"En el siglo XIX, tejer se les recetaba a las mujeres como una cura para los nervios y la histeria. Muchos nuevos tejedores encuentran ésto difícil de creer porque, hasta que te haces bueno en ello, tejer parece causar esos mismos síntomas.
El espasmo arriba de mi ojo derecho desaparecerá practicando tejido."
~ Stephanie Perl-McPhee (1968 - ) en su libro: "Al final del Tejido: Meditaciones para mujeres que tejen demasiado.
El espasmo arriba de mi ojo derecho desaparecerá practicando tejido."
~ Stephanie Perl-McPhee (1968 - ) en su libro: "Al final del Tejido: Meditaciones para mujeres que tejen demasiado.
En un esfuerzo cronometrado en 26 horas, por fin terminé mi primera bufanda tejida.
Arriba: Triunfo de la esperanza y la necedad sobre la experiencia. |
De
la misma manera que un niño de cinco años le entrega, orgulloso, el
abominable dibujo de "mama-papa-yo" que hizo en clase de dibujo a sus
padres, yo, orgulloso, se la entrego a mi esposa. Ella, con la misma
ternura que muestran esos padres al pegar el dibujo en el refrigerador,
se durmió con la bufanda puesta.
Es un desastre: empezó con 25 puntadas y terminó con 31, está muy apretada en algunas partes y demasiado suelta en otras, se me fueron puntos y se arqueó y se enchuecó mostrando visiblemente desde dónde aprendí a ser consistente en mis puntadas.
Pero ella dice, bendita sea, que es perfecta.
Sé que ella podría comprar una bufanda cien veces mejor hecha, con mejor hilo y mejor diseño, pero, aunque suene a comercial barato de navidad, algo hecho cariñosamente a mano tiene parte de nuestra personalidad, parte de nuestra esencia y parte de nuestros pensamientos hacia esa persona. Es inigualable. Suena como cliché de mercadotecnia, pero realmente lo hecho a mano tiene una magia especial.
Tiene defectos y errores, al igual que yo, pero les aseguro que cada puntada tiene un "te quiero" escondido.
Es un desastre: empezó con 25 puntadas y terminó con 31, está muy apretada en algunas partes y demasiado suelta en otras, se me fueron puntos y se arqueó y se enchuecó mostrando visiblemente desde dónde aprendí a ser consistente en mis puntadas.
Pero ella dice, bendita sea, que es perfecta.
Sé que ella podría comprar una bufanda cien veces mejor hecha, con mejor hilo y mejor diseño, pero, aunque suene a comercial barato de navidad, algo hecho cariñosamente a mano tiene parte de nuestra personalidad, parte de nuestra esencia y parte de nuestros pensamientos hacia esa persona. Es inigualable. Suena como cliché de mercadotecnia, pero realmente lo hecho a mano tiene una magia especial.
Tiene defectos y errores, al igual que yo, pero les aseguro que cada puntada tiene un "te quiero" escondido.
A seguir practicando, ni modo, no queda de otra. Espero algún día entenderle a los "patrones" que uno encuentra en las revistas, creo que sería más fácil ensamblar un reactor nuclear con una mano y los ojos vendados que seguir esas malditas abreviaturas.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Ponga el ch. en el rv. Haga una línea de pr. y luego deje 2 espacios en blanco. Continúe haciendo lineas de pr. y luego de ar., alternando entre ps. y gr.