sábado, 19 de septiembre de 2015

No Tiene Nada Que Ver: Descanse en Paz, Konami

"Me encanta recordar, pero la nostalgia me corroe el cuerpo."
~ Tony Duvert (1945 - 2008)


No tiene nada que ver, pero permítanme contarles una historia, mis estimados: Hace muchos muchos años*, cuando yo era niño, si sacaba buenas calificaciones en mi reporte semanal mi madre me permitía llegar al Blockbuster que estaba cerca de mi casa y rentar un videojuego de Nintendo para el fin de semana.

*Aproximadamente hace 25, para ser exactos.

En ese entonces - como se han de imaginar - no había tal cosa como el Internet, ni las reseñas en línea, ni los sitios con videos de jugabilidad, nada. Lo único que teníamos era una revista mensual llamada "Club Nintendo" que por supuesto no se daba abasto con la cantidad endiablada de juegos nuevos que salían al mercado.

En esa época de obscurantismo no teníamos sino la información que se pasaba de boca en boca con nuestros amigos videojugadores y - lo más importante - la confianza en las compañías. En ese entonces, los nombres pesaban.

Capcom, Nintendo, Natsume, y por supuesto Konami. Uno veía ese logotipo en una portada de un cartucho de Nintendo y sabías que iba a ser bueno, que iba a valer tu tiempo, que iba a valer tu dinero. Tanto para Nintendo como para Super Nintendo.

Yo crecí con los increíbles Castlevania, Contra, Tiny Toon Adventures, los excelentísimos juegos "brawler" de Las Tortugas Ninja, Gradius, Twin Bee, Sunset Riders, X-Men, Batman Returns, Zombies Ate My Neighbors, Silent Hill, Dance Dance Revolution, Metal Gear Solid, y hasta la fecha tengo los tres Castlevania portátiles en mi 3DS y Suikoden II en mi vita esperando ser terminados. Konami fue parte de mi niñez y sigue siendo parte de mi vida como el ñoñazo de videojuegos que soy.

Arriba: una buena parte de mi infancia.

¿Por qué lo menciono? Porque hoy Konami acaba de anunciar que se retira del mercado llamado "Triple A" - esto es, de grandes títulos con enormes presupuestos - para dedicarse a juegos móviles y máquinas de "pachinko". Esto me entristece.

Konami es ese amigo que conoces desde la primaria que nunca maduró: siempre viviendo al límite, cometiendo estupidez tras estupidez sin que hiciera caso a los buenos consejos pero se los perdonabas por los buenos tiempos - y vaya que fueron buenos tiempos -. Quisiera culpar a la industria y al mundo y decir que fue una injusticia, pero la verdad es que todo esto es culpa de Konami mismo.

La compañía se suicidó por maltratar a sus empleados, por engañar a los consumidores, vender sus valiosas propiedades intelectuales al mejor postor generando juegos basura, por cancelar un masivamente esperado remake de Silent Hill**, dejando ir leyendas como Hideo Kojima, Koji Igarashi, entre otros y en general ser un pendejazo con la prensa y mostrar una abrumadora desconexión con sus fieles seguidores.

**Con Guillermo del-pinche-Toro colaborando. Llévame la maldita mierda.

Sí, mis estimados, Konami se suicidó y es una tragedia, pero no puedo verlo como un perfecto ejemplo de lo que no se debe de hacer si alguna vez tienen una compañía de videojuegos.

Buenas noches, dulce príncipe; que coros de ángeles arrullen tu sueño.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ La Gerencia tampoco ayudó, la verdad. Soy un ferviente creyente en la propuesta que una sola persona puede cambiar al mundo, he visto demasiados ejemplos donde un imbécil en un puesto clave logra mandar todo a la mierda.

viernes, 18 de septiembre de 2015

In Vino Falsitas

"Si el vino está bien, todo está bien, y si está mal, da lo mismo, con tal de que sea vino..."
~ Julián Hernández (1960 - )


Como muchos de ustedes sabrán, soy un Tragón certificado. No, no soy un "foodie" porque no soy moderno ni chévere*; tampoco opino ser un "gourmand" porque no tengo clase ni estilo, no, yo soy un tragón: me gustan los programas de cocina, me gusta cocinar, me gusta leer/aprender sobre la comida, me emociona comerla, hago gestos raros cuando la pruebo y en todo momento me gustaría comer un poco más de lo recomendado. Sí, soy un tragón.

