"No hay tal cosa como los presagios. El Destino no nos envía heraldos. Es demasiado sabio o demasiado cruel para hacer eso"
~ Oscar Wilde (1854 - 1900)
~ Oscar Wilde (1854 - 1900)
Misiva de Urist McKushiague, Supervisor del Baronato "Peras de Granito", hacia Su Majestad Geshud ArmaduraBrillante el Incontenible, Soberano del Reino del Portal Justo, año 257.
09 de Granito, primavera
Reporte del Año 6.
Su majestad, después de seis años de ardúo trabajo, Peras de Granito se ha convertido en un Baronato. El Enlace del Hogar en las Montañas arribó el otoño pasado con una placa conmemorativa y una gran sonrisa. Nos estrechó las manos a todos y cada uno de los ciento setenta y tres habitantes de nuestro asentamiento y, en medio de grandes vítores, nombró a Thukil PiedraGrande, muy buen amigo mío y minero legendario, Barón de Peras de Granito. Creemos que el honor es bien merecido, si hay alguien que se ha empolvado las manos para mejorar las condiciones de vida de los enanos de este asentamiento ha sido el buen PiedraGrande.
Acto seguido el enano tomó su pico y se regresó a cavar. Realmente quisiera que tuviésemos más nobles así.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Creo que fue mala idea minar tanta plata pues últimamente la cantidad de posesiones se ha incrementado dramáticamente. Cada temporada alguien de pronto se levanta del comedor real y se va corriendo y gritando sobre lo que necesita para construir quien sabe qué cosa. Ya hasta hacemos apuestas de lo que va a producir. Por lo menos dichas incursiones de espíritus malignos en nuestra fortaleza nos han sido provechosas: hemos obtenido un mecanismo de galena, una espada hecha de hueso de goblin y un trono de roca digno de usted, además de tres enanos muy confundidos que no recuerdan un carajo de cómo lo hicieron.
Siento, además, que el problema es mayor de lo que creía, pues el otro día mientras descendía hacia mi estudio para aprobar unos requerimientos del alcalde, me encontré al espectro de Mubdil, el viejo doctor que pereció calcinado por el legendario Dragón el año pasado. No me atacó, ni intentó asustarme, sólo me miró con una expresión urgente, segundos después desapareció. Alktur, mi consejero, me comenta que las leyendas hablan de espíritus se quedan atrapados entre la vida y la muerte en esta tierra y que una buena tumba o una inscripción a su nombre tranquiliza su alma. He de hablar con el tallador local, Lobdimar, quien no tiene igual en su arte. Sin embargo, es algo pretencioso y cuando le gusta mucho un grabado se dedica a inmortalizarse a sí mismo grabando dicho grabado, por lo que la fortaleza está repleta de imágenes de sí mismo grabando grabados de él mismo grabando. Prefieron no pensar mucho en eso, hace que me duela la cabeza.
Vale la pena mencionar que los zombis regresaron para sitiar la fortaleza, ésta vez en un número aún mayor. Afortunadamente para nosotros y desafortunadamente para ellos, decidieron hacerlo al mismo tiempo que la civilización goblin cercana tuvo la misma idea. Y así, por segunda vez, goblin zombi enfrentó a goblin no-zombi en las planicies de Peras de Granito; nuevamente el vencedor fuimos nosotros, cuando abrimos las puertas para que los goblins intentaran negociar la carnicería que es la puerta principal. Le aseguro, su majestad, que después de las artesanías la principal exportación probablemente serán los dardos para ballestas hechos de hueso de goblin.
Y las hamburguesas de dragón.
Hemos establecido una biblioteca oficial, repleta de registros, papeles, mandatos, leyes y diversos trámites que una fortaleza de nuestro tamaño produce; la oficina del Contador Real se encuentra ahí y dice que estaría muy contento de no ser por la cantidad de enanos que entran a comer las mesas, haciendo un relajo impresionante. En el mismo nivel, ampliamos las criptas y, dada la insistencia de todos los otros enanos que han visto el fantasma de Mubdil, colocamos lápidas conmemorativas y tumbas individuales donde pondremos a descansar los restos mortales de los hijos de Peras de Granito.
