazo al cielo, inmediatamente el pasto en un área alrededor de él se marchitó y la tierra se pudrió; se llenó de un color carmesí que formaba runas en el suelo.
El Paladín y el Cazador sintieron que sus pies y piernas estaban en llamas, sentían fuego y sombra recorrer sus piernas. De un grito de dolor saltaron hacia atrás, Kumme logró aterrizar de pie pero Kael, por su armadura más pesada, cayó aparatosamente sobre una mesita en el costado de una casa. El Elfo levantó la vista para ver a su alrededor: peleando ya se habían acercado más al pueblo.
- !Kael! - gritó Kumme, mirando el suelo rojizo alrededor de Redpath.
El Paladín se incorporó nuevamente y saltó hacia el centro del área infectada, en vez de golpear al Caballero de la Muerte golpeó el suelo con su martillo, emitiendo desde el epicentro una nube dorada y consagrando el suelo a su alrededor.
Joseph Redpath lanzó un rugido de dolor, Kumme ya llegaba para taclearlo y estrellarlo contra la pared de la cabaña enfrente a la cual peleaban, tenía las ventanas y puertas abiertas y dentro había obscuridad. El Cazador, quien conservaba su fuerza de Tauren, tomó a Redpath del cuello de la armadura y le comenzó a propinar furiosos golpes en el rostro. Los ojos del Caballero de la muerte se encendieron en un azul más intenso y de un rugido se apoyó contra la pared y pateó a Kumme con ambas piernas, lanzándolo a varios metros de donde peleaban, esta vez el aterrizaje no fue con tanta gracia.
Joseph se incorporó y recogió el hacha que había soltado Kumme, la lanzó al aire a su costado y ésta quedó suspendida en el aire brillando con una luz azul, se blandió sola y se lanzó hacia Kael, quien se acercaba con el escudo en alto.
La hoja del hacha penetró al escudo cuando lo golpeó, enterrándose y cortando la armadura y carne del antebrazo izquierdo del Elfo. Éste lanzó un grito de dolor y arrojó el escudo al suelo; el hacha todavía enterrada, moviéndose frenéticamente tratando de separarse de su prisión y su antebrazo sangrando profusamente.
Kumme ya había recogido su arcabús y apuntó hacia Joseph; si alguien hubiera visto de cerca el rostro del cazador, se verían ojos como los de un halcón en vez de unos de humano. Cargó su arcabús y con una velocidad impresionante lanzó una ráfaga de disparos hacia el Caballero de la Muerte.
Las balas penetraron la armadura y dejaron brotar chorros de sangre negra, Joseph chocó de espaldas contra la pared de la cabaña, y se resbaló un poco por las múltiples heridas, manchando la pared de sangre negra. Kumme se preparaba a cargar una nueva ráfaga pero Joseph levantó las manos y el Cazador escuchó un asqueroso sonido carnoso detrás de él, giró para ver un cuerpo de un defensor de Darrowshire caído hincharse y luego contraerse, después se levantó como un horrible necrófago quien lo atacó con sus afiladas garras.
Kael pudo distinguir cómo el cuerpo del Caballero de la Muerte brillaba de un color azul y sus heridas de pronto dejaron de sangrar, en vez de frescas se veían congeladas; alrededor de su cuerpo el suelo se congeló y el aire se hizo escarcha.
Kumme, luchando contra su nuevo oponente, paró el ataque con su arcabús y le estrelló la culata contra el rostro, cuando el necrófago estuvo en el suelo el cazador dejó caer la culata del arcabús como si fuera hacha sobre el torso del monstruo, éste se retorció y rugió de dolor por el golpe por unos instantes antes de caer inerte.
Cuando giró, Redpath estaba casi encima de él, blandiendo sus espadas nuevamente.
Kumme detuvo un corte vertical con el arcabus, luego uno horizontal con la culata del mismo.
- !Kael, una mano! - gritó mientras que trataba de predecir el siguiente golpe.
- !Ocupado! - le contestó Kael quien acababa de perder un mechón de cabello por el hacha que lo había intentado decapitar.
El Paladín trastabilló hacia atrás y chocó contra la pared de la casucha, se agachó nuevamente y el hacha se enterró en la madera. Kael se incorporó y lanzó una ráfaga de furia divina hacia el arma encantada; después de brillar dorado por unos momentos - y de escuchar un diminuto rugido - el arma dejó de moverse.
Kumme recibió varios cortes en los antebrazos por golpes rechazados, finalmente colocó su arcabús enfrente de él de manera horizontal para detener un golpe con la mano derecha, en diagonal hacia arriba, pero el arma brilló verde por un instance y traspasó el arcabús como si no estuviera; Kumme sintió que el golpe le rasgaba el corazón y el pulmón izquierdo y trastabilló hacia atrás, sintiéndose enfermo.
