"Por lo que a mí respecta, el Correo electrónico es mucho más conveniente que el teléfono. Me desharía de mi teléfono si pudiera."
~ Tom Hanks (1956 -)
Antes de comenzar mi diatriba, por favor tómense un momento para ver si pueden ayudar a nuestros hermanos de Haití, información aquí.
No es un secreto que aborrezco al teléfono. No me malinterpreten, no tengo nada contra ese útil aparato que ha estado a mi lado durante tantas emergencias y me ha permitido comunicarme con las personas que más quiero; y no es que tenga nada con las personas que quieran hablar conmigo; el concepto de estar comunicado en todo momento es genial... el problema para mí es lo intrusivo de este cachivache.
El teléfono es un dispositivo de los que les llamo "MecasoHaz", como por ejemplo el horno de microondas, el despertador, el timbre, etc. Es un tipo de aparato que te grita
"!mecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHaz!" y te obliga a soltar lo que estás haciendo y atenderlo, mandando al carajo la página en la que ibas de tu libro, enviando al cuerno la idea que tenías para resolver el bug en un módulo de tu programa, haciéndote maldecir a Graham Bell cuando tienes que salir de tu cama calientita y dar tumbos hasta el infernal dispositivo, mismo que deja de sonar en cuanto lo alcances, por supuesto, o simplemente perderte lo que Juan Montes De Oca le dijo a su amada Ana de la Barrera en tu telenovela favorita para contestar una llamada de un mamoncete de Liverpool que te quiere ofrecer estupideces*.
*Liverpool, es parte de tu vida: jamás dejarás de pagar la maldita tarjeta.
Admito que no puedo hacer nada al respecto, es la naturaleza del aparato y siendo justos no podría ser útil de ninguna otra forma, pero lo que realmente me revienta son los timbres.
Ignoro si están hechos así a propósito**, o si el problema es mi desgastado sentido del oído o mi diminuto umbral de paciencia, pero simplemente no tolero los timbres***.
**Yo creo que sí, las altas frecuencias está comprobado que son percibidas fácilmente por el oído humano y además viajan más, de ahí lo chillón de las sirenas
***Ya sé que se puede poner en modo sólo vibración, pero hay veces en que simplemente no lo siento, el timbre ayuda a destrozar mis nervios y darme cuenta que alguien me llama.
Aquellos tinteneos electrónicos, pinches esporas infernales que son, suenan en frecuencias que o te taladran los oídos o penetran directamente a tu cerebro de tal forma que viajan por tu sistema nervioso hasta llegar a patear tus riñones; ¿Los que tienen musiquita? O es uno de los aborrecibles éxitos del momento, y por supuesto a ese imbécil le van a hablar catorce mil setecientas veces al día, o es la pinche tonadita de Nokia o Telcel que me hacen querer arrancarles el teléfono de las manos y arrojarlo por la ventana.
En el extraño evento que sea una muy buena canción, o jamás sonará o será el hombre más popular de la ciudad. Hay un determinado número de veces en el que puedes escuchar el inicio de "Sweet Child of Mine" de los Guns and Roses antes que te quieras cortar la garganta****.
****Son 17,893 por si se preguntan.
Unos últimos detalles: 1) el número de timbres es finito y conocido, debido por las marcas y modelos por supuesto; 2) el número de personas con teléfono también es finito y conocido, i.e. todos los que tengas a tu alrededor; de ahí sigue que la probabilidad que haya dos timbres iguales en dos personas distintas es endiabladamente alta... Esperen, creo que está sonando mi celu... No, olvídenlo, era del compa de enfrente ¿donde estaba? Q.E.D. Pavlov tenía razón.
Yo sé que los teléfonos tienen muchos timbres y que te puedes dar el lujo de cambiarlos, incluso puedes regalarle más de tu dinero a la compañía de teléfono comprando más o cargarle mp3s desde tu máquina; sin embargo en lo personal trato de evitar poner música que me gusta de timbre porque la terminaré aborreciendo al asociarla al infernal timbrido de este pinche aparato.
Ciertamente la tecnología nos hace infelices. Si no me creen, dejen su celular en su casa un día, hagan la prueba, se sentirán desnudos y desesperados todo el día. Nuestros padres podían vivir perfectamente sin estas chunches electrónicas.
