martes, 6 de marzo de 2012

De Brochetas y Caligrafía

"Escribir no es algo por lo que es necesario avergonzarse, pero háganlo en privado y lávense las manos cuando terminen"
~ Robert A. Heinlein (1907 – 1988)

Hola, mi nombre es la Brocheta y confieso que tengo la habilidad caligráfica de un niño de 7 años. Me avergüenzo confesar que, además de mi firma, sólo tengo la necesidad de torpemente escribir mi nombre en algunos documentos en el trabajo una o dos veces al mes.

Verán, me percaté de ésto desde que mi esposa me regaló una hermosa libreta: pasta dura, con imágenes y relieve de la escritura del gran genio Leonardo DaVinci, cuadro chico, exquisita en general... y ahí sigue. Dos meses más tarde. En blanco.

No me malinterpreten: me encanta escribir, soy de los que opinan que la más pálida de las tintas es mejor que la más brillante de las memorias* y por lo mismo todo lo anoto, varias veces y en distintos lugares; pero simplemente no puedo encontrar, además del romanticismo, una razón práctica por la que debería escribir mis cosas en un cuadrito de papel que no es buscable, es perecedero, no se puede copiar ni pegar de él, no es respaldable, no es fácil de corregir, se daña fácilmente y lo que es peor, que me exije escribir con las patas de araña fumigada que tengo por letra.

*Atribuída a Confucio.

Quizás se puede sumar a ésto la necesidad de cargar tanto con el instrumento para escribir como la superficie, y los Dioses de la Papelería saben que es imposible para mí el conservar la misma pluma por más de una semana**; asumo que es mucho más fácil cargar con una sola "cosa para escribir" y ya.

**Si alguien me dijera "es que les salen pies y se van caminando" les pinche creería. Nadie abre mi maletín del trabajo, siempre lo tengo escondido, y cuando lo abro para alcanzar alguna de las tres plumas que eché la semana pasada en los tres ganchillos que tiene de porta-plumas ya no están. O alguien me está "troleando" de manera fenomenal o mi maletín se alimenta de plumas.

Desde chico tuve la suerte de tener un padre a quien le interesó la computación, por lo que imaginen la sorpresa de un niño con letra esquizofrénica*** cuando presionó una tecla y salió una letrita redondita, parejita, agradable a la vista y sobre todo LEGIBLE, luego presionó de nuevo la tecla !y apareció exactamente la misma letrita! Sólo fuí tan feliz cuando me pusieron mis primeros lentes a los cinco años y de pronto el mundo se vio mucho más claro.

***No hay dos que se parezcan. Nunca. No sé cómo lo hago pero mi letra reprueba un examen caligráfico, según el experto mi texto lo escribieron no menos de diecisiete personas en distintos grados de ebriedad.

¿A alguno de ustedes les ha pasado esto? ¿Darse cuenta que todas sus notas están en celulares, correos electrónicos, servicios en la nube, computadoras, tabletas, etc., pero no en un simple pedazo de papel? No puedo decir que es generalizado porque sigo viendo mucha gente que escribe notas, es imposible hacer dibujos o ecuaciones con procesadores de texto sencillos, que la industria de los cuadernos no ha colapsado y millones de niños tienen que practicar su escritura todos los días, pero sé que hay gente que como yo simplemente se dieron por vencidos con la caligrafía tradicional

¿ustedes qué opinan?

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ !La libreta está tan bonita! !No tengo el corazón para echarla a perder con mi letra!

PD. Mi letra es tan fea, que los programas de reconocimiento óptico de caracteres se auto-desinstalan cuando les paso mis documentos.

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