*Sin mencionar que odio la palabra "foodie".

Sin embargo, a lo largo de mis años como orgulloso tragón hay algo que simplemente no he podido llegar a disfrutar: el vino. Lo siento, pero no. ¿Quesos añejados y apestosos? No hay problema ¿Platillos raros, combinaciones bizarras e ingredientes exóticos? Venga ¿Licores y bebidas que apenas sí puedo pronunciar? !Sí, por favor! ¿Una copita de cabernet sauvignon? Ugh, no gracias.

Escucho a los gourmands que me leen decir "oh vaya Brocheta, seguramente debiste haber probado ALGÚN vino que te guste", y estarían en lo correcto: existe UNA marca de vinos que me gusta: el "Barefoot" hecho en California EEUU.  

Éstos meros.
Son baratos (90 ~ 110 pesos la botella, casi siempre están en oferta en los supermercados), son sabrosos y disfrutables por sí solos o mezclándolos en bebidas o salsas**. Mi favorito es uno conocido como "Sweet Red" (Dulce Rojo) que tiene jugos de moras y es universalmente insultado y desdeñado por los connoisseurs por saber a ponche de frutas.

**En particular recomiendo el Chardonnay para darle ese delicioso toque ácido a las salsas de tomate para pasta.
Les confieso, mis estimados, que el no disfrutar el vino me ocasionaba un masivo complejo de inferioridad: me sentía culpable de ir a restaurantes / reuniones y probar de alguna carísima cosecha para encontrarla decepcionante mientras que otros comensales se encontraban en el éxtasis vinícola. 

Entonces me hice la pregunta ¿y si la degustación del vino es un proceso enteramente subjetivo? Me puse a escarbar un poco y al parecer sí, sí lo es. Les comparto estos interesantes estudios y experimentos que se han hecho en los últimos años:

1) Robert Hodgson, un oceanógrafo retirado dueño de Field Brook Winery en California, tiene años haciendo experimentos con jueces y concursos. Verán, a él le sorprendió la inconsistencia en las calificaciones de sus vinos a lo largo de competencias en el estado: algunos de sus medallistas de oro en un evento eran considerados mediocres en otro; por lo que en el 2005 hizo un experimento en el que se les presentarían vinos a los organizadores de la California State Fair Wine Competition, pero con la variación que el mismo vino se podría presentar más de una vez.

La idea es que el mismo vino debe ser calificado de igual manera por la misma persona, pero sus resultados fueron que aproximadamente un 10% de los jueces son consistentes con sus resultados, e incluso lo fueron sólo durante el concurso de ese año. Citando a Hodgson: "la suerte tiene mucho que ver con los premios que gana un vino".

2) El académico francés Frédéric Brochet hizo un experimento sobre el efecto de las etiquetas en el 2001. Presentó el mismo vino a 57 voluntarios a lo largo de semanas en dos botellas: una con etiqueta de un vino caro y otra con un vino barato.

La mayoría de los catadores describían el "vino superior" usando un lenguaje  positivo - sabores complejos, amaderados, balanceados - mientras que el "barato" era considerado ligero, débil y sin tantos tonos.

3) En el 2008 un estudio lidereado por el crítico Robin Goldstein realizado a 6000 individuos se encontró que las personas que desconocen el precio son incapaces de disfrutar más o menos de un vino, y que los vinos caros son calificados ligeramente inferiores a los baratos. La relación positiva es en personas que sí han tenido entrenamiento en la cata de vinos y se teoriza que es por que son capaces de detectar los sabores que hacen que el vino sea más caro.

Por tanto, los resultados indican que las recomendaciones de expertos en vinos son una pobre guía para los consumidores regulares.

4) En el 2011, el profesor Richard Wiseman de la universidad de Hertfordshire realizó un experimento en el que invitó a 578 personas para probar una variedad de vinos rojos y blancos con precios desde £3.49 (aprox 90 pesos) hasta £30 (aprox 750 pesos).

