martes, 4 de agosto de 2009

Las Crónicas de Azeroth: La Batalla de Darrowshire (Parte 11)

Las Crónicas de Azeroth: La Batalla de Darrowshire

Para Salvar a un Héroe

"Arthas ha cometido muchos crímenes, pero haber disuelto la Orden de la Mano Plateada, a quienes tanto había ayudado, jamás será perdonado"
~ Conversaciones con Kael Seguidor de Luz, en Silvermoon.


I

- !Por la Luz, es una máquina! - exclamó Kael mientras veía a lo lejos como Joseph Redpath mantenía a raya a seis necrófagos: se coló entre ellos girando, decapitó a uno, le estrelló el escudo en el rostro a otro, se agachó para cortarle los pies a un tercero y con el mismo impulso rebanó otro a la mitad; paró un garrazo con el escudo y después cercenó el brazo derecho de su atacante, giró para decapitar al necrófago que lo atacaba por detrás y terminó estrellando el escudo en el cuerpo del necrófago manco para finalmente decapitarlo tambíen.
- ¿Alguna idea? - preguntó Kumme mientras que destrozaba de un corte vertical con sus hachas de mano a un esqueleto roído.
- !Sigo pensando! - contestó Kael, rechazando con su escudo un ataque de un necrófago, luego hizo un giro agachándose para tropezarlo y, una vez en el suelo, destrozó el cráneo con un escudazo.
La batalla había comenzado hacia media hora, los defensores de Darrowshire todavía mantenían el control de la colina; las constantes oleadas de necrófagos y esqueletos chocaba contra los escudos y espadas, sin embargo, se empezaba a nublar lo que preocupaba a Kael.
A lo lejos, se escuchó un horrible chirrido, como un relincho pero venido de ultratumba. Momentos más tarde, sobre la colina aparecieron una nueva oleada de necrófagos y un caballero montando sobre un caballo esquelético, cubierto de armadura negra y plateada. El recién llegado lanzo un rugido venido de las profundidades de los abismos, que hizo que a todos se les pusiera la carne de gallina; los menos valientes se echaron al suelo tapándose los oídos, temblando.
- !La Luz está con nosotros, hermanos! - rugió Davil - !Por Darrowshire!
Algunos corearon con él, un poco animados. El jinete era un muerto viviente, se notaba por los pedazos de carne que le faltaban en el cuerpo debajo de su armadura roja con negro; su casco, con cuernos y negro como la noche, dejaba ver un par de ojos azules brillantes en el fondo.
Detrás de él, emergió un enorme necrófago, horriblemente desfigurado, casi desnudo y enormes garras afiladas; sus músculos flacos pero correosos se le aderían al cuerpo como un desnutrido. Lanzó un rugido monstruoso y se lanzó hacia la batalla.
- !Kael! - gritó Kumme, alertando a su amigo.
- Maldición - dijo mientras bloqueaba un espadazo enemigo - !esos han de ser Marduk y Horgus!
- !Escoge! - le pidió Kumme mientras que decapitaba al esqueleto que había chocado contra el escudo de Kael.
Kael lo pensó por un instante.
- Déjame a Marduk.
- Horgus cae hoy, entonces.
El Elfo extendió su mazo hacia su amigo.
- !Lok'Tar Ogar, Kumme!
El Tauren chocó su hacha contra el mazo.
- !Victoria o Muerte, Kael!


