"Haz un promedio entre lo que una mujer piensa de su marido un mes antes de casarse y lo que piensa un año después, y tendrás la verdad sobre él"
~ H.L. Mencken (1880 – 1956)
Dos meses de feliz matrimonio, mis estimados, aunque no todo es miel sobre hojuelas, todavía estamos en el periodo de adaptación en el que se tiene que encontrar ese "punto medio" entre responsabilidades y derechos.
El matrimonio es complicado, mis estimados, especialmente por el lado del hombre. Hay un compañero de trabajo que siempre nos ha dicho (ignoro si en broma o en serio) que la responsabilidad del hombre en el matrimonio es siempre tener la culpa de todo; hasta la fecha se ha cumplido.
Y no es específico de nuestro matrimonio, oh claro que no, lo he notado en las de mis suegros, padres, amigos casados, tios de la Brochetita y míos: suceda lo que suceda, el hombre siempre está mal.
Es difícil, todo un golpe al autoestima el ser sometido a los estrictísimos estándares de las mujeres (que ni siquiera ellas cumplen, por cierto) y fallar miserablemente; y lo peor es cuando se lo recriminan a uno y los acusan a que lo hacen a propósito ¿es que acaso creen que uno se quiere causar más problemas haciéndolas enojar? !Eso es absurdo, carajo! Lo que uno quiere es vivir en paz, tranquilo ¿por qué carajos haría uno algo a propósito que implicaría salir regañado?
Me equivoco demasiado, lo admito, no soy perfecto y jamás me vendí como tal. Siento mi desempeño mental degradado por la carga excesiva de trabajo, la falta de sueño, de relajación y tiempo libre y el estrés; maldito maldito estrés; con esto encima obviamente que soy más lento en mis reacciones, estoy seguro que todos lo somos, !pero eso no implica que lo hacemos a propósito para hacerlas enojar!
Es un reto esto del matrimonio definitivamente, me ha dado muchos momentos muy felices, pero aún no me acostumbro a poner atención a todo lo que tengo que hacer para tener un desempeño "satisfactorio" como esposo, espero que con el tiempo venga... aunque la altísima tasa de divorcios me dice que no lo hace, que hay que echarle más ganas.
¿Pero saben qué? Vale la pena, definitivamente vale la pena. Una de sus sonrisas lo vale.
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Quizás si las mujeres bajaran un poco sus estándares a lo que nosotros podamos alcanzar y vernos en un punto medio el mundo sería más fácil.
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