~ Francisco Ayala (1906 - )
¿Les ha sucedido que se quedan perplejos ante algún comentario totalmente ignorante de su jefe? ¿Contando los segundos esperanzados a que el hombre reviente en carcajadas por la estupidez que acaba de decir en broma y alentar a todos a que se rían con él?
Después de haber escuchado que sería mejor hacer en C aquel sistema que servirá de portal web a la empresa, o que es mejor utilizar aquella vieja pentium II que se tiene en el sótano de la empresa para montar el flamante Oracle 10g que acaban de conseguir en prueba, o que ese documento de 400 páginas lleno de gráficas puede ser tenido para mañana, o que es buena idea juntar a 70 personas que sólo se conocen de vista para jugar "ponle la cola al burro" en una reunión empresarial obligatoria un viernes en la noche, uno siente un nudo en la boca del estómago cuando se da cuenta de la horrible verdad: está hablando en serio, el hombre es un incompetente.
¿Alguna vez han escuchado una sugerencia catastrófica de un compañero de trabajo que nerviosamente admite que esto "no es lo suyo"? Esa persona es una incompetente. ¿Escucharon de aquél ingeniero agrónomo que falló miserablemente en un puesto de administración de equipo médico? Ese hombre era un incompetente.
Aunque no se descarta que éstas personas tengan culpa de su incompetencia, es muy probable que esas personas hayan sido altamente eficientes en otro lado y de pronto se vean en una situación que excede su capacidad. Hubo un hombre, el profesor Lawrence J Peter (16-SEP-1919 - 12-ENE-1990), que observó y reflexionó sobre este fenómeno de la imcompetencia en las organizaciones y en 1969 publicó un libro mitad en broma, mitad en serio llamado "El principio de Peter: Por qué las cosas siempre salen mal". Dicho principio dice así:
"En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia"
Con sus dos corolarios:
1. Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
2. El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
A pesar de ser humorístico, el principio tiene validez. Peter, habiendo inventado la "jerarquiología" por accidente, plantea que un empleado puede llegar a ser muy eficiente en su trabajo actual, pero la necesidad de promoverlo eventualmente lo lleva a puestos donde no se desempeña correctamente, entonces decimos que ha llegado a su nivel de incompetencia y procede a estancarse ahí. Veamos algunos ejemplos:
Ejemplo 1:
Jaime Contreras es un exitoso programador, tiene a todo el equipo maravillado con la rapidez con la que escupe código. Bien comentado, bien estructurado, limpio y legible. Después de varios años en la compañía es promovido a líder de proyecto. Ahora Jaime entra a juntas de estado, habla con los clientes, actualiza documentos y trata con el personal administrativo. El antes exitoso y feliz programador ahora trata con personas en vez de la rigidez de las máquinas, los clientes se quejan de su manera de redactar y de lo seco que es en las juntas, el hombre intenta hacer decisiones sobre el código siendo que él ya no tiene la visión completa de los módulos. A visión de sus jefes Jaime es un mal líder de proyecto, él ya no recibirá ascensos. Jaime ha llegado a su nivel de incompetencia.
Ejemplo 2:
Lili Camarena tiene una pizzería. Todo marcha sobre ruedas: ella se encarga de probar la masa, escoger los ingredientes y a veces ella misma sirve mesas. Lili decide abrir una segunda pizzería, y ahora da rondas entre ambas. La calidad de los productos ha bajado, los empleados ya no son supervisados como antes y la hospitalidad del lugar ha decaído. Lili se encuentra en su nivel de incompetencia.
Ejemplo 3:
Daniel Jimenez se encuentra en un puesto aparentemente sin responsabilidades, él puede o no puede hacer su trabajo y al parecer no tiene impacto sobre la organización. Fue movido porque sería demasiado costoso el dejarlo ir con todo lo que sabe, no hay otro puesto hacia arriba a dónde moverlo y obviamente no se puede bajar de puesto. Está atorado en una posición sin jefes y sin subordinados. Ha sido víctima de la Lateralización: se crea un puesto con nombre rimbomante para tenerlo ahí hasta que se jubile. Esto sucede a menudo en organizaciones muy grandes y muy burocráticas.
Éstos son algunos ejemplos de las muchas fascetas del principio de Peter y estoy seguro que ya deben estar buscando soluciones para los problemas de Jaime, Lili y Daniel, pero lo realmente importante es que éstas personas deben darse cuenta que han llegado a su nivel de incompetencia y deberían externalizarlo a los escalones superiores de la jerarquía (de una manera prudente por supuesto) o ellos mismos tomar las decisiones que conlleven a sacarlos de ahí. Eso trata la segunda parte del libro del profesor Peter.