Kael desenterró el hacha del cazador de la pared y corrió hacia la pareja; pero Joseph se limitó a extender una mano hacia él y los pies del Elfo se enredaron en enormes cadenas hechas de hielo, resbaló y cayó de bruces.
Kumme usó el arcabús como si fuera un bastón y atacó con ambos extremos, haciéndolo girar para mantener a raya los ataques del Caballero de la Muerte; Joseph rechazó fácilmente sus ataques y contestaba con cortes y punzadas en el exhausto Cazador.
De pronto hubo una explosión de Luz y Redpath perdió el equilibrio cuando su propio escudo cargado de energía divina chocó contra su cuerpo. Kumme aprovechó el momento para blandir su arcabus como mazo y lo golpeó en el rostro, Joseph se derrumbó en el suelo.
Kumme miró hacia su amigo, y éste estaba hincado con la mano estirada por haber arrojado el escudo, con un aura roja brillando y girando en el suelo; en su espalda se notaba el fino brillo de un par de alas doradas.
Redpath intentó incorporarse pero recibió otro masivo impacto con la cacha del arcabús en la cabeza, lo que lo hizo caer de nuevo.
Joseph se intentó incorporar una tercera vez y estiró una mano hacia Kumme, ésta brilló azul por un instante pero de pronto se desintegró por la energía divina de un hechizo de exorcismo de Kael.
El Caballero de la Muerte, con el rostro deforme por los golpes, miró el muñón de su mano, sorprendido, luego miró a los aventureros como si los viera por primera vez. Kumme recibió el hacha que le arrojó su amigo y la levantó sobre su cabeza.
Por un instante, Kael juró ver que Joseph miraba el hacha y luego a Kumme, y asentía.
- Perdón, capitán - dijo Kael, parado a un lado de él, las alas de furia divina dispersándose.
- G... Gracias - susurró el Caballero de la Muerte, y de un rápido corte la cabeza de Joseph Redpath, el Corrupto, cayó rodando hacia el centro de la plaza de Darrowshire.
Atrás de ellos, en la batalla, se escuchó un rugido de furia y frustración; un rabioso Marduk el Negro cargó hacia ellos, abriéndose paso entre muertos y vivos; sus ojos brillaban de un azul intenso.
Exhaustos y mal heridos, Kumme recogió una espada de Joseph y Kael la otra espada y el escudo, y se giraron para enfrentar al Caballero de la Muerte que se acercaba.
De pronto, los aventureros sintieron que eran arrojados hacia adelante con muchísima fuerza, vieron pasar a Marduk por enfrente de ellos hasta dejarlo muy atrás, tierras, días, noches, meses, años, pasaron frente a ellos a velocidades impresionantes y finalmente, sólo vieron negro.
Mañana, el epílogo.
!Saludos!
~ Atte,
El Kushiage
Índice:
Redpath, El Corrupto
"Ni en los inviernos más crudos de Silvermoon había sentido un frío como el que emana un Caballero de la Muerte; es uno que te hace preguntarte si alguna vez volverás a sentir calor"
~ Conversaciones con Kael Seguidor de Luz, en Silvermoon
I
- !Mátalos! - Rugió Marduk con una sonrisa macabra - !corrómpelos y traiciónalos en el nombre de tu Rey Lich!
Joseph Redpath se había incorporado, tenía un aura obscura a su alrededor; su armadura estaba ennegrecida, una sombra de lo que antes era. Sus ojos eran azules ahora, su pelo blanquecino.
- !Ahora morirán a manos de su propio capitán! - se burló el Caballero de la Muerte. Empuñó su espada y se dio la media vuelta hacia la batalla.
Kumme y Kael quedaron frente a Joseph el Corrupto, él tomó su vieja espada y la de un paladín caído cerca de él; hizo girar ambas armas a sus costados y tomó posición de defensa. Estaban a unos diez metros de distancia.
Kumme preparó su rifle y lo apuntó en medio de los ojos del corrupto Joseph.
- Esto me va a doler más a mí que a t... - Empezó a decir el Cazador, pero sintió que una fuerte mano lo tomaba de la armadura y lo jalaba inexorable hacia el Caballero de la Muerte, que lo esperaba con una mano extendida y con la otra espada esperando para rebanarlo en dos. A lo largo del campo de batalla resonó un sonido de metal contra metal, y Kumme cayó a sus pies, aturdido, rodeado por una burbuja de luz.
Kael cargó con el escudo enfrente hacia Redpath, pero él sólo estiró una mano hacia el paladín y de ella emergió una garra hecha de hielo que se impactó contra el Elfo.
Kael perdió fuerzas y se fue de bruces, nunca en su vida se había sentido así. Sentía un frío extremo pero ardía en fiebre; se sentía a punto de vomitar.
