"Los lunes son mundanos. Es como el martes con 24 horas menos."
~ Jarod Kintz (1982 - ) en su libro "El Título de este Libro es Invisible"
Hoy... hoy es Lunes.
Es lunes después de un fin de semana horrible lleno de tickets "Prioridad Uno*" porque los de bases de datos son unos imbéciles.
*También conocidos como: "despierta a quien sea, sin importar la hora que sea porque los Cuatro Jinetes del Apocalipsis cabalgan sobre nuestra aplicación".
Ni el café, ni el desayuno, ni los mensajes motivacionales que adornan mi escritorio, ni la música es capaz de despertarme de mi letargo. Estoy en blanco, en estado vegetativo. Hoy siento que sólo existo.
¿Se han sentido así, mis estimados? Totalmente inertes, emocionalmente exhaustos, sin furia, sin rencor, sin aburrimiento, simplemente un hartazgo que trascendió el cosmos y ahora es uno con el universo. Si existe el estado de la "Iluminación" que hablan los Budistas, estoy en el equivalente filosófico-teológico del "me importa una mierda".
Dicha trascendencia sólo podía ocurrir en un puñetero lunes, por supuesto.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Dentro de muchos muchos siglos nuestro sol se hará una bola incandescente que consumirá al sistema solar, haciendo imposible la vida en este planeta. Ese día va a ser un lunes.
PD. No podría ser el Diario de una Brocheta si a lo largo del año no hay cuatro o cinco entradas quejándome del lunes; supongo que podría agregarlo al juego de bebida del blog.
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