sábado, 24 de diciembre de 2011

Feliz Navidad y Próspero 2012

"Trabajando con fe por ocho horas diarias podrás eventualmente llegar a ser jefe y trabajar doce horas diarias"
~ Robert Frost (1874 – 1963)

No, no estoy muerto ni andaba de parranda.

No me agarraron los guardaespaldas de políticos.

No me dieron la apedreada pública que me merezco.

Resulta ser que este diciembre ha estado más ocupado que una madre de trillizos ¿quién hubiera pensado que era necesario hacerle cambios al sistema que soporto la semana antes de navidad? ¿Es en serio? !Si el diez-pinche-porciento de mis contactos están en línea son muchos! ¿Quién carajos se va a dar cuenta de que ésto sirve o no?

En fin, por causas de fuerza mayor me despido del aire hasta el 2012. Que pasen muy felices fiestas, cuíden su aguinaldo, cuídense ustedes mismos y, si están bien amargados, recuerden embriagarse lo suficiente* para perder el conocimiento durante las abominables fiestas navideñas.

*¿Cómo saber si has bebido lo suficiente? Hazte las siguientes preguntas: 1. ¿Recuerdo como me llamo? 2. ¿Sé en qué dirección está el suelo? 3. ¿Votar por Peña Nieto sigue siendo buena idea? Si contestaste "sí" a alguna de estas preguntas, síguele chupando mijo, te quedan neuronas.

!Feliz 2012!

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

lunes, 19 de diciembre de 2011

Cosas Divertidas Qué Hacer en Navidad

"Oh mira !otro especial de Navidad en la televisión! Que enternecedor que el significado de la Navidad nos sea traído por refrescos, comida rápido y cerveza... ¿Quién hubiera pensado que el consumo de productos, el entretenimiento popular y la espiritualidad se mezclaran tan harmoniosamente?
~ Bill Watterson (1958 - ), autor de Calvin & Hobbes.

Es época de posadas, de tragadera y de quemar en segundos el dinero que con tanto trabajo ganamos a lo largo del año, pero qué carajos ¿verdad? !Es Navidad! Así que les invito a que me acompañen con las:

Cosas Divertidas Qué Hacer en Navidad
  • Cómprales a todos certificados de regalo de 15 pesos del supermercado local.
  • Compra una enorme caja y coloca un chicle al final. Rellénala de papel para que pese.
  • Alternativamente, emula las muñecas rusas y coloca 16 cajas una dentro de la otra, progresívamente más pequeña que la anterior. En la última pon un caramelo, una nota que diga "!Sorpresa!" o alternativamente un cachito de carbón. 
  • Ponle alcohol al ponche de los niños.
  • Dales 36 vueltas cuando vayan a romper la piñata.
  • Cuando pidan posada, niégales el permiso de entrar. Alternativamente, cóbrales renta según vayan entrando argumentando que "no confías en ellos".
  • Pide un pato de regalo de navidad. Vivo.
  • Arregla un intercambio de regalos, ponte a tí en todos los papelitos.
  • Mírate genuinamente sorprendido cuando te descubran.
  • Acércate a los hombres vestidos de Santa Claus en tu centro comercial favorito, entrégales una lista con no menos de cien regalos que realmente quieres y amenázalos si no te lo llevan. Diles que "sábes dónde viven".
  • Haz gestos y húrgate la nariz cada vez que te vayan a tomar una foto navideña.
  • Pon mariachi en vez de villancicos. Es más, pon metal en vez de villancicos.
  • Alternativamente, busca villancicos en metal. \m/
  • Haz galletas de hombrecitos de jengibre anatómicamente correctos, y cómete las partes "divertidas" frente a tu abuela.
  • Vístete como Santa Claus todo el tiempo. Niega que traes puesto un disfraz.
  • Trae cascabeles contigo todo el tiempo, cuando alguien por fin enloquezca por el ruido llámales amargados y que no tienen espíritu navideño.
  • Despierta gritando "!No, fantasma de la Navidad futura, salva mi alma!".
  • Cuando te dejen solo, reacomoda objetos y muebles, argumenta que fueron los elfos de Santa.
  • Si eres el anfitrión de una cena, lleva un conteo de las calorías de todos los alimentos que vayas a servir y colócalos en pequeñas tarjetas enfrente de cada platillo. Cuando alguien agarre de los más altos míralos seriamente con los brazos cruzados y negando con la cabeza.
  • Alternativamente, recuérdales "te estás llevando 3500 calorías, !ojalá y hayas pedido una caminadora, gordis!"

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Haciendo carnes asadas con el carbón recibido en navidad desde 1982.

PD. Alternativamente puedo pedir carbón para en verdad recibir lo que quería y así hacer que le explote la cabeza a Santa Claus, jodido gordo moralista.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

Carta a Paulina Peña Petrellini, por Héctor Zagal

"En la guerra sólo te pueden matar una vez, pero en la política, varias"
~ Winston Churchill (1874 - 1965)

Después del ridículo que el precandidato a la presidencia de México su hija, Paulina Peña Petrellini, nos hizo el favor de entregar la siguiente joya por el twitter, tomado de aquí:


Por supuesto, causó revuelo. Y debería hacerlo, maldita sea; todavía que alimentamos a éste parásito con los impuestos que nos quitan* ¿tiene el descaro de insultar a todos aquellos que nos ganamos el pan con el sudor de nuestra frente? Sin embargo, me enteré que ayer 6 de diciembre, el filósofo y ensayista Hector Jesús Zagal Arreguín le escribió una interesante carta a este engendro mamoncete, leamos:

*Porque nosotros no pagamos impuestos, conste, a nosotros nos QUITAN impuestos.

