martes, 15 de julio de 2014

De Brochetas y Dulces de Canela

"A mucha gente le gustan las paletas. A mí no me gustan las paletas. Para mi una paleta es dulce con basura. No necesito un mango, sólo quiero el dulce"
~ Demetri Martin (1973 - )

No tiene nada que ver, pero por alguna razón los humanos insistimos en hacer dulces de canela.

No lo sé, creo que le gustan al 0.01% de la población, sin embargo cada país, cada cultura, cada civilización ha experimentado agregando canela al caramelo y creado hermosas bolitas decorativas para dulceras. Digo "decorativas" porque, siendo sinceros, nadie se los va a comer.

En la oficina donde trabajo tienen la costumbre de dejar golosinas en la parte exterior de los cubículos para que la gente preserve el estereotipo del norteamericano; bien, los únicos dulces que sobreviven el frenesí diario son estos traicioneras bolitas de canela. Les llamo "traicioneras" porque están envueltas en el mismo brillante y tranquilizador color rojo que los dulces sabor cereza. Esto debería estar prohibido por ley.

Nada peor que agarrar uno saliendo de una junta, esperando el sabor a jarabe para la tos del caramelo de cereza para encontrarte con el tridente en la lengua del picor de la canela. Eso simplemente no se hace. 

Aquél que dijo que los humanos somos los únicos que nos tropezamos dos veces con la misma piedra jamás ha sido testigo de como se evita esa dulcera con caramelos de canela. Sólo una vez traicionaste mi confianza, pequeño dulcecito de dolor, nunca más. 

Nunca más.

Hice el experimento: conseguí una bolsita de caramelos de canela para colocarlos en el exterior de mi cubículo*. Quince bolitas rojas de traición y agonía fueron colocados hace más de un mes, quedan exactamente dieciséis bolitas rojas de fuego y dulce. O alguien trató de deshacerse de una que tenía arrojándola con otras de su especie, o ya develamos el secreto y estas porquerías se reproducen por mitosis.

*A exactamente 1 USD de costo. Si me preguntan, pagué 1 USD de más por ellos.

"¿Son de canela?" me preguntan los que pasan, "" les contesto, y continúan su camino. Creo que la cantidad de dulces de canela en existencia exceden diez veces la cantidad de personas a quienes les gustan.

Quizás a aquellos que los compran les gusta la idea de los dulces de canela. Quizás piensan "Sí, me gusta el dulce, y me gusta la canela, ergo me gustan los dulces de canela". No, mis estimados, no funciona así. Les gustan los helados y les gustan las carnes asadas, eso no significa que les gustan los cortes con nieve de chocolate encima. Hay cosas que simplemente no deben mezclarse**. Los caramelos de canela son el producto de un amorío que debió de hacerse con protección.

**Como el chocolate y el licor. Sí, lo dije ¿y qué?

Jamás volveré a creer en un caramelo de envoltura roja. Nunca más.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Curiosamente opino que lo mismo sucede con las bebidas de alcohol sabor anís... pero eso es para otra entrada.

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