martes, 22 de septiembre de 2015

De Brochetas y Soledades, Revisitado

"Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo"
~ San Francisco de Sales (1567 - 1622)

El pasado domingo, por azares del destino, terminé desayunando enchiladas suizas en el Sanborns de Av. Vallarta y Francisco Javier Gamboa. Para los que nunca han visitado el lugar y padecido de su horrible servicio*, les informo que tiene la peculiaridad de estar abierto 24 horas al día.

*En serio ¿qué carajos con ese lugar? !Los empleados son miserables! Debería renombrarlo "Azkaban" o algo así.

Quizás por esa razón es por la que desde temprano está poblada de los individuos que ya discutí antes: personas de la tercera edad, invariablemente hombres, perfectamente arregladitos, olorositos y peinados leyendo el periódico y bebiendo café. Solos.
 
Si has escuchado "¿Le sirvo más café?" quince veces en una mañana, estás en Sanborns.

Esa entrada se escribió hace cuatro años y ahora, releyéndola, creo que ya tengo más idea de lo que esas personas están haciendo ahí.

Verán, yo ya fui uno ellos hace tiempo cuando estuve en Estados Unidos. Allá yo vivía prácticamente solo. Seguro, tenía compañeros de cuarto algo especiales, pero sentía que no pertenecía, que no embonaba, supongo que la cultura india es demasiado diferente a la nuestra o simplemente soy un mamoncete insufrible**.

**Muy probablente lo segundo.

Así, allá de repente me vi a mí mismo sentado en un desayunador perfectamente arregladito, olorosito y peinado leyendo el libro de la semana y bebiendo café. Solo. Así, creo que puedo contestar mis preguntas hace cuatro años: sí, es parte de nuestra rutina estar ahí y sí, vamos ahí para alejarnos un poco de nuestra vida diaria y estar solos en compañía de muchas otras personas.

Ahí, sorbiendo más café del que probablemente era sano tomar en una mañana, saludando a las meseras y preguntándoles sobre sus familias, fuí uno de ellos. Uno de los que esperan, porque eso es lo que creo que hacemos en ese tipo de lugares: esperar.

¿Qué esperamos? No lo sé, que pase el tiempo, supongo. No hay nada que hacer y todo el tiempo para hacerlo; o simplemente tenemos todo que hacer y ya no hay tiempo. Allá me sentía como en esos minutos antes de abordar un avión: es demasiado tiempo para esperar sentado y demasiado poco para hacer algo productivo.

Quizás ellos - probablemente sin pareja, con familia demasiado ocupada para ellos y sin responsabilidades laborales - simplemente esperan, como yo esperé, a lo que sea que nos depare el futuro.

¿Y ustedes qué opinan?

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Tengo un profundo respeto por cualquier establecimiento que esté abierto al público las 24 horas pero ¿para qué necesitan seguros en las puertas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario