lunes, 30 de noviembre de 2009

Sobre la Frijolitos de Jalea y la Vida

"La vida es como una caja de chocolates, nunca sabes lo que te va a tocar"
~ Tom Hanks como Forrest Gump, en el filme del mismo nombre.

Vino una tía de la brochetita de Estados Unidos y con ella una bolsa para mí de frijolitos de jalea también conocidos como "Jelly beans". Para los no iniciados, los yeli bins son bolitas de azucar, grenetina, jarabe de maiz dulce y almidón con la forma de un diminuto riñón coloreado y cubierto de caramelo duro del sabor que sea. Su origen se intenta trazar a los "Lokums" o "Delicias Turcas", que son básicamente cuadritos de azucar, grenetina, jarabe de maiz dulce y almidón cubiertos de azucar para repostería.

Como ejercicio en mi ocio, durante las largas horas de trabajo que he vivido estas últimas semanas, me he dedicado a degustar uno por uno y anotar los sabores de estas pequeñas porquerillitas que todo el mundo me regala porque asumen que me gustan, y que no tengo el corazón para decirles que aborrezco los dulces gringos.

*lo único bueno que tienen en mi opinión son las pop-tarts ¿pero 75 pesos por un paquete de 8? Están locos y yo más si los compro.

En fin, hasta ahora llevo probados los siguiente sabores: limón, cereza, piña, feo, uva, maestro limpio del amarillo, líquido de frenos, manzana, chocolate, jarabe para la tos, café capuccino, granada, piña colada, zacate, palomitas, estropajo, vainilla, plástico verde, mango, morado, durazno, caramelo, amarillo número 5, coco, azúcar, kiwi, enchiladas con raviolis, fresa, anis, pera, pinol, malvavisco, canela, grosella, miel, papel periódico, mora negra, yerbabuena, chicle, madera, mora azul, menta, azul, jengibre, cuero viejo, lima, mandarina, pasta de dientes y por supuesto el patentado "Sabor a Químico Genérico" de los dulces gringos. Todavía me queda media bolsa y me da miedo continuar.

Ahora puedo ver por qué J.K. Rowling se burla de estos dulcecitos en sus novelas de Harry Potter con los "Frijoles de Cualquier Sabor de Bertie Botts", el rango de sabores de estas cosas es impresionante (los de palomita de maíz son una sorpresa).

Sé que hay una analogía de la vida en algún lado en esta bolsita de horribles dulces. Quizás puede ser que las apariencias engañan: los dulces que se ven más sabrosos son los que saben a los malditos infiernos, y por los que no darías un peso resultan ser apreciadas joyas de sabor que te hacen hurgar desesperadamente en la bolsa buscando más.

También quizás puede ser que Forrest tenía razón, y la vida sí es como una bolsa de dulces: metes la mano, agarras uno y te lo echas a la boca y no sabes lo que te va a toc... ¿otro de anis? Maldita sea.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ !Ah como ODIO los de anís, los siguientes 6 te saben a anís después de uno de estos mamoncetes!

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