lunes, 7 de abril de 2014

No Tiene Nada Que Ver: Aventuras desde Erie, PA

"Quizás el viaje no puede prevenir la intolerancia, pero al demostrar que todas las personas lloran, ríen, comen, se preocupan y mueren, puede introducir la idea que si intentamos entendernos el uno al otro hasta podríamos ser amigos."
~ Maya Angelou (1928 - )

Yo sólo quiero saber quién dijo "eip, he aquí un área que tiene 4 meses de sol y 8 de pinche invierno !AQUÍ ES UN EXCELENTE LUGAR PARA UNA CIUDAD!". Pensándolo bien, no quiero ni pensar sobre cómo era el lugar de donde ese hombre era originario.

El fin de semana, aprovechando condiciones habitables de más de "ah-que-méndigo-frío" grados centígrados, decidí seguir los consejos de un muy buen amigo mío de aprenderme la ciudad y me lanzé en una aventura por el transporte público. 

Erie es un lugar muy pintoresco. El centro estaba lleno de cantinas y bares que me hablaban a bajarme y disfrutar de una deliciosa cerveza, pero decidí quedarme en el camión para echarme el recorrido completo. Creo que en una hora y media recorrí dos veces la ciudad. Hay una que otra construcción bastante bonita, especialmente en el centro, y me comentan que el muelle del lago está bastante coquetón. Mi compañero de cuarto me preguntó el domingo a las 9 PM que si quería ir para ver el lago, pero como estábamos a "se-te-caen-las-orejas" grados centígrados decidí dejarla para la próxima.

Es la primera vez que estoy relativamente solo en un lugar desconocido por una cantidad considerable de tiempo, hay una buena comunidad de personas aquí que se echan la mano entre sí pero la verdad es que prefiero saber cómo moverme yo solo para cualquier emergencia. Uno nunca sabe. Si alguien que haya tenido la experiencia de irse a vivir a otra ciudad por mucho tiempo y tiene consejos se le agradecería que los dejara en los comentarios.

Finalmente fui muy campante al güalmart cercano y vi, para mi enorme sorpresa, limón verde. Revisé el precio y vi "68 centavos". Genial ¿no? 68 centavos de dólar la libra*. Escogí unos cuantos, los eché en mi bolsita y me dirigí a la caja.

*O 0.453592 kilogramos, porque quién fierros necesita el sistema decimal y números cerrados ¿verdad? 

En dicha caja, un hombre más o menos como de mi edad me dijo "¿qué son éstos?". Eso debió de haber sido mi alerta de ir a dejarlos a su lugar y alejarme corriendo. "Limones" - le contesté pero luego me enteré que les llaman "Limas" -, "¿cuántas llevas?" me preguntó, acto seguido las contó y escribió en la caja "7 x 0.68" !Me lleva la madre rastafaria! ¿9 pesos por cada puñetero limón? !Y están secos como el carajo! Allá en México los podría conseguir... mmhmm... creo que más o menos por el mismo precio. Maldita pinche sea.

Tengo el estómago deshecho por el bombardeo de comida india**, coca-cola y la porquería de Taco Bell que comí la semana pasada***, por lo que me he estado preparando recetas sencillas con vegetales y pollo, supongo que podría subirla ya que no tengo absolutamente nada que hacer por las tardes dado que todavía no tengo laptop y el amor de mi vida está a miles de kilómetros de distancia.

**La cual consiste de chile, especias, dolor, más picante y una miseria de arroz y cualquier otro grano que sea incapaz de disolverse en el chile.
***Taco Bell: NUNCA MÁS.

En fin, los dejo. Saludos desde Erie, donde el agua sabe a cloro, la fruta y verdura es carísima y los residentes son dos o tres veces el hombre que yo soy. Literalmente. Creo que salen dos o tres Brochetas por americano.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

jueves, 3 de abril de 2014

De Brochetas y Viajes en Avión

"El viajar en aeroplano es la manera que tiene la naturaleza de hacer que te parezcas a la foto de tu pasaporte."
~ Al Gore (1948 - )


Odio viajar.

Realmente odio viajar. No el hecho de llegar y conocer nuevas cosas, no, eso no. Odio el PROCESO de viajar.

Lo odio porque generalmente empieza en la madrugada, pero no en los dígitos altos, claro que no, generalmente uno tiene que salir de casa en esas malditas horas que es demasiado temprano como para despertar, y muy tarde como para desvelarte. Dormir es una imposibilidad porque uno se está despertando constantemente  por horror a quedarte dormido.

Generalmente tienes que molestar a alguien para que te lleve, ya que los precios del aeropuerto/central de autobuses hacen prohibitivo el costo*; si es familiar que pena, y si es un taxista común y corriente pues, tanto peor: ¿qué culpa tenía ese hombre que mi avión saliera a las 3:50 AM? Por lo menos sí les puedo pasar el tip que cuando vayan en un taxi le pregunten al chofer si tiene alguna anéctoda divertida, se sorprenderán de lo que han vivido esas personas.