¿Para qué la recomendación? ¿A qué voy con todo esto? ¿A incitarlos a mirar a su alrededor para determinar que sus compañeros de trabajo son unos incompetentes? !Claro que no! Es un imposible cambiar al mundo, lo mejor que podemos hacer es cambiar nosotros mismo para transformarlo. El objetivo de esta entrada es hacerlos reflexionar sobre SU PROPIO empleo, especialmente en esta época de crisis donde tenemos que dar lo mejor que tenemos: ¿están contentos en su empleo? Si no es así ¿es por su inhabilidad de poder resolver los problemas que reciben a diario? ¿Si es así qué es lo que están haciendo mal o qué es lo que les falta por aprender? Es valioso saber lo que debes conocer, pero también es muy valioso conocer lo que no sabes ¿Es por que no me gusta lo que hago? Y la pregunta más terrorífica: ¿estoy en mi nivel de incompetencia?
El libro "El principio de Peter" es muy ameno y está repleto de ejemplos y análisis de situaciones que escapan el alcance de esta entrada. Hay observaciones que valen su peso en oro: que un jefe competente valora el resultado mientras que uno incompetente valora el trámite, que el ser "super-competente" implicará casi siempre el ser despedido, que la mejor manera de subir es conseguirse un "padrino", etc. Peter en su libro plantea soluciones reales a problemas reales, todo con un tono tal que imaginas hablando al profesor con una gran sonrisa burlona que dice "sé que piensas que es ridículo, pero esto la pura y horrible verdad". El trabajo del Profesor Peter es ampliamente recomendable, lo pueden encontrar en librerías o en su defecto pueden dirigirse a éstos links para leerlo en su formato electrónico:
*Él llevando 19 años de muerto y todo eso. Lo peor que puede pasar es que venga a jalarme las patas, pero tendrá que hacer fila.
Bienvenidos al blog, se agradecen sus comentarios.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Cogito ergo panis crassere
Después de haber escuchado que sería mejor hacer en C aquel sistema que servirá de portal web a la empresa, o que es mejor utilizar aquella vieja pentium II que se tiene en el sótano de la empresa para montar el flamante Oracle 10g que acaban de conseguir en prueba, o que ese documento de 400 páginas lleno de gráficas puede ser tenido para mañana, o que es buena idea juntar a 70 personas que sólo se conocen de vista para jugar "ponle la cola al burro" en una reunión empresarial obligatoria un viernes en la noche, uno siente un nudo en la boca del estómago cuando se da cuenta de la horrible verdad: está hablando en serio, el hombre es un incompetente.
¿Alguna vez han escuchado una sugerencia catastrófica de un compañero de trabajo que nerviosamente admite que esto "no es lo suyo"? Esa persona es una incompetente. ¿Escucharon de aquél ingeniero agrónomo que falló miserablemente en un puesto de administración de equipo médico? Ese hombre era un incompetente.
Aunque no se descarta que éstas personas tengan culpa de su incompetencia, es muy probable que esas personas hayan sido altamente eficientes en otro lado y de pronto se vean en una situación que excede su capacidad. Hubo un hombre, el profesor Lawrence J Peter (16-SEP-1919 - 12-ENE-1990), que observó y reflexionó sobre este fenómeno de la imcompetencia en las organizaciones y en 1969 publicó un libro mitad en broma, mitad en serio llamado "El principio de Peter: Por qué las cosas siempre salen mal". Dicho principio dice así:
"En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia"
Con sus dos corolarios:
1. Con el tiempo, todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para desempeñar sus obligaciones.
2. El trabajo es realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
A pesar de ser humorístico, el principio tiene validez. Peter, habiendo inventado la "jerarquiología" por accidente, plantea que un empleado puede llegar a ser muy eficiente en su trabajo actual, pero la necesidad de promoverlo eventualmente lo lleva a puestos donde no se desempeña correctamente, entonces decimos que ha llegado a su nivel de incompetencia y procede a estancarse ahí. Veamos algunos ejemplos:
Ejemplo 1:
Jaime Contreras es un exitoso programador, tiene a todo el equipo maravillado con la rapidez con la que escupe código. Bien comentado, bien estructurado, limpio y legible. Después de varios años en la compañía es promovido a líder de proyecto. Ahora Jaime entra a juntas de estado, habla con los clientes, actualiza documentos y trata con el personal administrativo. El antes exitoso y feliz programador ahora trata con personas en vez de la rigidez de las máquinas, los clientes se quejan de su manera de redactar y de lo seco que es en las juntas, el hombre intenta hacer decisiones sobre el código siendo que él ya no tiene la visión completa de los módulos. A visión de sus jefes Jaime es un mal líder de proyecto, él ya no recibirá ascensos. Jaime ha llegado a su nivel de incompetencia.
Ejemplo 2:
Lili Camarena tiene una pizzería. Todo marcha sobre ruedas: ella se encarga de probar la masa, escoger los ingredientes y a veces ella misma sirve mesas. Lili decide abrir una segunda pizzería, y ahora da rondas entre ambas. La calidad de los productos ha bajado, los empleados ya no son supervisados como antes y la hospitalidad del lugar ha decaído. Lili se encuentra en su nivel de incompetencia.
Ejemplo 3:
Daniel Jimenez se encuentra en un puesto aparentemente sin responsabilidades, él puede o no puede hacer su trabajo y al parecer no tiene impacto sobre la organización. Fue movido porque sería demasiado costoso el dejarlo ir con todo lo que sabe, no hay otro puesto hacia arriba a dónde moverlo y obviamente no se puede bajar de puesto. Está atorado en una posición sin jefes y sin subordinados. Ha sido víctima de la Lateralización: se crea un puesto con nombre rimbomante para tenerlo ahí hasta que se jubile. Esto sucede a menudo en organizaciones muy grandes y muy burocráticas.
Éstos son algunos ejemplos de las muchas fascetas del principio de Peter y estoy seguro que ya deben estar buscando soluciones para los problemas de Jaime, Lili y Daniel, pero lo realmente importante es que éstas personas deben darse cuenta que han llegado a su nivel de incompetencia y deberían externalizarlo a los escalones superiores de la jerarquía (de una manera prudente por supuesto) o ellos mismos tomar las decisiones que conlleven a sacarlos de ahí. Eso trata la segunda parte del libro del profesor Peter.
¿Para qué la recomendación? ¿A qué voy con todo esto? ¿A incitarlos a mirar a su alrededor para determinar que sus compañeros de trabajo son unos incompetentes? !Claro que no! Es un imposible cambiar al mundo, lo mejor que podemos hacer es cambiar nosotros mismo para transformarlo. El objetivo de esta entrada es hacerlos reflexionar sobre SU PROPIO empleo, especialmente en esta época de crisis donde tenemos que dar lo mejor que tenemos: ¿están contentos en su empleo? Si no es así ¿es por su inhabilidad de poder resolver los problemas que reciben a diario? ¿Si es así qué es lo que están haciendo mal o qué es lo que les falta por aprender? Es valioso saber lo que debes conocer, pero también es muy valioso conocer lo que no sabes ¿Es por que no me gusta lo que hago? Y la pregunta más terrorífica: ¿estoy en mi nivel de incompetencia?
El libro "El principio de Peter" es muy ameno y está repleto de ejemplos y análisis de situaciones que escapan el alcance de esta entrada. Hay observaciones que valen su peso en oro: que un jefe competente valora el resultado mientras que uno incompetente valora el trámite, que el ser "super-competente" implicará casi siempre el ser despedido, que la mejor manera de subir es conseguirse un "padrino", etc. Peter en su libro plantea soluciones reales a problemas reales, todo con un tono tal que imaginas hablando al profesor con una gran sonrisa burlona que dice "sé que piensas que es ridículo, pero esto la pura y horrible verdad". El trabajo del Profesor Peter es ampliamente recomendable, lo pueden encontrar en librerías o en su defecto pueden dirigirse a éstos links para leerlo en su formato electrónico:
- Primer link, en fisicarecreativa.net
- Este link probablemente no dure mucho, ya que Yahoo está respaldando Geocities para apagarlo definitvamente.
*Él llevando 19 años de muerto y todo eso. Lo peor que puede pasar es que venga a jalarme las patas, pero tendrá que hacer fila.
Bienvenidos al blog, se agradecen sus comentarios.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Cogito ergo panis crassere
Tomando en cuanta varios postulados dentro del supuesto del nivel de incompetencía que podemos enfrentar, tolerar y soportar; como sere humanos, creo que nos vendría bien la habilidad de discernir en cuanto, por que y de que manera llegamos a este nivel en el que estamos estancados, no he leído el libro pero me gusta suponer que alcanzar el nivel de incompetencía debe de ser un proceso que se da por varios factores y no solo por el hecho de optener acensos sin sentido.
ResponderEliminarEn mi caso particular creo que debo empezar a buscar si es que estoy estancado en mi nivel de incompetencía, y de ser así buscar la manare de ser dignamente despedido.
xxxxxxxx!!!! bubububu ... nnnnnnnnnnnnnnnnnnnjnjnjn xD
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