Para eso Kumme ya había girado e incorporado y ya llovía hachazos sobre Redpath. Ambos se conectaron algunos golpes que fueron rechazados por sus armaduras sin recibir mucho daño; mientras tanto Kael, en el suelo, invocó a la Luz para curar su enfermedad. El paladín se incorporó para ver a Joseph lanzar un golpe hacia arriba que dejó una estela roja, su arma parecía manchada de sangre; el poderoso golpe fue detenido por el hacha izquierda de Kumme pero ésta se trozó en pedazos, el Tauren cayó hacia atrás por el impacto.
Kael se paró de un salto y cargó hacia el Caballero de la Muerte, su escudo brillando dorado, cargado de energía divina.
Chocó contra Joseph y detuvo algunos golpes con su escudo encantado, sólo recibiendo un par de cortes en la pierna derecha y en el antebrazo derecho, donde blandía su mazo. A cambio logró doblar la armadura de Redpath en su brazo izquierdo con un poderoso impacto; Kumme ya se había puesto de pie nuevamente y ya cargaba hacia ellos.
Kael logró conectar un golpe con su escudo en el pecho a Joseph, haciendo que llovieran chispas sobre el suelo lodoso.
El Caballero de la Muerte trastabilló hacia atrás y levantó un brazo al cielo, inmediatamente el pasto en un área alrededor de él se marchitó y la tierra se pudrió; se llenó de un color carmesí que formaba runas en el suelo.
El Paladín y el Cazador sintieron que sus pies y piernas estaban en llamas, sentían fuego y sombra recorrer sus piernas. De un grito de dolor saltaron hacia atrás, Kumme logró aterrizar de pie pero Kael, por su armadura más pesada, cayó aparatosamente sobre una mesita en el costado de una casa. El Elfo levantó la vista para ver a su alrededor: peleando ya se habían acercado más al pueblo.
- !Kael! - gritó Kumme, mirando el suelo rojizo alrededor de Redpath.
El Paladín se incorporó nuevamente y saltó hacia el centro del área infectada, en vez de golpear al Caballero de la Muerte golpeó el suelo con su martillo, emitiendo desde el epicentro una nube dorada y consagrando el suelo a su alrededor.
Joseph Redpath lanzó un rugido de dolor, Kumme ya llegaba para taclearlo y estrellarlo contra la pared de la cabaña enfrente a la cual peleaban, tenía las ventanas y puertas abiertas y dentro había obscuridad. El Cazador, quien conservaba su fuerza de Tauren, tomó a Redpath del cuello de la armadura y le comenzó a propinar furiosos golpes en el rostro. Los ojos del Caballero de la muerte se encendieron en un azul más intenso y de un rugido se apoyó contra la pared y pateó a Kumme con ambas piernas, lanzándolo a varios metros de donde peleaban, esta vez el aterrizaje no fue con tanta gracia.
Joseph se incorporó y recogió el hacha que había soltado Kumme, la lanzó al aire a su costado y ésta quedó suspendida en el aire brillando con una luz azul, se blandió sola y se lanzó hacia Kael, quien se acercaba con el escudo en alto.
La hoja del hacha penetró al escudo cuando lo golpeó, enterrándose y cortando la armadura y carne del antebrazo izquierdo del Elfo. Éste lanzó un grito de dolor y arrojó el escudo al suelo; el hacha todavía enterrada, moviéndose frenéticamente tratando de separarse de su prisión y su antebrazo sangrando profusamente.
Kumme ya había recogido su arcabús y apuntó hacia Joseph; si alguien hubiera visto de cerca el rostro del cazador, se verían ojos como los de un halcón en vez de unos de humano. Cargó su arcabús y con una velocidad impresionante lanzó una ráfaga de disparos hacia el Caballero de la Muerte.
Las balas penetraron la armadura y dejaron brotar chorros de sangre negra, Joseph chocó de espaldas contra la pared de la cabaña, y se resbaló un poco por las múltiples heridas, manchando la pared de sangre negra. Kumme se preparaba a cargar una nueva ráfaga pero Joseph levantó las manos y el Cazador escuchó un asqueroso sonido carnoso detrás de él, giró para ver un cuerpo de un defensor de Darrowshire caído hincharse y luego contraerse, después se levantó como un horrible necrófago quien lo atacó con sus afiladas garras.
Kael pudo distinguir cómo el cuerpo del Caballero de la Muerte brillaba de un color azul y sus heridas de pronto dejaron de sangrar, en vez de frescas se veían congeladas; alrededor de su cuerpo el suelo se congeló y el aire se hizo escarcha.
Kumme, luchando contra su nuevo oponente, paró el ataque con su arcabús y le estrelló la culata contra el rostro, cuando el necrófago estuvo en el suelo el cazador dejó caer la culata del arcabús como si fuera hacha sobre el torso del monstruo, éste se retorció y rugió de dolor por el golpe por unos instantes antes de caer inerte.
