"Es difícil creer que un hombre dice la verdad cuando tú sabes que mentirías si estuvieses en su lugar"
~ Henry Louis Mencken (1880 - 1956)
No tiene nada que ver, pero el otro día mientras reflexionábamos mi esposa y yo sobre la circunstancias de nuestro país y del mundo nos sorprendimos del perturbador giro que dieron las redes sociales y de lo fácilmente manipulables que somos como sociedad.
En la novelas distópicas que he leído se hablaba sobre el control absoluto de la información, como en "1984" y en "Fahrenheit 451", o sobre una sobre-estimulación que ocasionaría hacernos perderle importancia a la información como en "Un Mundo Feliz"; sin embargo, como vimos desde la pasada elección en México con el uso de "Peñabots" dedicados a darle la vuelta a todos los temas negativos hacia el en ese entonces candidato a la presidencia Enrique Peña Nieto, la realidad y el futuro es mucho más sutil: desinforma y vencerás.
Lo acabamos de ver con la elección de nuestros vecinos del norte, donde contra todo lo esperado eligieron a un elote naranja racista, xenofóbico, irascible, ignorante, narcisista y terriblemente calificado para la política gracias a la influencia de los rusos.
Independientemente de la ironía que los Estados Unidos - quienes han influenciado numerosas elecciones alrededor del mundo - hayan visto a su pueblo fácilmente manipulado, encuentro preocupante lo susceptibles que somos como sociedad a historias sin fundamento que leemos en las redes sociales y que esta era de la desinformación se enfoca en historias posiblemente factibles que generan una reacción visceral en la gente, haciendo fácil el compartirlas sin pensar.
A nosotros no nos lo platica nadie: hace años mi esposa se vio involucrada en una calumnia por parte de una mocosa de una preparatoria local. A la niña, probablemente para vengarse de una homónima, se le hizo fácil hacer una página en faisbuk inventando que ella le había hecho daño a sus gatitos y todo rápidamente se fue al carajo: la historia ficticia rápidamente ganó tracción en las redes sociales e incluso fue reportada irresponsablemente por blog de izquierda que jamás se molestó en verificar la información.
Afortunadamente la muchacha se retractó al final argumentando "una broma" gracias a nuestros argumentos, capturas de pantalla de sus ediciones y nuestras evidencias físicas, pero la cantidad de amenazas de muerte y horribles comentarios que recibimos me enseñó que son muy pocos los que verifican la veracidad de lo que leen en las redes sociales: mi amigo lo compartió, yo confío en mi amigo, luego entonces confío en lo que me compartió.
Los humanos tenemos una costumbre terrible llamada el "sesgo de confirmación" i.e. la tendencia de buscar, interpretar, favorecer o recordar información de manera que confirme las creencias o hipótesis preexistentes y al mismo tiempo demeritar información que dispute dichas creencias. En pocas palabras, sólo le hago caso a noticias que confirmen lo que yo creo.
Así, a menos que uno esté consciente su propio sesgo de confirmación, nos hace acercarnos a publicaciones, sitios o personas que piensen igual que nosotros, lo que genera "cámaras de eco" donde nuestras ideas son rebotadas hacia nosotros por nuestro semejantes hasta que dichas ideas forman parte de nuestras creencias inamovibles.
Suena ridículo, lo sé, pero para muestra basta ver las increíbles estupideces que creen los seguidores del trumpo en el norte: el 40% de ellos creen que el Agente Naranja ganó el voto popular*, el 67% cree que el desempleo subió durante la administración de Obama**, el 46% creen/no están seguros que Hillary Clinton estuvo involucrada en un escándalo de prostitución infantil generado en las redes sociales*** entre otras cosas absurdas, todo patrocinado por las cámaras de eco generados por "noticieros" que inventaron historias o mintieron abiertamente para explotar ese sesgo de confirmación de la gente.
*No lo hizo, Hillary Clinton ganó por aproximadamente 3 millones de votos.
**No lo hizo, disminuyó considerablemente según gráficos oficiales.
***Busquen sobre el #PizzaGate, es tan absurdo como aterrador lo que la gente llegará a creer.
¿Por qué me preocupa? Primeramente porque el PRI ya utilizó estas tácticas contra nosotros y todavía lo siguen haciendo, y segundo porque ahí vienen las elecciones otra-pinche-vez y seremos bombardeados por los medios y redes sociales con mensajes de personas pagadas para desinformar, dividirnos, alterar noticias y reacomodar la historia. Y nosotros sólo tenemos nuestro interés de saber la verdad para defendernos.
Oh cielos.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ ¿Y ustedes, qué opinan?
Vaya, curioso y tramador. Lo de la chica es como gracioso-imprudente, pero bueno.
ResponderEliminarPor otra parte, pienso que es un tanto difícil tener que usar el mismo medio que desinforma para informar a la gente desinformada que está siendo desinformada y que esa información que creen que es verdad no es verdad sino desinformación. Aunque se puede intentar, pero entre más información, más difícil saber cual es verdadera aunque en términos de porcentajes se estaría ganando terreno si se aumenta la información cierta.