Atte,
El Kushiage
~ Los que prueban todos los timbres en público merecen pena capital.
~ Tom Hanks (1956 -)
Antes de comenzar mi diatriba, por favor tómense un momento para ver si pueden ayudar a nuestros hermanos de Haití, información aquí.
No es un secreto que aborrezco al teléfono. No me malinterpreten, no tengo nada contra ese útil aparato que ha estado a mi lado durante tantas emergencias y me ha permitido comunicarme con las personas que más quiero; y no es que tenga nada con las personas que quieran hablar conmigo; el concepto de estar comunicado en todo momento es genial... el problema para mí es lo intrusivo de este cachivache.
El teléfono es un dispositivo de los que les llamo "MecasoHaz", como por ejemplo el horno de microondas, el despertador, el timbre, etc. Es un tipo de aparato que te grita
"!mecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHazmecasoHaz!" y te obliga a soltar lo que estás haciendo y atenderlo, mandando al carajo la página en la que ibas de tu libro, enviando al cuerno la idea que tenías para resolver el bug en un módulo de tu programa, haciéndote maldecir a Graham Bell cuando tienes que salir de tu cama calientita y dar tumbos hasta el infernal dispositivo, mismo que deja de sonar en cuanto lo alcances, por supuesto, o simplemente perderte lo que Juan Montes De Oca le dijo a su amada Ana de la Barrera en tu telenovela favorita para contestar una llamada de un mamoncete de Liverpool que te quiere ofrecer estupideces*.
*Liverpool, es parte de tu vida: jamás dejarás de pagar la maldita tarjeta.
Admito que no puedo hacer nada al respecto, es la naturaleza del aparato y siendo justos no podría ser útil de ninguna otra forma, pero lo que realmente me revienta son los timbres.
Ignoro si están hechos así a propósito**, o si el problema es mi desgastado sentido del oído o mi diminuto umbral de paciencia, pero simplemente no tolero los timbres***.
**Yo creo que sí, las altas frecuencias está comprobado que son percibidas fácilmente por el oído humano y además viajan más, de ahí lo chillón de las sirenas
***Ya sé que se puede poner en modo sólo vibración, pero hay veces en que simplemente no lo siento, el timbre ayuda a destrozar mis nervios y darme cuenta que alguien me llama.
Aquellos tinteneos electrónicos, pinches esporas infernales que son, suenan en frecuencias que o te taladran los oídos o penetran directamente a tu cerebro de tal forma que viajan por tu sistema nervioso hasta llegar a patear tus riñones; ¿Los que tienen musiquita? O es uno de los aborrecibles éxitos del momento, y por supuesto a ese imbécil le van a hablar catorce mil setecientas veces al día, o es la pinche tonadita de Nokia o Telcel que me hacen querer arrancarles el teléfono de las manos y arrojarlo por la ventana.
En el extraño evento que sea una muy buena canción, o jamás sonará o será el hombre más popular de la ciudad. Hay un determinado número de veces en el que puedes escuchar el inicio de "Sweet Child of Mine" de los Guns and Roses antes que te quieras cortar la garganta****.
****Son 17,893 por si se preguntan.
Unos últimos detalles: 1) el número de timbres es finito y conocido, debido por las marcas y modelos por supuesto; 2) el número de personas con teléfono también es finito y conocido, i.e. todos los que tengas a tu alrededor; de ahí sigue que la probabilidad que haya dos timbres iguales en dos personas distintas es endiabladamente alta... Esperen, creo que está sonando mi celu... No, olvídenlo, era del compa de enfrente ¿donde estaba? Q.E.D. Pavlov tenía razón.
Yo sé que los teléfonos tienen muchos timbres y que te puedes dar el lujo de cambiarlos, incluso puedes regalarle más de tu dinero a la compañía de teléfono comprando más o cargarle mp3s desde tu máquina; sin embargo en lo personal trato de evitar poner música que me gusta de timbre porque la terminaré aborreciendo al asociarla al infernal timbrido de este pinche aparato.
Ciertamente la tecnología nos hace infelices. Si no me creen, dejen su celular en su casa un día, hagan la prueba, se sentirán desnudos y desesperados todo el día. Nuestros padres podían vivir perfectamente sin estas chunches electrónicas.
Atte,
El Kushiage
~ Los que prueban todos los timbres en público merecen pena capital.
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