martes, 21 de junio de 2016

Gracias, Papá

"Creo que en lo que nos convertimos depende de lo que nuestro padre nos enseña en momentos extraños, cuando no están intentando enseñarnos nada. Somos formados por pequeños pedazos de sabiduría"
~ Umberto Eco (1932 - 2016)

Después de ver como los hijos de mis compañeros y familiares buscan incansablemente la manera de suicidarse al picarle a todo lo picable, realizar interesantes permutaciones insertando todos los objetos que encuentran en todos los agujeros disponibles para luego tratar de introducir en su boca cualquier cosa que logren agarrar con sus diminutas y pegajosas manos*, no puedo sino quitarme el sombrero y aplaudirle a mis padres en sorpresa y agradecimiento. Porque si yo fui la mitad de lo mamoncete que son la mayoría de niños que conozco ya me hubiera encerrado en el clóset y dejádome salir hasta que tuviese 12 años**.

*Hay, por alguna razón, niños que SIEMPRE están pegajosos. Incluso recién bañados. Ignoro por qué.
**Y luego volverme a encerrar hasta que tenga 23 porque si hay algo peor que un niño chiquito mamoncete es un maldito adolescente mamoncete.

Así, quisiera decir: "gracias, padre, desde el fondo de mi corazón" por las siguientes razones:

  • Por haberme enviado a la escuela y haberme dado una instrucción.
  • Por haberme educado. Que no es lo mismo que lo anterior.
  • Por haberme enseñado a compartir.
  • Por haberme enseñado a ver más adelante y a ser prevenido, tanto con tus palabras como con tus acciones.
  • Por haberme disciplinado.
  • Por enseñarme a ser crítico, y a pensar por mí mismo.
  • Por haberme enseñado a experimentar en cabeza ajena.
  • Por haberme enseñado a ahorrar.
  • Por haberme inculcado el amor a la lectura y regalarme esas tardes de fines de semana que pasábamos en las librerías.
  • Por haberme enseñado a beber alcohol y no permitir que el alcohol me tome a mí.
  • Por haberme enseñado que hay que probar y comer de todo.
  • Por enseñarme a valorar a mis amigos.
  • Por haberme enseñado que no hay que votar por el PRI.
  • Por permitir que me equivocara, aunque después me pusieses una monumental regañada por ello.
  • Por haberme enseñado a valerme por mí mismo.
  • Por haberme tenido paciencia cuando yo fui intransigente, joven y estúpido.
  • Por seguirme teniendo paciencia ahora que soy intransigente, viejo y estúpido.
  • Y, principalmente, por seguir aquí conmigo y siempre estar ahí cuando necesito consejo.


Estoy convencido que la labor de un padre es, primeramente, preparar al hijo para que sea autosuficiente y segundo, prepararlo para que él a su vez deje al mundo mejor de lo que lo encontró. Lo primero creo ya lo tengo dominado, estoy trabajando árduamente en lo segundo.

Gracias papá.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

No hay comentarios:

Publicar un comentario