II

Kumme arribó cuando Horgus chocaba contra Davil. El paladín había perdido su casco y peleaba con un enorme mazo de dos manos. Cargó hacia el necrófago y lo tacleó con fuerza por el costado izquierdo, lo que lo hizo trastabillar. Davil conectó un golpe en el pecho del monstruo, lo que lo hizo caer de espaldas.
Se incorporó, rugiendo furioso y cargó hacia los dos hombres que lo esperaban.
Lanzó un garrazo horizontal hacia ellos, Kumme sintió como cortaba el aire cerca de su garganta.
Tiró un corte en diagonal con su hacha derecha pero fue repelida por una garra huesuda, sintió que perdía el aire por un garrazo en el estómago que rasgó su armadura y lastimó su carne y trastabilló de espaldas, Horgus se abalanzó sobre él.
- !Tu pelea es conmigo, monstruo! - rugió Davil Forja de Luz, mientras lo bañaba un pilar de luz. Una figura vestida de armadura completa roja, con un casco alado escarlata y una gigantesca espada se formó delante de él y después se desvenació. Con un grito que sonó como si dos personas gritaran al unísono, Davil cargó hacia el Lord Necrófago y estrelló su masivo martillo de dos manos contra él.
La bestia rugió de dolor y giró para enfrentar al paladín. Comenzaba una ligera llovizna.
Davil extendió su mano derecha encendida en luz dorada hacia el necrófago, se escuchó el característico sonido del exorcismo, mismo que fue ahogado por el rugido de dolor del necrófago; cuando cargó hacia Davil, el Lord tenía un área de carne calcinada en el pecho.
Kumme cargó su arcabús apuntando hacia el Lord. Hizo un disparo que le destruyó tres dedos de mano derecha a Horgus; la criatura rugió de dolor y giró hacia el Tauren, con ojos inyectados de sangre y odio. Incluso a esta distancia, alcanzaba a oler la peste del monstruo.
- Te dije que tu pelea es conmi... - gritó Davil, dejando caer su mazo sobre la espalda de Horgus, pero éste giró rápidamente para detener el martillo; se lo arrancó de las manos e hizo hacia atrás su otro brazo para clavar sus garras en el vientre de Davil.
Kumme apuntó el rifle recién cargado hacia la cabeza del Lord y disparó, pero sólo se escuchó el "clic" del cargador que se colocaba en posición de disparado. Davil fue atravesado por el garrazo del necrófago. Con un grito ahogado de dolor, se derrumbó al suelo.
- ¿Se trabó? - dijo Kumme en voz alta, sorprendido - ¿No disparó? !Pero yo hice este rifle! - continuó gritando, frenético - !Mis rifles no se traban!
Horgus avanzó hacia él, con su larga lengua lamiendo sus deformes dientes amarillos.
Kumme arrojó el rifle al suelo y desenfundó sus hachas nuevamente.
- !Ven acá perro de la guerra! - rugió Kumme, sintiendo la bestia interior salir e inundarlo de furia - !tendré tu cabeza de trofeo!
Los dos chocaron, uno hábilmente rechanzando y esquivando los golpes del otro; Kumme rechazó un garrazo e hizo un corte lateral que casi le rebana el brazo izquierdo al necrófago, éste aprovechó y rasgó la armadura de la pierna derecha de Kumme. A cada golpe que conectaba el Cazador el Lord Necrófago se enfurecía más y atacaba más rápido; llegó a un punto que Kumme ya no podía predecir los golpes y recibió un garrazo en el pecho, otro en el costado izquierdo y una rasguñada en la mano derecha que lo hizo soltar el hacha.
Horgus rugió de dolor cuando hubo una explosión de chispas doradas en su espalda.
Giró sólo para recibir un poderoso impacto con el marro de batalla de Davil en el pecho, lo que lo hizo trastabillar hacia un costado; el paladín lanzó otro golpe pero el marro fue detenido por la garra del necrófago, sin embargo de la silueta de Davil emergió una figura blandiendo una enorme espada que conectó otro impacto en el cuerpo de Horgus.
Davil formó un martillo hecho de energía luminosa en su mano y lo estrelló contra el necrófago; lo que lo hizo perder el equilibrio y caer de rodillas. Davil extendió una mano hacia el muerto viviente y el espíritu emergió de su cuerpo, volando, con la espada preparada sobre su cabeza. Kumme tuvo que cerrar los ojos para protegerse de la explosión de luz.
Horgus yacía en el suelo, con el pecho y rostro destrozados. Davil cojeó hacia él y dejó caer furioso su mazo una y otra vez, para rematar al monstruo. Finalmente se puso de rodillas y tomó el hacha que Kumme había tirado, la usó para decapitar al caído Horgus.
El cazador corrió hacia Davil, quien sangraba profusamente del abdomen.
- Déjame - dijo, con voz dolorosa - ve y ayuda al capitán - yo estaré bien. El paladín le ofreció el mango del hacha a Kumme.
Un paladín se acercó corriendo a ellos y se hincó frente a su comandante, abrazándolo para sostenerlo, Davil aún le extendía el hacha, con la cabeza gacha.
Cuando Kumme la tomó y sus miradas se cruzaron, vio en él el conocimiento de la muerte que tienen todas las criaturas; esa sabiduría que llega al final de la vida que nos enseña la hora de nuestro fin.
Davil Forja de Luz se desplomó sobre el cuerpo caído del Lord Necrófago.


