"El Oro es el color que predomina a través de las páginas de la historia"
~ James Lendall Basford (1845–1915)
~ James Lendall Basford (1845–1915)
Hace tiempo escribí mi teoría de por qué había ganado el trumpo y hoy quisiera revisitarla. En vista de los acontecimientos recientes, he llegado a la conclusión que la verruga genital naranja es presidente de la nación más imbécil del mundo por que los rusos manipularon a la sociedad estadounidense para elegirlo.
¿Para qué querría Vladimir Putin tener a un garrafón de naranjada racista al mando de su principal enemigo? Pues, para eliminar las sanciones que el gobierno estadounidense aplicó en su contra en el 2012.
¿Qué sanciones? Bien, quisiera usar el testimonio que el Sr. William Browder dio en julio del 2017. Él es el CEO y fundador de Hermitage Capital Management, una empresa financiera para inversiones de capital ruso en Estados Unidos. Él es importante porque trabajó con empresas en Moscú durante aproximadamente 28 años, durante el cual se dio cuenta de la corrupción que permeaba al gobierno ruso.
Se dio cuenta que los oligarcas rusos robaban dinero de las empresas, y se dedicó a combatirla al llevar a la luz sus corruptelas con la ayuda de la prensa, sin embargo ésto funcionó mientras que él fuera contra los oligarcas que no estaban del lado del presidente Vladimir Putin.
Verán Vladimir Putin, elegido en el año 2000, se dio cuenta que los oligarcas habían robado mucho poder de la presidencia y se dedicó a combatirlos mediantes maniobras políticas para disminuir su influencia; todo cambió en julio del 2003 cuando Putin arrestó al más grande oligarca ruso Mikhail Khodorkovsky: lo sacó de su jet privado, lo llevó a Moscú y lo enjuició enjaulado a la vista de todos.
Cuando Khodorkovsky fue condenado, el resto de los oligarcas se le acercaron a Putin y le preguntaron qué se necesitaba para que ellos no terminaran igual que Khodorkovsky ¿la respuesta? "Cincuenta por ciento".
No cincuenta por ciento para la presidencia, no, cincuenta por ciento para Putin. Así fue como este hombre se transformó en el oligarca más grande en Rusia y - muy probablemente - en el hombre más rico del mundo.
Obviamente la lucha anti-corrupción de Browder ya no iba a ser tolerada, y el 13 de noviembre del 2005 fue detenido en el aeropuerto de Sheremetyevo por 15 horas, deportado y declarado una amenaza para la seguridad nacional.
Dieciocho meses después de su expulsión, Browder reporta que se llevaron a cabo redadas en sus oficinas en Moscú para apoderarse de todo el papeleo de las empresas que llevaba. Para defenderse, William Browder contrató al abogado ruso más inteligente que conocía: Sergei Magnitsky, de 35 años, para que investigara el propósito de dichas redadas y tratara de detener cualquier plan ilegal que los oficiales tuvieran con los documentos robados.
Sergei Magnitsky fue e investigó, llegando a la conclusión que los documentos estaban siendo utilizados por el gobierno para robo de identidad empresarial, todo con la intención de robarse aproximadamente $230 millones de rublos en impuestos que las empresas debían pagar al gobierno.
Pensando a Putin un nacionalista y creyendo que esto era parte de un grupo corrupto que actuaba independientemente, ellos metieron acusaciones y quejas con todas las instituciones de justicia en Rusia, y Sergei dio testimonio de todo lo que había encontrado e investigado ante el Comité de Investigación del Estado Ruso.
Sergei Magnitsky, el 24 de Noviembre del 2008, fue arrestado por ese mismo órgano gubernamental: Entraron a su casa, lo esposaron, y se lo llevaron detenido.
Lo que siguió fueron 358 días de absoluta tortura para Sergei Magnitsky. Al hombre le exigían que retirara su testimonio y se declarara culpable de los cargos que imputaba, y que el dinero lo había robado siguiendo instrucciones de William Browder.
A Magnitsky lo trasladaron a celdas con 14 reclusos y sólo ocho camas, celdas con la luz encendida 24 horas para privarle de sueño, celdas sin calor ni ventanas y casi muere congelado. Lo encerraron en celdas sin retrete, sólo un agujero en el sueño y con agua sucia brotando de ahí, lo movían de celda a media noche sin avisar, entre otras maldades.
Después de seis meses, la salud de Sergei estaba muy deteriorada. Sufría de severos dolores abdominales y ya había perdido veinte kilos de peso. Los doctores de la prisión le diagnosticaron pancreatitis y piedras en la vesícula, y le prescribieron una operación en agosto del 2009.
Sin embargo, la operación nunca llegó. Una semana antes de que lo operaran, lo transfierieron a la prisión de máxima seguridad Butyrka, una de las más duras en Rusia, donde no hay instalaciones médicas para tratar el problema de Magnitsky.
Así, después de tres meses de pancreatitis crítica - y que las 20 solicitudes de ayuda médica fueron ignoradas o explícitamente negadas - las autoridades de Butyrka lo pusieron en una ambulancia y lo enviaron a otra prisión con instalaciones médicas donde tratarlo.