No tengo el gusto de conocerte personalmente. No sé cómo eres, desconozco tus cualidades, tus aficiones, tus intereses. Entiendo tu molestia al escuchar las críticas a tu padre, Enrique Peña Nieto. Son gajes del oficio. Deberás irte acostumbrando a los ataques contra él. En una democracia, la crítica es un ejercicio fundamental. Tu padre es una figura pública y, por ende, sus actos serán juzgados con rigor. “¿Por qué son tan duros con él?”, te preguntarás. Bueno, los funcionarios públicos ganan mucho dinero. Hay miles de personas dispuestas a sufrir críticas y cuestionamientos con tal de figurar en la nómina oficial. El sueldo bien vale esos golpes. ¿No?

Pero no es de tu padre de quien quiero hablar, sino de ti. ¿Te confieso algo? Me aterra que hayas utilizado la expresión “hijos de la prole” como un insulto. Insisto, es disculpable que te enfades por la burla hacia tu padre. No me asustaría que los llamaras “babosos”, “tontos”. Es más, no le preocupa el que nos hayas llamado “pendejos”. En cambio, no se puede excusar tu menosprecio a los hijos de los trabajadores, de los obreros.

¿Oíste del escándalo de las Ladies de Polanco? Descalificaron a un policía llamándolo “asalariado”. Algo similar hiciste tú: descalificas a la mitad del país por su condición social. ¿Qué tiene de malo ser hijo de un obrero? Sabes, yo soy nieto de un minero, un proletario. No me da vergüenza decirlo. ¿Te avergonzarías de tu padre si fuese un vendedor de tamales o un plomero?

Tu padre, que ha leído la Biblia, te puede recordar una frase de Jesús en el Evangelio: “De la abundancia del corazón, hablará la boca”. Sin pretenderlo, con tus palabras has revelado tu clasismo. Desprecias el trabajo manual. Minusvaloras a quienes se mantienen con su esfuerzo. ¡Qué tristeza que así piense la hija de un candidato presidencial!

“Hijos de la prole” son, en efecto, quienes estudiaron en escuelas públicas, quienes utilizan el metro, quienes no comen cortes argentinos y quesos españoles, quienes no utilizan zapatos de miles de pesos, quienes no se atienden en el hospital ABC, quienes no viajan en helicóptero. Los hijos de la prole, por el contrario, deben hacer largas horas de filas en las clínicas del seguro social, deben comer carbohidratos (tortillas), deben estudiar en salones sin computadoras, deben apretujarse en los transportes públicos. Los hijos de la prole, querida Paulina, ganan en un año lo que tu padre gana en una semana.

Cuando leas estas líneas has el siguiente ejercicio. Revisa lo que llevas puesto encima: perfume, cremas, desodorante, ropa, zapatos, celulares, aretes. Suma el total. ¿Sabes que traes encima más de lo que una indígena gana durante un año de trabajo duro?

Paulina, me da terror que pienses así. Tu lapsus reveló tu “realidad”: vives en una burbuja color de rosa. “Hijos de la prole” no es un insulto, sino un título honorable. Este país, que tu padre aspira a gobernar, depende de los obreros, de los campesinos, de los empleados, depende de esas personas a quienes menosprecias.

Ojalá este gravísimo desliz, no sea fruto de la educación que recibiste en casa. Ojalá y sea culpa tuya, fruto de tu arrogancia (tan propia, eso sí, de la clase alta mexicana). ¿Qué será de México si lo llega a gobernar una persona que desprecia al proletariado?

Mira Paulina, me parece que por tu bien, debes inscribirte en una escuela pública, reducir tu escolta al mínimo, tomar el metro en horas pico, y ponerte a trabajar. Por si no lo sabes, muchos de los “hijos de la prole” se pagan sus estudios con su trabajo: los hay campesinos, vendedores, obreros. Algunos trabajan desde niños.

Paulina, haz puesto en riesgo el futuro político de tu padre. Pero lo que es más grave: pones en peligro en riesgo el futuro de México.

Muy bien versado y horriblemente cierto. Es algo que menciono mucho y lo sostengo: en el gran esquema de las cosas vale más el trabajo de la señora que nos hace el favor de llevarse la basura de la oficina que estos regrandísimos ociosos políticos.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Ojalá y estuviera bromeando, pero conozco gente que votará por éste imbécil sólo porque está guapo.

PD. Gracias Don Héctor Zagal, por su comentario tan atinado. Ojalá y éste momento en el que el Sr. Peña Nieto enseñó lo ignorante que es y lo mal que educa a sus hijos no se nos olvide cuando estemos votando.

PD2. Una disculpa a todos aquellos que nos visitan de otras partes del mundo, ya prometo dejar en paz a los políticos y poner recetas navideñas.