III

Kael bloqueó un poderoso impacto de la espada rúnica de Marduk el Negro, el golpe lo hizo resbalar hacia atrás en la tierra enlodada.
Joseph cargó hacia el caballero de la Muerte y dejó caer una lluvia de espadazos sobre él, corte que lanzaba Redpath era corte rechazado por la negra espada de Marduk.
- !Darrowshire está perdida, Redpath! - se burló el Caballero, con una voz que tenía varios ecos.
- !Nunca! - rugió Joseph.
Redpath y Marduk chocaron nuevamente, forcejeando con sus armas, de un gruñido se separaron y el muerto viviente arrojó a Joseph hacia atrás. Kael cargó hacia el Caballero de la Muerte, pero se detuvo y encajó su escudo en acción defensiva justo a tiempo para resistir el poderoso impacto de un chorro de aire congelado lanzado por Marduk. Kael Voló hacia atrás y aterrizó de espaldas aparatosamente, perdiendo el aire en los pulmones; su escudo estaba lleno de escarcha, su mano le dolía como si hubiera estado en una cubeta con nieve.
Se sentó rápidamente.
- Oh Luz... - alcanzó a exclamar.
El Elfo miró con horror al enorme filo que sobresalía del pecho del capitán Redpath.
- !No! !Oh Luz no! - gritó.
Se incorporó y estiró su mano hacia Redpath, llamando a la Luz para protegerlo, pero nadie respondió. Por primera vez en su vida, la Luz quedó en silencio.
Miró a su mano, atónito. Frente a él, el Caballero de la Muerte rió a carcajadas.
Kumme llegó jadeando al lado del paladón.
- Oh no... - dijo mientras veía cómo Marduk El Negro desencajaba el filo del cuerpo inerte de Redpath; después elevó su arma negra y sobre el filo se iluminaron runas negras, rojas y azules; el cuerpo de Joseph se elevó, flácido, a un metro sobre el suelo; Kumme y Kael pudieron distinguir cómo el alma de Joseph Redpath era arrancada del cuerpo y torcida en una nube roja y negra. Una vez que el alma parecía un hombre monstruoso con una armadura negra y roja como la del Caballero de la Muerte, Marduk descendió su espada hacia el cuerpo de Redpath, introduciendo el alma corrompida en capitán, el cuerpo comenzó a convulsionarse.
- !Fallamos Kael! - gritó Kumme, haciéndose escuchar sobre el rugido de la batalla a su alrededor - !Davil murió por sus heridas contra Horgus!
- No... - sólo pudo decir Kael mientras daba un paso hacia atrás.
- !Todo está pasando como en los Anuarios! !Maldita sea, fallamos! - rugió furioso el Tauren.
- La Luz no llegó... - dijo Kael, todavía aturdido - No llegó... Es como si no lo pudieramos evitar.
Pausó.
- ... como si no se pudiera evitar - dijo en un susurro.
Entonces fue cuando las palabras de Chromie tuvieron sentido para el Elfo, "Carlin Redpath no debe ayudarlos, porque él no entendería lo que debe hacerse".
- No... - dijo Kael para sí, cayendo en cuenta, luego le gritó a su amigo - !No hemos fallado, esto tiene que suceder!
- ¿Cómo?
- Ahora la entiendo Kumme !no estamos aquí para salvar a Darrowshire! - continuó mirando a su amigo a los ojos - !estamos aquí para salvar las almas de los que fueron corruptos por Redpath!
El entonces Capitán Joseph Redpath se incorporo nuevamente, su piel era pálida, su cabello blanco y sus ojos brillaban en azul.
- ¿Y cuál es la diferencia?
- !Darrowshire debe caer! - dijo Kael, señalando a su alrededor, desesperado - !Joseph debe ser corrompido!
- ¿Qué? ¿Por qué? - insistió el Tauren.
- !Entiende Kumme! - rugió Kael - !Joseph Redpath debe morir aquí!


!Saludos!
Atte,
El Kushiage

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