miércoles, 14 de mayo de 2014

No Tiene Nada Que Ver: Adicto al Azúcar

"Puedes hacer mucho por tu dieta al eliminar alimentos que tienen mascotas"
~ Ted Spiker (???? - )

No tiene nada que ver pero estoy haciendo un experimento: tengo tres semanas sin comer comida "chatarra" a ver qué se siente: nada de pastelillos, galletas, panes, chocolates, golosinas y chucherías.

Estoy comiendo una cantidad decente de proteína (carne, huevo, pollo y pescado), fibra, vegetales, ensalada, frutas y cereales en tres comidas al día y dos tentempiés de fruta. 

¿Cómo me siento? En este momento lucharía cuerpo a cuerpo contra un tiburón blanco a cambio de un Brownie, cazaría un león a cachetadas por una dona de chocolate y convertiría al ateísmo a los líderes religiosos del mundo a cambio de una malteada y, les juro por mi empanizado, que unos croissants de chocolate que estaban regalando en el la oficina hicieron que me temblaran las manos.

Mi cuerpo tiene todo lo que necesita en buenas cantidades de todos los nutrientes, y el muy imbécil se muere por una hamburguesa grasosa o por una de esas exquisitas donas del Krispy Kreme. Mi conclusión, luego entonces, es que soy adicto a la grasa y al azúcar. Sí, uso "adicto" porque creo que estoy sufriendo síndrome de abstinencia: dolores de cabeza, irritabilidad* y antojos extremos que harían que una embarazada me diga "oye, quizás lo estás llevando demasiado lejos".

*Aunque eso podría explicarse por el hecho que soy um, ustedes saben, yo.

Sin embargo tiene sentido: el cuerpo y el cerebro humano están diseñados igual que todos los otros animales sobre este planeta: come cuando puedas, todo lo que puedas, porque no sabes cuándo obtendrás alimento otra vez. 

Dirán "!pero Brocheta, vivimos en un mundo moderno! !Tenemos la enorme suerte de ir al mercado por comida mañana!" A lo que yo les respondería: sí claro, nosotros sabemos esto, pero nuestro cerebro y cuerpo no; nuestra cultura ha evolucionado mucho más rápido de lo que nuestro componente biológico y según él es perfectamente razonable prepararse para no morir de hambre mañana. 

Para sobrevivir el cuerpo busca - en orden - grasa, azúcar y variedad. Grasa porque es lo que más energía otorga**, azúcar porque es la que más fácil se transforma en grasa y variedad para obtener una gran cantidad de nutrientes. Si tu encierras a una ratita con alimento saludable que contiene todos los nutrientes necesarios y alimento alto en grasa y azúcar se va atrancar de éste último hasta que explote de felicidad grasosa. Es biológico, tiene sentido y funcionaría si nuestra circunstancia fuese la que existía hace mil años en la tierra, pero por desgracia no es así.

**¿Creen que los osos polares se comen la grasa de las focas y dejan la carne magra nada más por buena gente? Claro que no, la carne magra cuesta energía digerirse.

Además, considero que vivimos en una cultura cruel que nos da acceso a toneladas de porquerías grasosas, dulces y variadas fáciles de obtener y a precios razonables***, pero al mismo tiempo nos bombardea con mensajes para estar sano, nos hace sentir culpables por estar obesos y nos informa constantemente de las horribles consecuencias de estarlo. 

***A veces más baratos que las opciones saludables, gracias a subsidios y política ¿verdad, refresqueras?

Esta disonancia de "haz lo que yo digo, no lo que yo hago" es lo que me frustra en estos momentos de mi vida que estoy haciendo todo lo posible por estar sano****, y exacerba el problema que llaman "La genética carga la pistola y el ambiente jala el gatillo". Si claro, tenemos la opción de alimentarnos sanamente, pero no estoy tan seguro que los gordos sean gordos por decisión propia; estoy empezando a creer que es mayormente un problema de educación y de corporaciones avariciosas. Cierto, es nuestra culpa, y saben muy bien que siempre he abogado para que nos hagamos responsables de nuestras decisiones y no le echemos la culpa a un tercero, pero no me puedo quitar esa sensación que los dados están cargados en nuestra contra tanto biológica como culturalmente.

****Nótese que digo "estar sano" y no "estar delgado", porque no es lo mismo.

¿Qué hacer? !Por las nalgas empolvadas de Campanita, no tengo ni idea! ¿Y si empezamos a tratar el problema de la obesidad como se trataría un problema de adicción a las drogas o al alcohol? Esto es educando a los niños y adultos y reduciendo/controlando la disponibilidad de porquerías. Allá en México se han hecho avances en la segunda materia en las escuelas y aplaudo eso, pero ¿y nosotros los adultos que sabemos que si tenemos hambre una coca nos la quita? ¿A nosotros quién nos vigila cuando nos venden porquerías en el trabajo? ¿Cómo educarnos y aprender a comer? No lo sé... pero seguiremos explorando y estudiando opciones. 

¿Y ustedes, son adictos?

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ !DULCE VIRGEN MISERICORDIOSA, MI REINO POR UN GANSITO!

PD. Me sincronizé con algún alma en España, también publicaron un artículo similar.

2 comentarios:

  1. abortando dieta en 4, 3, 2, 1 ......

    ResponderEliminar
  2. Nunca dije que era una dieta... era un um... experimento.

    Sí... experimento... Eso es.

    Ya en serio, he estado jugando con la idea de hacer una dieta muy sencilla: come lo que quieras siempre y cuando no tenga conservadores artificiales ¿funcionará?

    Gracias por el comentario :D

    !Saludos!

    ResponderEliminar