*Si dejara el carro en el estacionamiento por un año claramente regresaría a una deuda equivalente al PIB de México de hace 10 años.

Ignoro si es que estoy envejeciendo y eso hace que las personas mayores ya me tratan como su igual o si actos pasados me están haciendo ver las cosas con perspectiva: pero ya no experimenté el viaje como un terrible beacrucis en el que me trataban mal y me veían con desprecio. Quizás realmente nunca me veían así y todo estaba en mi cabeza, quizás es el hecho que ahora siempre me le acerco a las personas saludando, con una sonrisa y de preferencia darles la mano**, de verdad que si le puedo dejar una enseñanza a mi hijo será "nunca te pelees con quien te sea útil".

**Está comprobado que tocar crea familiaridad.

¿Y sobre la comida? Bien, disfruté de un "stromboli" nadando en grasa con una ensalada que tenía de "ligera" lo que yo de obispo. Ignoro si es sólo la comida de los aeropuertos aquí en US o si la cultura de "ahógalo en aceite" sigue siendo la manera favorita de preparar alimentos aquí. Pedí un "té negro, sin azúcar" y aún así sabe a químico ¿cómo carajos logran que hierbas en agua sepan a químico?

Con todo y todo volar no deja de ser una experiencia abrumadora. Para serles honestos le tengo pánico a las alturas y trato de siempre mirar el pasillo central del avión e imaginarme con todas mis fuerzas que es un camión y que esas turbulencias que casi me hacen perder el desayuno son baches en el camino, y que de ninguna manera estoy a 30,000 pies de altura sobre la pinche nada. Por supuesto, 9 veces de 10 mi asiento será el de la ventanilla.

Misma que siempre se va cerrada. No, estimado pasajero aleatorio a mi lado, no puedes ver las bonitas nubes. La ventanita se va cerrada y mantenemos nuestras vestimentas limpias de vómito ¿trato?

Sin embargo, cuando recuerdas que estás a 30,000 pies de altura sobre la pinche nada, no puedes sino sorprenderte de los increíbles avances que hemos hecho como especie: Hoy tomé café a pinche mil metros de altura !chúpense esa, delfines!

En la última escala, cuando sobrevolamos a lago Erie tuvimos una de las peores turbulencias que experimentado; el pobre avioncito crujía y se zarandeaba como un calcetín en un túnel del viento. He de admitir que fue una experiencia muy interesante de observar: cuando estás a esa altura, en las manos del piloto y los ingenieros de aeronáutica y no crees en divinidades, es una experiencia liberadora.

Ahí puedes apreciar en realidad qué eres: un pedazo de carne ampliamente frágil volando a pinchemil metros de altura en un cilindro de metal sobre un lago congelado y !PORLASNALGASEMPOLVADASDECAMPANITASÁQUENMEDEAQUÍ!

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Encuentro interesante el hecho que no haya línea de asientos número 13 en los aviones. No sabía que éramos tan supersticiosos.

jueves, 27 de marzo de 2014

De Brochetas y Viajes Inesperados, Revisitado

"Si no cambias de dirección, puede que termines en el lugar a donde vas"
~ Lao-Tze (604 - 531 AC)

Me encuentro, por así decirlo, en mis últimos días en mi hermosa Guadalajara. Es una ciudad llena de baches, locos y caos, pero es MI ciudad llena de baches, locos y caos.

Ahora iré a conocer los baches, locos y el caos de otra ciudad. Y déjenme decirles que Erie se considera "ciudad" porque son 101,000 habitantes* abrazándose los unos a los otros para no morir de frío.

*de los 100,000 necesarios para ser una ciudad.

Más experiencia, mejor posición y una mejor oportunidad para cuando regrese a México. Curiosamente no tengo miedo, más bien siento tristeza de sólo haber encontrado esa mejor oportunidad allá. Quizás no busqué lo suficiente aquí, quizás fue suerte, pero me da tristeza que mi país no me dé mejores oportunidades.

Con eso fuera del camino, siento un profundo respeto y admiración por los migrantes que se van a buscar un mejor futuro así nada más. Entiendo y agradezco estar en un mundo privilegiado - una empresa internacional me respalda - ¿porque agarrar la chancla para el norte a ver qué te encuentras? No sólo me inspiran esas personas, sino que me dan seguridad y fortaleza para vivir lejos de mi familia por tanto tiempo.

Probablemente viaje el 1° de abril. Por lo que me despido hasta entonces, estoy seguro que las experiencias del viaje valdrán una entrada.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Supongo que es una buena oportunidad para probar una que otra teoría psicológica con la gente de allá *risa maniática*