La comida y bebida es excelente, las pilas de alimentos y de artesanías están al máximo, todos los enanos tienen hogar, oficio, diversión y vestido; sí, su majestad, creo que hemos encontrado un buen lugar.
!Por la Gloria del Hogar en las Montañas!
Atte,
Urist McKushiage
09 de Granito, primavera
Reporte del Año 6.
Su majestad, después de seis años de ardúo trabajo, Peras de Granito se ha convertido en un Baronato. El Enlace del Hogar en las Montañas arribó el otoño pasado con una placa conmemorativa y una gran sonrisa. Nos estrechó las manos a todos y cada uno de los ciento setenta y tres habitantes de nuestro asentamiento y, en medio de grandes vítores, nombró a Thukil PiedraGrande, muy buen amigo mío y minero legendario, Barón de Peras de Granito. Creemos que el honor es bien merecido, si hay alguien que se ha empolvado las manos para mejorar las condiciones de vida de los enanos de este asentamiento ha sido el buen PiedraGrande.
Acto seguido el enano tomó su pico y se regresó a cavar. Realmente quisiera que tuviésemos más nobles así.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. Creo que fue mala idea minar tanta plata pues últimamente la cantidad de posesiones se ha incrementado dramáticamente. Cada temporada alguien de pronto se levanta del comedor real y se va corriendo y gritando sobre lo que necesita para construir quien sabe qué cosa. Ya hasta hacemos apuestas de lo que va a producir. Por lo menos dichas incursiones de espíritus malignos en nuestra fortaleza nos han sido provechosas: hemos obtenido un mecanismo de galena, una espada hecha de hueso de goblin y un trono de roca digno de usted, además de tres enanos muy confundidos que no recuerdan un carajo de cómo lo hicieron.
Siento, además, que el problema es mayor de lo que creía, pues el otro día mientras descendía hacia mi estudio para aprobar unos requerimientos del alcalde, me encontré al espectro de Mubdil, el viejo doctor que pereció calcinado por el legendario Dragón el año pasado. No me atacó, ni intentó asustarme, sólo me miró con una expresión urgente, segundos después desapareció. Alktur, mi consejero, me comenta que las leyendas hablan de espíritus se quedan atrapados entre la vida y la muerte en esta tierra y que una buena tumba o una inscripción a su nombre tranquiliza su alma. He de hablar con el tallador local, Lobdimar, quien no tiene igual en su arte. Sin embargo, es algo pretencioso y cuando le gusta mucho un grabado se dedica a inmortalizarse a sí mismo grabando dicho grabado, por lo que la fortaleza está repleta de imágenes de sí mismo grabando grabados de él mismo grabando. Prefieron no pensar mucho en eso, hace que me duela la cabeza.
Vale la pena mencionar que los zombis regresaron para sitiar la fortaleza, ésta vez en un número aún mayor. Afortunadamente para nosotros y desafortunadamente para ellos, decidieron hacerlo al mismo tiempo que la civilización goblin cercana tuvo la misma idea. Y así, por segunda vez, goblin zombi enfrentó a goblin no-zombi en las planicies de Peras de Granito; nuevamente el vencedor fuimos nosotros, cuando abrimos las puertas para que los goblins intentaran negociar la carnicería que es la puerta principal. Le aseguro, su majestad, que después de las artesanías la principal exportación probablemente serán los dardos para ballestas hechos de hueso de goblin.
Y las hamburguesas de dragón.
Hemos establecido una biblioteca oficial, repleta de registros, papeles, mandatos, leyes y diversos trámites que una fortaleza de nuestro tamaño produce; la oficina del Contador Real se encuentra ahí y dice que estaría muy contento de no ser por la cantidad de enanos que entran a comer las mesas, haciendo un relajo impresionante. En el mismo nivel, ampliamos las criptas y, dada la insistencia de todos los otros enanos que han visto el fantasma de Mubdil, colocamos lápidas conmemorativas y tumbas individuales donde pondremos a descansar los restos mortales de los hijos de Peras de Granito.
La comida y bebida es excelente, las pilas de alimentos y de artesanías están al máximo, todos los enanos tienen hogar, oficio, diversión y vestido; sí, su majestad, creo que hemos encontrado un buen lugar.
!Por la Gloria del Hogar en las Montañas!
Atte,
Urist McKushiage