Cuando arribó a la prisión, lo llevaron a una celda de aislamiento, lo encadenaron a una cama y entraron ocho guardias para golpearlo con sus bastones.
Esa noche fue encontrado muerto en el suelo de la celda. Sergei Magnitsky murió el 6 de Noviembre del 2009, dejando una esposa y dos hijos. Nunca se rompió, nunca se dio por vencido, nunca aceptó las demandas de ese vástago de condescendiente meretriz que es Vladimir Putin y sus oligarcas asesinos.
Verán, esto se sabe porque a diferencia de la mayoría de las torturas y muertes que se llevan a cabo en las prisiones rusas, Sergei redactó todos y cada uno de los abusos que sufrió a manos de las autoridades: quién, cómo, cuándo, en dónde y por qué. Las quejas fueron ignoradas por las autoridades rusas, claro está, pero sus abogados se quedaron con copias.
Todos los implicados en su horrible muerte fueron exonerados por el gobierno ruso. Porque por su-pinche-puesto que lo fueron.
Browder razonó que el asesinato de Sergei Magnitsky se hizo para encubrir el robo de $230 millones al gobierno ruso, por lo que ese dinero no se puede quedar allá; y así de fácil como robaron el dinero, se les puede robar de regreso.
Entonces, en el 2010, William Browder viajó a Washington y le contó la triste historia de Sergei Magnitsky a los senadores Benjamin Cardin y John McCain, quienes propusieron una ley llamada "La Ley de Responsabilidad de Ley de Sergei Magnitsky". Esta ley congelaría los activos de aquellos que le inflingieron esas atrocidades a Sergei (y otros que se involucraron en la violación de derechos humanos), además de negarles visas a los Estados Unidos.
La ley pasó la Casa de Representantes y el Senado en noviembre del 2012, siendo firmada por el entonces presidente Obama en diciembre de ese año.
Esta ley es especialmente preocupante para Putin porque le impide asegurar el dinero mal-habido que él y sus achichincles tienen en el Oeste, y según el testimonio de Browder hay aproximadamente diez mil oficiales en Rusia trabajando para Putin que reciben instrucciones de matar, torturar, secuestrar y extorsionar al pueblo. Antes de la ley Magnitsky, Putin podía asegurarles que su dinero estaba accesible, ya no es tan fácil.
Browder ha recibido numerosas amenazas de muerte de Rusia en forma de mensajes de texto, mensajes de voz, correos electrónicos y llamadas; incluso hay oficiales estadounidenses que le han advertido que está marcado por el gobierno ruso, todo ésto sumado a los intentos que ha hecho Rusia para marcarlo como criminal y lograr su arresto por la Interpol.
Los estadounidenses, durante todo el 2016, fueron bombardeados por mensajes a favor de todos los candidatos menos uno: Hillary Clinton, quien está a favor de las sanciones. Facebook y Twitter ya admitieron haber recibido dinero ruso para venderles anuncios políticos y cada día más y más cochinero sale a la luz.
El viernes 27 de Octubre del 2017, el fiscal especial para la investigación de la interferencia Rusa en la elección estadounidense del 2016, entregó dos condenas cerradas ante un juez supremo. Están siendo investigados por sus vínculos con Rusia y el cabildeo que hicieron a favor de esta nación. Muy probablemente ésto terminará impugnando al trumpo.
No es culpa completamente de los rusos, sin embargo, los estadounidenses tienen un grave problema de racismo, intolerancia, fundamentalismo y estupidez por falta de educación terriblemente arriagada en su sociedad. Es más, con decirles que al momento de esta publicación, con todos los tropiezos e imbeciladas que ha dicho el Agente Naranja, sigue teniendo el 30% de aprobación en su país e incluso hay gente que aunque se demuestre que coludió con los rusos para ganar la presidencia no dejarían de apoyarlo.
Con decirles que hay estadounidenses que están firmemente convencidos que la Tierra es plana. Así no se pinches puede.
Sin mencionar, claro está, que un sistema bi-partidista convierte a la política en una discusión de "ustedes contra nosotros" lo que hace que muchos republicanos estén felices de tener una mierda del trumpo en la boca con tal que el olor ofenda a algún demócrata.
¿Por qué escribo ésto? Porque seguimos nosotros. En el 2018 elegiremos nuevo presidente y - espero que no - pero debemos estar al pendiente de algo de desestabilización por parte de los rusos en las redes sociales. Suena hilarante, lo sé, pero somos el tercer país en intercambio económico con Estados Unidos, somos blanco para desestabilizarlo.
López Obrador es nuestro trumpo: es ignorante, corrupto, necio, populista, nunca explica cómo va a resolver los problemas que dice que va a resolver y sus seguidores son incapaces de encontrarle falla, sonriendo y tragándose todas sus mentiras. Esto es un culto de personalidad igual que el que tienen los republicanos con su Adolfo Twitler, y es lo último que necesita México.
Ciertamente vivimos en tiempos interesantes.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ ODIO vivir en tiempos interesantes.
~ ODIO vivir en tiempos interesantes.
muy interesante! Trumpo da para muchas historias en estos tiempos y para tiempos venideros!
ResponderEliminarUn saludo,
Gala Placidia