jueves, 18 de junio de 2009

La Bestia

"Yo odio, por tanto existo"
~ Get Your Gunn, por Marilyn Manson (1969 - )

El ser humano es inherentemente malvado, Rosseau estaba equivocado.

En nuestra cabeza, en nuestra mente, en nuestra alma, hay una puerta. Detrás de esa puerta vive una criatura obscura y temible, a esa criatura yo la conozco como "La Bestia".

La Bestia es esa pequeña parte que tratamos de negar y esconder, avergonzados por ella, de nuestro pasado animal; es la parte instintiva, la parte natural (y por tanto la parte cruel y malvada) del ser humano; "el Ego" le llaman los psicólogos, el monstruo, le llamo yo. Es esa parte que nos hace ser crueles y malvados, es esa parte que nos hace animales, que nos impulsa a ser el macho alfa a base de despedazar a todos los que se nos pongan delante, es esa parte que me hace estar completamente seguro que el hombre se va a destruir a sí mismo.

Quisiera decir que la Bestia es el Diablo, o algún obscuro y antigüo dios de la destruccion y el mal, pero sería un irresponsable mentiroso si dijera que es una fuerza externa, porque esto me eximiría del daño que he ocasionado y yo no seré tan cobarde.

La Bestia vive dentro de nosotros, de todos nosotros, a pesar de lo que digan ciertos pacifistas. Ciertamente esta criatura tiene fuerza, tamaño y control distinto sobre cada una de nuestras mentes, pero nadie puede negar que está ahí, los pacifistas son aquellos que más tiempo dedican a encerrarla, si no pregúntale a los monjes tibetanos que trabajan tanto tiempo en el autocontrol.

No creo que haya ser humano en la tierra que no la haya escuchado golpear furiosamente la puerta que contiene a la bestia en su mente durante los momentos más traumáticos o dolorosos de su vida; en esos episodios generalmente la Bestia deja marcas en la puerta, o lastima las bisagras y cerraduras, y empezamos a ver las cosas de otro color, empezamos a odiar, a fundirnos en rabia... Sí, no creo que haya ser humano en la tierra que no haya experimentado a la Bestia.

Todos tenemos mayor o menor fuerza de voluntad contra ella, y hay quienes han atrancado y cerrado la puerta con toda su voluntad, mientras que habemos personas que no tenemos ese don, sucumbimos ante ella e incluso somos culpables que se ha liberado algunas veces. Puede ser que parezca Parece a simple vista que es mal carácter, o que es una persona geniuda o renegona, o quizás alguien amargado, pero todo esto es generado por ese animal que llevamos dentro.

Si perteneces al primer grupo, puedes irte, no hay nada que te interese de aquí en delante y para serte sincero preferiría que no leyeras el resto, porque no lo entenderás.
Si eres del segundo grupo, discurre conmigo hermano o hermana, quizás encontremos la manera de redimirnos.

Sigues leyendo, eso significa que la has visto. Jamás podrás olvidarla ¿verdad? Es una visión espeluznante la muy desgraciada: tiene garras, fauces con enormes colmillos y ojos rojos como el fuego; está hecha de furia incandescente, de odio incontrolable e irracional, de rabia infinita, de muerte, de vacío. Yo la he visto... y desde entonces soy otro. Yo la he visto... y le temo. Le temo porque me ha hecho levantar mis manos para estrangular a un hombre, y se necesitó cada gramo de mi fuerza de voluntad para retroceder; las consecuencias no importaban, el futuro era irrelevante, era el odio encarnado y me importaba un carajo lo que pasara después. Las personas que me vieron ese día retrocedieron, jamás se me va a olvidar la expresión en sus rostros. ¿Yo qué vi? Sólo vi blanco, un destello blanco de furia ardiente.

La "Bestia" se alimenta de todo lo malo que nos sucede, verán, en mi experiencia me he encontrado que después de los momentos más estresantes o miserables de mi vida he sentido un gran alivio cuando pasan, pero después viene el resentimiento, el coraje, el odio, la amargura;, etc., todos sentimientos que alimentan a la Bestia y have que poco a poco vaya tomando más voz en las decisiones que tomas: te hace más agresivo, te hace furioso, inestable; estás ansioso; te sientes desmotivado, ¿qué caso tiene superarse si estás tan lleno de coraje?; te tomas todo personal, te hace paranóico; confías menos en el resto de las personas, ya me hicieron daño ¿por qué he de confiar en ellas?; te ríes menos, ¿cómo puedes reírte si estás rebozando de odio?; te encuentras a tí mismo disfrutando las desgracias de otros, incluso deseando de corazón que les vaya mal para que puedas regodearte, y lo peor de todo es que se siente bien, se siente muy bien. Disfrutas tanto odiando, siendo furioso, siendo malvado, siendo cruel y despiadado, que lo empiezas a tomar como un estilo de vida.
La Bestia es vengativa, es un animal, es un monstruo, es maldad pura y sólo desea que quede ella después de haberse desquitado con todos; pero también es un animal estúpido, pues se destruirá a sí misma (y a tí con ella) en su afán de erradicarlo todo.

