jueves, 26 de junio de 2014

De Brochetas y Macacos Psicópatas

"¿Qué deberían hacer con sus vidas los jóvenes de hoy en día? Muchas cosas, obviamente, pero lo más intrépido que pueden hacer es crear comunidades estables en las que se pueda curar la terrible enfermedad que es la soledad"
~ Kurt Vonnegut (1922 - 2003)

Si recuerdan hace tiempo hablé un poco sobre el impresionante trabajo que hizo el psicólogo estadounidense Harry Harlow con macacos.

Además del estudio de la madre de alambre y la madre de tela, Harlow hizo experimentos bastante crueles pero valiosísimos sobre la importancia de las interacciones sociales entre macacos, extrapolando luego sus resultados a los humanos.

Verán, colocó a algunos changuitos en jaulas de tal manera que pudieran ver, oler y escuchar a otros monos pero sin la oportunidad de contacto físico. Este aislamiento parcial resultó en varias irregularidades en el comportamiento como miradas fijas, caminar en patrones circulares repetitivamente en sus jaulas y auto-mutilación. Algunos macacos fueron mantenidos así por quince años. Estos fueron los changos que tuvieron suerte.

Otros changuitos fueron dejados desde edad muy temprana por tres, seis, doce o veinticuatro meses de "absoluta deprivación social". El resultado, por supuesto, fueron macacos psicópatas*: extremadamente agresivos, comportamiento autista, depresión extrema, uno dejó de comer y murió por anorexia emocional 5 días despues y algunas hembras - al ser inseminadas artificialmente y parir - se mostraron incapaces de alimentar o cuidar de sus hijos, llegando a matarlos a golpes o a mordidas**.

*O, en terminología de Psicología Clínica: absolutamente jodidos de la cabeza.
**¿Recuerdan que mencioné que sus experimentos iniciaron el movimiento de protección animal en los EEUU? Eip.

Lo interesante consiste en que éstos animales, al ser introducidos en una sociedad normal de macacos, tenían muchísimos problemas acostumbrándose a la vida social normal: eran agresivos, retraídos y muy desconfiados, sin embargo con el tiempo - especialmente aquellos que se mezclaban con miembros más jóvenes bien adaptados - pudieron curarse poco a poco gracias a las interacciones con sus semejantes. Seguían siendo agresivos, sí, pero Harlow demostró con sus experimentos la importancia de la convivencia en los primates y el que - incluso si uno tuvo una mala infancia o crecimiento - nos podemos adaptar a nuestro entorno gracias a la increíble resistencia del espíritu humano.

Supongo que éste tema está algo ligado con lo que mencionaba el martes pasado sobre las leyes contra la violencia en las escuelas y de darle una oportunidad a los abusones de ser escuchados o mínimo analizados de por qué son así y proveerles un ambiente sano en la escuela; pero también me hace pensar en todas las personas que conozco que están solas y que, quizás por falta de tiempo o interés, he dejado que sigan solas.

La soledad nos hace cosas, definitivamente. Cosas malas.

Hay un fenómeno que ocurre por la llamada "disonancia cognitiva" en la que nosotros somos incapaces de justificar las acciones indebidas de otro igual que justificamos las nuestras: ¿nosotros nos tropezamos con alguien cuando vamos corriendo? "!Quítense insensatos, llevo mucha prisa!" ¿alguien corriendo choca con nosotros mientras caminamos? "!Pero qué desconsiderado ¿qué no ve que voy caminando aquí?!". En resumen: todo mundo es un imbécil menos yo, porque yo sí tengo justificación para serlo.

Así pensamos los humanos. Todos. Sí, también tú. En mayor o menor medida. Es una característica de nuestra personalidad y es algo a lo que le quiero hacer una entrada porque es un fenónemo muy interesante, pero ilustra perfectamente mi punto sobre los abusones: quizás son niños/jóvenes que tienen mucho coraje porque su vida es una mierda, y lo único que tienen como válvula de escape es aterrorizar a sus semejantes en su entorno, es por lo menos un ambiente que pueden controlar***.

***No todos, claro. Lo he dicho toda mi vida: los monstruos existen. Pero por lo menos hay que darle a la gente el beneficio de la duda.

Quizás en vez de matar al león hay que tener el valor de revisarle la pata para sacar la espina que lo está volviendo loco. Quizás ese chamaco abusivo sólo necesita relaciones que lo nutran emocionalmente ¿Pero quién carajos tiene tiempo de eso hoy en día?

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ No tiene nada que ver, pero hay un par de niños en Chihuahua que están trabajando en una "mochila anti abusones". Se llaman Edwin y Bryan. Bien por ellos y mal por sus padres por haberles puesto así, ignoro por qué pero esos nombres me dan ganas de quitarles su dinero del recreo y verlos llorar. 

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