"Me encanta recordar, pero la nostalgia me corroe el cuerpo."
~ Tony Duvert (1945 - 2008)
No tiene nada que ver, pero permítanme contarles una historia, mis estimados: Hace muchos muchos años*, cuando yo era niño, si sacaba buenas calificaciones en mi reporte semanal mi madre me permitía llegar al Blockbuster que estaba cerca de mi casa y rentar un videojuego de Nintendo para el fin de semana.
*Aproximadamente hace 25, para ser exactos.
En ese entonces - como se han de imaginar - no había tal cosa como el Internet, ni las reseñas en línea, ni los sitios con videos de jugabilidad, nada. Lo único que teníamos era una revista mensual llamada "Club Nintendo" que por supuesto no se daba abasto con la cantidad endiablada de juegos nuevos que salían al mercado.
En esa época de obscurantismo no teníamos sino la información que se pasaba de boca en boca con nuestros amigos videojugadores y - lo más importante - la confianza en las compañías. En ese entonces, los nombres pesaban.
Capcom, Nintendo, Natsume, y por supuesto Konami. Uno veía ese logotipo en una portada de un cartucho de Nintendo y sabías que iba a ser bueno, que iba a valer tu tiempo, que iba a valer tu dinero. Tanto para Nintendo como para Super Nintendo.
Yo crecí con los increíbles Castlevania, Contra, Tiny Toon Adventures, los excelentísimos juegos "brawler" de Las Tortugas Ninja, Gradius, Twin Bee, Sunset Riders, X-Men, Batman Returns, Zombies Ate My Neighbors, Silent Hill, Dance Dance Revolution, Metal Gear Solid, y hasta la fecha tengo los tres Castlevania portátiles en mi 3DS y Suikoden II en mi vita esperando ser terminados. Konami fue parte de mi niñez y sigue siendo parte de mi vida como el ñoñazo de videojuegos que soy.
~ Tony Duvert (1945 - 2008)
No tiene nada que ver, pero permítanme contarles una historia, mis estimados: Hace muchos muchos años*, cuando yo era niño, si sacaba buenas calificaciones en mi reporte semanal mi madre me permitía llegar al Blockbuster que estaba cerca de mi casa y rentar un videojuego de Nintendo para el fin de semana.
*Aproximadamente hace 25, para ser exactos.
En ese entonces - como se han de imaginar - no había tal cosa como el Internet, ni las reseñas en línea, ni los sitios con videos de jugabilidad, nada. Lo único que teníamos era una revista mensual llamada "Club Nintendo" que por supuesto no se daba abasto con la cantidad endiablada de juegos nuevos que salían al mercado.
En esa época de obscurantismo no teníamos sino la información que se pasaba de boca en boca con nuestros amigos videojugadores y - lo más importante - la confianza en las compañías. En ese entonces, los nombres pesaban.
Capcom, Nintendo, Natsume, y por supuesto Konami. Uno veía ese logotipo en una portada de un cartucho de Nintendo y sabías que iba a ser bueno, que iba a valer tu tiempo, que iba a valer tu dinero. Tanto para Nintendo como para Super Nintendo.
Yo crecí con los increíbles Castlevania, Contra, Tiny Toon Adventures, los excelentísimos juegos "brawler" de Las Tortugas Ninja, Gradius, Twin Bee, Sunset Riders, X-Men, Batman Returns, Zombies Ate My Neighbors, Silent Hill, Dance Dance Revolution, Metal Gear Solid, y hasta la fecha tengo los tres Castlevania portátiles en mi 3DS y Suikoden II en mi vita esperando ser terminados. Konami fue parte de mi niñez y sigue siendo parte de mi vida como el ñoñazo de videojuegos que soy.
Arriba: una buena parte de mi infancia. |
¿Por qué lo menciono? Porque hoy Konami acaba de anunciar que se retira del mercado llamado "Triple A" - esto es, de grandes títulos con enormes presupuestos - para dedicarse a juegos móviles y máquinas de "pachinko". Esto me entristece.
Konami es ese amigo que conoces desde la primaria que nunca maduró: siempre viviendo al límite, cometiendo estupidez tras estupidez sin que hiciera caso a los buenos consejos pero se los perdonabas por los buenos tiempos - y vaya que fueron buenos tiempos -. Quisiera culpar a la industria y al mundo y decir que fue una injusticia, pero la verdad es que todo esto es culpa de Konami mismo.
La compañía se suicidó por maltratar a sus empleados, por engañar a los consumidores, vender sus valiosas propiedades intelectuales al mejor postor generando juegos basura, por cancelar un masivamente esperado remake de Silent Hill**, dejando ir leyendas como Hideo Kojima, Koji Igarashi, entre otros y en general ser un pendejazo con la prensa y mostrar una abrumadora desconexión con sus fieles seguidores.
**Con Guillermo del-pinche-Toro colaborando. Llévame la maldita mierda.
Sí, mis estimados, Konami se suicidó y es una tragedia, pero no puedo verlo como un perfecto ejemplo de lo que no se debe de hacer si alguna vez tienen una compañía de videojuegos.
Konami es ese amigo que conoces desde la primaria que nunca maduró: siempre viviendo al límite, cometiendo estupidez tras estupidez sin que hiciera caso a los buenos consejos pero se los perdonabas por los buenos tiempos - y vaya que fueron buenos tiempos -. Quisiera culpar a la industria y al mundo y decir que fue una injusticia, pero la verdad es que todo esto es culpa de Konami mismo.
La compañía se suicidó por maltratar a sus empleados, por engañar a los consumidores, vender sus valiosas propiedades intelectuales al mejor postor generando juegos basura, por cancelar un masivamente esperado remake de Silent Hill**, dejando ir leyendas como Hideo Kojima, Koji Igarashi, entre otros y en general ser un pendejazo con la prensa y mostrar una abrumadora desconexión con sus fieles seguidores.
**Con Guillermo del-pinche-Toro colaborando. Llévame la maldita mierda.
Sí, mis estimados, Konami se suicidó y es una tragedia, pero no puedo verlo como un perfecto ejemplo de lo que no se debe de hacer si alguna vez tienen una compañía de videojuegos.
Buenas noches, dulce príncipe; que coros de ángeles arrullen tu sueño.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ La Gerencia tampoco ayudó, la verdad. Soy un ferviente creyente en la propuesta que una sola persona puede cambiar al mundo, he visto demasiados ejemplos donde un imbécil en un puesto clave logra mandar todo a la mierda.
Atte,
El Kushiage
~ La Gerencia tampoco ayudó, la verdad. Soy un ferviente creyente en la propuesta que una sola persona puede cambiar al mundo, he visto demasiados ejemplos donde un imbécil en un puesto clave logra mandar todo a la mierda.
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