miércoles, 26 de septiembre de 2012

Peras de Granito, Año 4

"Ni a un hombre, ni a una multitud, ni a una nación se le puede confiar el actuar humanamente o pensar racionalmente bajo la influencia de una gran temor"
~ Bertrand Russell (1872 - 1970)

Misiva de Urist McKushiague, Supervisor del asentamiento "Peras de Granito", hacia Su Majestad Geshud ArmaduraBrillante el Incontenible, Soberano del Reino del Portal Justo, año 255.

10 de Granito, primavera

Reporte del Año 4.

Su majestad, encuentre por este medio una queja formal contra el Reclutador Oficial en el Hogar en las Montañas, ese idiota no sabe contar ¿en dónde infiernos vamos a meter a los cuarenta y tantos chupapiedras que acaban de llegar? Especifiqué claramente que teníamos lugar para no más de veintiún enanos, aquél incompetente va y nos manda más del doble.

Ahora bien, quisiera saber quién fue el gracioso que puso en los carteles que somos un asentamiento en la costa, a pesar de nuestras exportaciones, carteles de reclutamiento y peticiones de trabajo siguen llegando pescadores, trabajadores de pescaderías y limpiadores de pescado. Tal como se prometió, migrante inútil que pone un pie en Peras de Granito, migrante que se le entrega un juego de armadura, un escudo, un martillo de plata y se le arroja al cuartel con una patada en el trasero. Por lo menos que nos mantengan seguros los mamoncetes.

Hablando de eso, hemos sido sitiados tres veces más. Parece que la civilización Goblin vecina, los "Monstruos Rostizados" - es en serio, así se llaman - se ha organizado y llegado a la conclusión que nos debemos ir a la mierda. Si se pregunta por qué no han visto nuestras artesanías que siguen almacenando polvo en los sótanos de la fortaleza es porque los goblins han hecho un deporte de venir a sitiarnos cada temporada; nosotros, adecuadamente, hemos hecho un deporte de ver qué tan lejos llegan sus extremidades cuando pasan por el mar de trampas que tenemos en las puertas.

En el verano, arribó un escuadrón completo de goblins armados de látigos. No pasaron de las primeras tres trampas después que Thokul, astuto cabroncete que es, se puso a jugar con la palanca del puente para abrirlo y cerrarlo repetidamente. Por supuesto que después lo pusimos a despegar los cadáveres, digo, que clase de espectáculo daremos cuando lleguen los elfos y los humanos y tengamos un grafitti de goblins pudriéndose en el portón principal.

Luego regresaron en el otoño, un escuadron completo de goblins con arcos y flechas, quienes ésta vez llegaron a la quinta hilera de trampas antes de huir despavoridos. Finalmente, regresaron en el invierno montando sapos gigantes, con trolls y otras bestias. A petición del Capitán de la Guardia, dejamos abiertas las puertas para esperarlos y encontrarlos en "glorioso combate". Después que el séptimo de ellos había sido horriblemente desmembrado por los discos serrados de vidrio, dieron media vuelta y pusieron pies en polvorosa.

Hay que admirar su tenacidad por lo menos.

Debido al interés que ha acaparado Peras de Granito con la civilización Goblin cercana, nos hemos tenido que hacer totalmente independientes. Hemos iniciado una industria de agricultura para mantenernos alimentados, ebrios y bien vestidos. Ésto último es especialmente preocupante, ya que la ropa que traíamos se está empezando a desbaratar. Siempre divertido en lo que la población femenina se refiere, pero considerando que poco menos de la mitad de la población está casada con poco menos de la otra mitad, y el resto son los hijos de ellos, se complicaría cualquier asunto de "¿por qué estás viendo a mi esposa desnuda?".

En fin, los cuartos de los nobles están listos, la industria de metal y minería es magnífica y el hospital está casi listo, sólo hacen falta algunas bancas inmobilizadoras y un pozo. Afortunadamente tenemos un grupo casi superdotado de doctores: maestros en diagnóstico, reacomodar huesos, suturar y curar heridas. Un minero tuvo un altercado con un cargador y fue puesto en el hospital; le aseguro su majestad que estaba seguro que no iba a sobrevivirlo, sin embargo con cuidados del equipo médico - "La Piedad de Armok" como han sido bautizados por la población -, ya está golpeando piedra en los niveles inferiores como si nada hubiese sucedido.

Por cierto, por alguna razón, la milicia sólo porta arma, escudo, pantalones y cota de malla de hierro, no los he visto con el uniforme completo que también consiste en botas, cascos y guantes. He de tener unas palabras con el Capitán de la Guardia, pero muy amigables, ese tipo me da miedo.

Seguimos vivos, seguimos acrecentando la riqueza de Peras de Granito, la cual está valuada en un millón cien mil Pepitas, y continuamos la construcción de torres en la entrada que nos permitirán colocar arqueros en el evento de un sitio. Lo mantendremos informado.

!Por la Gloria del Hogar en las Montañas!

Atte,
Urist McKushiage

!Saludos!
Atte,
El Kushiage

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