Sólo un 53% de las veces se pudo determinar qué vino valía menos de las 5 libras esterlinas y qué vinos más de 10, para los blancos; para los rojos el porcentaje es de 47% y es - como recordarán de su clases de estadística - más o menos el equivalente de arrojar una moneda y escoger al azar.

5) Nuevamente el Sr. Frédérick Brochet de la universidad de Bordeaux en el 2001 le pidió a 54 expertos en vino para que probaran dos vasos de vino, uno blanco y otro rojo. El rojo fue considerado superior y los críticos comentaron en su sabor a fruta roja.

Ambos vinos eran de la misma botella y el color rojo provino de un colorante insípido.

6) De manera igualmente hilarante, un estudio en el 2008 de la universidad Heriot-Watt en Edimburgo determinó que ciertos tipos de música pueden mejorar las calificaciones de vinos hasta en un 60%. Se encontró por ejemplo que Jimi Hendrix mejora al cabernet sauvignon mientras que Kylie Minogue al parecer se lleva bien con el chardonnay.

Q.E.D.

Así que ahí lo tienen mis estimados: el rey va desnudo. De ahora en delante voy a clasificar a los vinos en dos grandes conjuntos: de los que disfruto el sabor y de los que no. Al carajo con las pretensiones, busquen un vino que les guste y no se sientan mal si es un vino barato o caro, el resto es mera opinión.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ ¿Me pregunto si se podrá aplicar igual con la cerveza?

martes, 15 de septiembre de 2015

De Brochetas y Cabellos Color Rosa

"Sí, se diferente, pero no por la vanidad de ser distinto"
~ Criss Jami (1987 - )


No tiene nada que ver pero el pasado fin de semana, visitando una cafetería para comprar un galón de café para un curso, me encontré con un hombre y lo que parecía ser su muy peculiar hijo.

Tenía, como pocos seres humanos en el planeta*, el pelo rosa con tonos morados.

*Espero.

Por las nalgas empolvadas de Campanita ¿por qué?

Porque yo lo val... oh, olvídenlo.
¿El chamaco habrá perdido una apuesta? ¿Será la moda? ¿Se quedó dormido en una fiesta y despertó como cotonete en defensa contra el cáncer de mama? ¿Real-pinche-mente le gusta el color rosa? ¿A su pareja real-pinche-mente le gusta el rosa? ¿Lleva una existencia aburrida y necesita más problemas/críticas con qué lidiar? ¿Está apoyando a la causa del cáncer de mama? ¿Habrá sido un típico caso de tintes mentirosos? ¿Es cosplayer? ¿Será para una obra de teatro? ¿Es una expresión en protesta por la sociedad consumista en la que vivimos**? Y si no es por una razón artística ¿Lo habrá hecho a escondidas de los padres? ¿Qué te hace despertar una mañana y decir "eip, hoy es un buen día para pintarme el pelo de méndigo color rosa? ¿Será el dueño de éste gato rosa del que ya hablé antes?

**Si es así es un puñetero hipócrita porque estaba en un EstrellaVenado.

Y hablando de los padres ¿cómo lidian con ello? Ante mi indignación y explosión de majaderías al imaginarme a nuestro hijo con cabello de caricatura japonesa mi esposa - infinitamente más sabia que yo - opina que es una buena manera de enseñarle al bodoque que todos los actos conllevan consecuencias. Seguro, será ridiculizado por el 99% de la población, pero probablemente eso le ayudará a no tomar decisiones que le causen elridículo del 99% de la población.

Por desgracia, el hombre y la Pantera Rosa dejaron el establecimiento mientras pensaba lo anterior y no pude preguntar el por qué; y genuinamente quería saber, no me malinterpreten, ignoro por qué me fascinan ese tipo de anomalías.

Si alguien ve a un chilpayate de 16~18 años con el pelo pintado de rosa/morado con raices negras, por favor diríjanlo a esta entrada, sería muy interesante conocer su punto de vista.

¿Ustedes qué opinan?

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Pensándolo bien ¿cómo me les hubiera acercado? "Buenos días, disculpa, ¿te has mirado en un espejo últimamente? ¿Notas algo inusual?" Bah.