"Una imagen vale más que mil palabras"
~ Dicho popular
Recientemente comencé el primer libro que espero publicar, los detalles no los puedo platicar pues arruinaría la historia, pero por lo mismo me he puesto a leer mucho sobre técnicas literarias y, aunque yo no soy buen escritor, quiero compartir lo que he aprendido con ustedes.
Enseña, no expliques
Este es un estilo literario que involucra acciones y diálogo entre los personajes en vez de una explicación por el narrador estableciendo las cosas.
Por ejemplo. Fernando es mala persona. Para ENSEÑAR que Fernando es una muy mala persona, durante todo el libro hará cosas indiscutiblemente malvadas. Héctor, un personaje secundario, puede comentar que es una mala persona, y que lo conoce desde hace tiempo y es malo como las galletas de animalitos. Para EXPLICAR que Fernando es una mala persona, el narrador debe establecer que Fernando lo es, y asegurarse que sus acciones nunca vayan contrarias a esa premisa.
Dicho lo anterior, si se usa una estructura que no incluye un narrador (como la estructura de tercera persona, el estilo de escritura más utilizado), enseñar es preferible, pues tener un narrador que lo diga rompe la inmersión de una historia donde no hay uno presente.
Esta técnica es usada como una regla estricta que debe ser seguida para asegurar una buena narrativa (entiéndase: haz esto o tu historia apestará); sin embargo, como mencioné en mi entrada sobre la pistola de Chekhov, las reglas son flexibles y dependen sobre el escritor y la historia que estás contando. Lo importante es ser consistente: Si a alguien le dices algo, no le muestres algo que lo contradice después. En el ejemplo anterior, una contradicción existiría si le dices al público que Fernando es un malvado sin que haga nada que lo demuestre después.
Yo caí en esto cuando hice Las Crónicas de Darrowshire, en el capítulo donde Kumme y Kael entran a Hearthglen. Aquí dedico una parte importante a explicar cómo son los cruzados y sus ideales, mostrándolos como personas nefastas; sin embargo durante todo el capítulo son gente bastante buena onda y normal que se comportan como cualquier organización militarizada ante intrusos en su ciudadela. Expliqué, pero no mostré; si tu jugaste el Mundo de Warcraft (sobre todo en el lado de la Horda) y llegaste a nvel 40+ sabrás que cualquier cosa mala que les hagas a la Cruzada se lo tienen bien merecido, pero los que no encontrarán a los "héroes" como un par de imbéciles que entraron a robar una reliquia sagrada, los muy malditos.
Ahora bien, saber cuándo enseñar y cuándo explicar es vital para la narrativa, hablando económicamente. Enseñar toma mucho más espacio y tiempo que explicar, así que si muestras algo, más vale que sea importante. Si es importante para la historia que Fernando sea malvado, más vale que lo muestres, si la historia es acerca de la vida familiar de Fernando fuera de sus actos malvados, explicar es suficiente.
Ejemplos:
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Dicho popular
Recientemente comencé el primer libro que espero publicar, los detalles no los puedo platicar pues arruinaría la historia, pero por lo mismo me he puesto a leer mucho sobre técnicas literarias y, aunque yo no soy buen escritor, quiero compartir lo que he aprendido con ustedes.
Enseña, no expliques
Este es un estilo literario que involucra acciones y diálogo entre los personajes en vez de una explicación por el narrador estableciendo las cosas.
Por ejemplo. Fernando es mala persona. Para ENSEÑAR que Fernando es una muy mala persona, durante todo el libro hará cosas indiscutiblemente malvadas. Héctor, un personaje secundario, puede comentar que es una mala persona, y que lo conoce desde hace tiempo y es malo como las galletas de animalitos. Para EXPLICAR que Fernando es una mala persona, el narrador debe establecer que Fernando lo es, y asegurarse que sus acciones nunca vayan contrarias a esa premisa.
Dicho lo anterior, si se usa una estructura que no incluye un narrador (como la estructura de tercera persona, el estilo de escritura más utilizado), enseñar es preferible, pues tener un narrador que lo diga rompe la inmersión de una historia donde no hay uno presente.
Esta técnica es usada como una regla estricta que debe ser seguida para asegurar una buena narrativa (entiéndase: haz esto o tu historia apestará); sin embargo, como mencioné en mi entrada sobre la pistola de Chekhov, las reglas son flexibles y dependen sobre el escritor y la historia que estás contando. Lo importante es ser consistente: Si a alguien le dices algo, no le muestres algo que lo contradice después. En el ejemplo anterior, una contradicción existiría si le dices al público que Fernando es un malvado sin que haga nada que lo demuestre después.
Yo caí en esto cuando hice Las Crónicas de Darrowshire, en el capítulo donde Kumme y Kael entran a Hearthglen. Aquí dedico una parte importante a explicar cómo son los cruzados y sus ideales, mostrándolos como personas nefastas; sin embargo durante todo el capítulo son gente bastante buena onda y normal que se comportan como cualquier organización militarizada ante intrusos en su ciudadela. Expliqué, pero no mostré; si tu jugaste el Mundo de Warcraft (sobre todo en el lado de la Horda) y llegaste a nvel 40+ sabrás que cualquier cosa mala que les hagas a la Cruzada se lo tienen bien merecido, pero los que no encontrarán a los "héroes" como un par de imbéciles que entraron a robar una reliquia sagrada, los muy malditos.
Ahora bien, saber cuándo enseñar y cuándo explicar es vital para la narrativa, hablando económicamente. Enseñar toma mucho más espacio y tiempo que explicar, así que si muestras algo, más vale que sea importante. Si es importante para la historia que Fernando sea malvado, más vale que lo muestres, si la historia es acerca de la vida familiar de Fernando fuera de sus actos malvados, explicar es suficiente.
Ejemplos:
- Explicación general. Es cuando el personaje da una explicación profunda sobre algún tema que es más o menos conocimiento general, que todos los otros personajes conocen, para que el público esté informado.
- Explicar emociones. Si un personaje está furioso, que actúe furioso, evita explicar cómo se siente.
- Explicación redundante. Si alguien hace algo especialmente malvado, por el amor de todo lo bueno y sagrado, no nos recuerdes que eso es malo.
- Héroe Designado. Donde no tenemos nada excepto la palabra del narrador que el mamoncete que vamos siguiendo en los libros es el bueno de la historia. Eragorn es un buen ejemplo.
- Villano Designado. De la misma manera que el anterior, no tenemos evidencia que el personaje haya hecho nada malvado, sin embargo el narrador no nos deja duda que es el malo malo malísimo.
- Habilidad informada. "Y Fernando, quien podía teletransportarse a la luna a voluntad, se bajó de la cama y se fue al trabajo".
- Atributo informado. "Y Héctor, una persona muy linda y buena con sus vecinos, pateó a Carlos en el estómago y luego se robó su tapete".
- Falla informada. "Y María, quien jamás había podido tejer una bufanda en su vida, pensó en entrar al concurso de tejedores".
- Echar porras. ""Fernando es la persona más maravillosa que he conocido en el universo" dijo Gabriel entusiasta. "Estoy de acuerdo", secundó Héctor "es tan increíblemente sorprendente en todo lo que hace !desearía ser igual que él!"".
!Saludos!
Atte,
El Kushiage
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