Escuchando su voz llegas a entender a los criminales, a los asesinos, a los tranzas, a los usureros, a los ladrones, hasta llegar al punto de empatizar con ellos; el siguiente paso es justificarlos e imitarlos, es un paso que - gracias a Dios y a todo lo bueno y sagrado - no he dado aún. Pero vale la pena analizarlo, porque ese es el último paso donde ya no hay vuelta atrás: el momento en que la Bestia deja de ser un pasajero que te influye y te guía para ser alguien que te controla.

Cuando estás en ese último paso, eres maldad pura, eres de esos monstruos que escuchamos en las noticias: asesinos seriales, empresarios criminales que construyen casas defectuosas, personas que hacen fraudes, asaltantes, etc. Deberían hacerte lo que a un animal rabioso, y lo sábes.

Sin embargo, los que no hemos cruzado esa línea tenemos que reprimirla ¿cómo? Hay grupos de manejo de furia (neuróticos anónimos (http://www.neuroticos-anonimos.org.mx), por ejemplo), puedes tomar sesiones de terapia, puedes discutirlo con las personas que más te quieren, hacer ejercicio, entre otras cosas. En mi caso, se consumió a sí misma, odié durante tanto tiempo, aborrecí a tantas personas por tanto tiempo y tuve tanto coraje dentro de mí que un día simplemente se consumió como una hoguera sin combustible: ya no tenía fuerzas para odiar.
Por supuesto, no por esto digo que haya desaparecido, es imposible hacer que desaparezca una parte de tu alma, simplemente la muy bastarda ha regresado a detrás de su puerta.

¿Tendrá que ver el carácter? Yo opino que no, si le das en lo que más le duele a cualquier ser humano reaccionará igual: aquél que reacciona distinto ante la pérdida de su hijo que a la de su madre, y viceversa, simplemente hay personas que tienen valores distintos. ¿Son las circunstancias? Volvemos a lo mismo, siempre y cuando lo que más se valore no sea destruido la Bestia se quedará detrás de su puerta, como pertenece.

¿Cuál es la verdadera solución entonces? Usarla, yo opino. Lo que realmente quisiera hacer es aprovecharla. Es una bestia estúpida, y le da igual si odia a una pelota o a un ser humano, le da igual si aborrece y destruye un problema de ingeniería a una persona; estoy convencido en que los seres humanos sobresalientes son impulsados por la Bestia, y el éxito consiste en usar su furia incandescente, interminable, para nuestros fines.

Mientras que aprenda a usarla, seguiré escuchando los rasguños detrás de la puerta.

!Saludos!
Atte,
El Kushiage
~ Kushiage homini lupus est

4 comentarios:

  1. Hoy andas obscuro, kushiage.

    Saludos bro

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  2. Nah.. cual obscuro, kill Sosa!, liberen a la bestia frente a mi ex jefe para que le parta las patas! oh yes :D entiendo esto de la bestia jeje

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  3. He de decir que me pasó algo similar, pero por que el payaso negro de la depresion amenazaba con cortarlo todo, la unica escapatoria fue dejar salir a la bestia para que se mataran entre ellos.
    Funcionó, sigo aqui pero todo a mi alrrededor fue destruido. USar la fuerza del odio fue algo que aprendi a hacer pero tambien reirme de los tontos intentos del payaso negro para hacerme detenerme.
    Esta ahí, deseando destruir, pero el odio es una droga demaciado fuerte para usarla como medicina.
    Algo tendremos que hacer algun día si queremos seguir siendo personas y no solo Homo Sapiens

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  4. "Algo tendremos que hacer algun día si queremos seguir siendo personas y no solo Homo Sapiens". Eso me gustó.

    Interesante que personifiquemos nuestros demonios ¿no? Que les pongamos nombre y personalidad para poder combatirlos.

    Es también interesante lo efectivo que es echar este tipo de desórdenes el uno contra el otro, te entiendo porque yo también sufro de depresión - pero no esa en la que te entristeces un poco y ya, esa en la que te echas a la cama y no encuentras la motivación para hacer nada, simplemente no puedes funcionar -; a lo largo de mi vida arrojar mi furia incandescente e irracional hacia la depresión ha funcionado. Siempre.

    Todo parte de estar jodido, supongo. Me da gusto/tristeza saber que no estoy solo.

    Saludos y gracias por tus comentarios Arakyshy, como siempre.

    Atte,
    El Kushiage

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