"Si revelas tus secretos al viento, no lo deberás culpar por revelarlos a los árboles"
~ Khalil Gibran (1883 - 1931)
Hoy leí una noticia sobre Liam Stacey, de 21 años, estudiante de la Universidad de Swansea en el Reino Unido que relata que éste muchacho hizo comentarios racistas en Twitter sobre el futbolista Fabrice Muamba quien colapsó en un partido de fútbol el pasado 17 de Marzo. Por éstos comentarios, el muchacho ha sido suspendido de su universidad y pasará 56 días en la cárcel ¿los cargos? "Incitar al racismo".
No, no sé cuáles fueron los comentarios, pero el punto es que éste muchacho ya echó a perder su vida por publicar, mientras estaba ebrio, estupideces en su cuenta de tuiter.
Y eso que allá hay libertad de expresión al igual que aquí en México, lo que no existe, afortunada o desafortunadamente, es libertad de expresión sin consecuencias: yo soy tan libre de pararme en la fachada de mi vecino y culparlo de delincuente como él de llamar a la policía y que me arresten por difamación.
La razón por la que comento esto es porque me preocupa el futuro que el Internet está preparando para mis hijos aún no nacidos: un futuro en donde todo lo que escribas y digas será fácilmente encontrable por Google y, de ser necesario, será usado en tu contra.
Todos decimos estupideces de jóvenes, es nuestra naturaleza*, pero el comentario insensible que antes te hacía un paria para tus compañeros de salón en la escuela ahora gracias a twitter, youtube y facebook te hace un paria para tu ciudad, país o, si es lo suficientemente inflamatorio, todo el mundo.
*E incluso de no tan jóvenes, la idiotez no discrimina sexo, edad o condición social.
Quiero que algo quede muy en claro: una vez que está en Internet, se queda en Internet. Para siempre. Cachés, buscadores, fotos que toman otras personas, etc., siempre estará ahi**, y como el desliz de la hija de Peña Nieto nos enseñó, sólo se necesita un tweet para caer en la infamia.
**Y ni crean que hay tal cosa como un "comentario anónimo"; incluso con mis rudimentarias herramientas yo puedo saber la IP, localización geográfica - !gracias Google Maps! - y otros detalles de las personas que me visitan y comentan. Aunque sea un comentario anónimo.
El detalle es, que no importa si lo hiciste o no, lo importante es que la gente crea que lo hiciste, y vaya si la gente es rápida de creer cosas horribles de otras personas, como aprendí con aquél altercado que tuvimos por los supuestos gatitos imaginarios asesinados y de aquellos pobres muchachos que fueron linchados siendo inocentes el pasado febrero en San Mateo Huitzilzingo aquí en México.
Me preocupa el futuro, mis estimados, uno ya ha aprendido a ser mesurado por temor a las represalias del fanatismo, pero nuestros jóvenes aún no*** y es por ellos por quien temo. Incluso el antigüo Papa fue parte de las Juventudes Hitlerianas, algo que él considera ya como un error, y odiaría ver gente brillante y prometedora ser condenada por un momentáneo desliz de sensatez.
***Y seamos honestos, realmente no nos hacen caso a los viejos y experimentados.
¿Ustedes, qué opinan?
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Siendo honestos, lo que más me preocupa NO es que haya gente estúpida que diga obscenidades, comentarios racistas o burlas dolorosas, sino que exista gente tonta que no pueda identificarlas como lo que son: palabras de alguien a quien le faltaron nalgadas de chiquillo.
~ Khalil Gibran (1883 - 1931)
Hoy leí una noticia sobre Liam Stacey, de 21 años, estudiante de la Universidad de Swansea en el Reino Unido que relata que éste muchacho hizo comentarios racistas en Twitter sobre el futbolista Fabrice Muamba quien colapsó en un partido de fútbol el pasado 17 de Marzo. Por éstos comentarios, el muchacho ha sido suspendido de su universidad y pasará 56 días en la cárcel ¿los cargos? "Incitar al racismo".
No, no sé cuáles fueron los comentarios, pero el punto es que éste muchacho ya echó a perder su vida por publicar, mientras estaba ebrio, estupideces en su cuenta de tuiter.
Y eso que allá hay libertad de expresión al igual que aquí en México, lo que no existe, afortunada o desafortunadamente, es libertad de expresión sin consecuencias: yo soy tan libre de pararme en la fachada de mi vecino y culparlo de delincuente como él de llamar a la policía y que me arresten por difamación.
La razón por la que comento esto es porque me preocupa el futuro que el Internet está preparando para mis hijos aún no nacidos: un futuro en donde todo lo que escribas y digas será fácilmente encontrable por Google y, de ser necesario, será usado en tu contra.
Todos decimos estupideces de jóvenes, es nuestra naturaleza*, pero el comentario insensible que antes te hacía un paria para tus compañeros de salón en la escuela ahora gracias a twitter, youtube y facebook te hace un paria para tu ciudad, país o, si es lo suficientemente inflamatorio, todo el mundo.
*E incluso de no tan jóvenes, la idiotez no discrimina sexo, edad o condición social.
Quiero que algo quede muy en claro: una vez que está en Internet, se queda en Internet. Para siempre. Cachés, buscadores, fotos que toman otras personas, etc., siempre estará ahi**, y como el desliz de la hija de Peña Nieto nos enseñó, sólo se necesita un tweet para caer en la infamia.
**Y ni crean que hay tal cosa como un "comentario anónimo"; incluso con mis rudimentarias herramientas yo puedo saber la IP, localización geográfica - !gracias Google Maps! - y otros detalles de las personas que me visitan y comentan. Aunque sea un comentario anónimo.
El detalle es, que no importa si lo hiciste o no, lo importante es que la gente crea que lo hiciste, y vaya si la gente es rápida de creer cosas horribles de otras personas, como aprendí con aquél altercado que tuvimos por los supuestos gatitos imaginarios asesinados y de aquellos pobres muchachos que fueron linchados siendo inocentes el pasado febrero en San Mateo Huitzilzingo aquí en México.
Me preocupa el futuro, mis estimados, uno ya ha aprendido a ser mesurado por temor a las represalias del fanatismo, pero nuestros jóvenes aún no*** y es por ellos por quien temo. Incluso el antigüo Papa fue parte de las Juventudes Hitlerianas, algo que él considera ya como un error, y odiaría ver gente brillante y prometedora ser condenada por un momentáneo desliz de sensatez.
***Y seamos honestos, realmente no nos hacen caso a los viejos y experimentados.
¿Ustedes, qué opinan?
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Siendo honestos, lo que más me preocupa NO es que haya gente estúpida que diga obscenidades, comentarios racistas o burlas dolorosas, sino que exista gente tonta que no pueda identificarlas como lo que son: palabras de alguien a quien le faltaron nalgadas de chiquillo.