Cuando giró, Redpath estaba casi encima de él, blandiendo sus espadas nuevamente.
Kumme detuvo un corte vertical con el arcabus, luego uno horizontal con la culata del mismo.
- !Kael, una mano! - gritó mientras que trataba de predecir el siguiente golpe.
- !Ocupado! - le contestó Kael quien acababa de perder un mechón de cabello por el hacha que lo había intentado decapitar.
El Paladín trastabilló hacia atrás y chocó contra la pared de la casucha, se agachó nuevamente y el hacha se enterró en la madera. Kael se incorporó y lanzó una ráfaga de furia divina hacia el arma encantada; después de brillar dorado por unos momentos - y de escuchar un diminuto rugido - el arma dejó de moverse.
Kumme recibió varios cortes en los antebrazos por golpes rechazados, finalmente colocó su arcabús enfrente de él de manera horizontal para detener un golpe con la mano derecha, en diagonal hacia arriba, pero el arma brilló verde por un instance y traspasó el arcabús como si no estuviera; Kumme sintió que el golpe le rasgaba el corazón y el pulmón izquierdo y trastabilló hacia atrás, sintiéndose enfermo.
Kael desenterró el hacha del cazador de la pared y corrió hacia la pareja; pero Joseph se limitó a extender una mano hacia él y los pies del Elfo se enredaron en enormes cadenas hechas de hielo, resbaló y cayó de bruces.
Kumme usó el arcabús como si fuera un bastón y atacó con ambos extremos, haciéndolo girar para mantener a raya los ataques del Caballero de la Muerte; Joseph rechazó fácilmente sus ataques y contestaba con cortes y punzadas en el exhausto Cazador.
De pronto hubo una explosión de Luz y Redpath perdió el equilibrio cuando su propio escudo cargado de energía divina chocó contra su cuerpo. Kumme aprovechó el momento para blandir su arcabus como mazo y lo golpeó en el rostro, Joseph se derrumbó en el suelo.
Kumme miró hacia su amigo, y éste estaba hincado con la mano estirada por haber arrojado el escudo, con un aura roja brillando y girando en el suelo; en su espalda se notaba el fino brillo de un par de alas doradas.
Redpath intentó incorporarse pero recibió otro masivo impacto con la cacha del arcabús en la cabeza, lo que lo hizo caer de nuevo.
Joseph se intentó incorporar una tercera vez y estiró una mano hacia Kumme, ésta brilló azul por un instante pero de pronto se desintegró por la energía divina de un hechizo de exorcismo de Kael.
El Caballero de la Muerte, con el rostro deforme por los golpes, miró el muñón de su mano, sorprendido, luego miró a los aventureros como si los viera por primera vez. Kumme recibió el hacha que le arrojó su amigo y la levantó sobre su cabeza.
Por un instante, Kael juró ver que Joseph miraba el hacha y luego a Kumme, y asentía.
- Perdón, capitán - dijo Kael, parado a un lado de él, las alas de furia divina dispersándose.
- G... Gracias - susurró el Caballero de la Muerte, y de un rápido corte la cabeza de Joseph Redpath, el Corrupto, cayó rodando hacia el centro de la plaza de Darrowshire.
Atrás de ellos, en la batalla, se escuchó un rugido de furia y frustración; un rabioso Marduk el Negro cargó hacia ellos, abriéndose paso entre muertos y vivos; sus ojos brillaban de un azul intenso.
Exhaustos y mal heridos, Kumme recogió una espada de Joseph y Kael la otra espada y el escudo, y se giraron para enfrentar al Caballero de la Muerte que se acercaba.
De pronto, los aventureros sintieron que eran arrojados hacia adelante con muchísima fuerza, vieron pasar a Marduk por enfrente de ellos hasta dejarlo muy atrás, tierras, días, noches, meses, años, pasaron frente a ellos a velocidades impresionantes y finalmente, sólo vieron negro.
Mañana, el epílogo.
!Saludos!
~ Atte,
El Kushiage
Índice:
- Parte 1: Pamela, la Hermanita
- Parte 2: La Pequeña Pamela
- Parte 3: Descubriendo el Pasado
- Parte 4: El Tío Carlin y la Tía Marlene
- Parte 5: Un Historiador Extraño
- Parte 6: Los Anuarios de Darrowshire
- Parte 7: El Hermano Carlin y los Anuarios Extendidos de Darrowshire
- Parte 8: Los Villanos de Darrowshire
- Parte 9: Los Héroes de Darrowshire
- Parte 10: Reescribiendo la Historia de Darrowshire
- Parte 11: Para Salvar a un Héroe
- Parte 12: Redpath, El Corrupto
- Parte 13: Epílogo
todvía tengo la foto de ese día :D que bien me sentí después de que me regresaron al presente FOR PAMELA!!!
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